domingo, 30 de diciembre de 2007

Misterios cristianos decembrinos

En el mes de Diciembre se celebran dos de los grandes misterios del cristianismo: la Inmaculada Concepción de María y el nacimiento de Jesús, Verbo Encarnado, de la Virgen María. Ambos misterios se explican solamente por la fe y la obediencia ciega a la autoridad de la Iglesia, pero conviene recordar que movieron airadas controversias filosóficas (teológicas) entre los Padres y Doctores de la Iglesia, fueron motivo de herejías y cismas e hicieron correr ríos de sangre entre los partidarios de las distintas opciones de pensamiento al respecto.

Los primeros siglos del Cristianismo estuvieron presididos por fuertes disputas teológicas en torno a la naturaleza de Jesús-Cristo, resueltas manu militari con la imposición del Credo de Nicea mediante lo se puede llamar sin ambages la mayor injerencia del Estado en asuntos eclesiásticos con el sólo objetivo de pacificar el Imperio Romano. El papel de los Evangelios en estas y otras muchas controversias cristianas era poco relevante porque no aportaban información, sólo narraban el misterio. Conforme la Iglesia se fue transformando en un aparato burocrático-religioso se hizo necesario dotar al cristianismo de un cuerpo filosófico-doctrinal que “explicara” los misterios.

Para los cristianos primitivos no resultaba problemático aceptar que el Niño-Dios había nacido de una Virgen. Había bastantes ejemplos de alumbramientos virginales divinos en otras religiones paganas del entorno judaico que podemos consultar ahora en cualquier manual de mitología o de historia de las religiones. Así, pues, no sorprendería a ningún creyente ese préstamo de otras creencias, recogido también en el Antiguo Testamento, y que servía para resaltar el carácter extraordinario de la venida del Mesías. De los cuatro Evangelios canónicos sólo Mateo 2, 23 y Lucas 1, 27 hablan explícitamente de la virginidad de María. Fue la patrística la encargada de elaborar poco a poco, luego, la doctrina necesaria, dado que, espontáneamente, los primeros cristianos ya manifestaron evidentes signos de devoción mariana a pesar de que en los epistolarios apostólicos no hay ninguna mención a la Virgen ni a su papel mediador.

En los siglos IV y V tuvieron lugar dos acontecimientos que desembocaron en la necesidad cristiana de exaltar la figura de la Virgen. El primero de ellos fue la herejía nestoriana, que negada de plano la maternidad virginal de María. El segundo, al que la Iglesia prestó en principio mayor atención, fue la herejía pelagiana, que negaba la universalidad del pecado original. Como fácilmente puede suponerse, la doctrina de Pelagio resultaba sumamente peligrosa porque atacaba los fundamentos de la Redención que, sin pecado original, quedaba bastante menguada de significado.

Condenados Pelagio y sus seguidores al fuego eterno, surgió otra gran pregunta: ¿Nació María maculada por el pecado original? De nuevo se encendió la hoguera de las pasiones en una guerra teológica que no se resolvió hasta mediados del siglo XIX, mostrando la jerarquía eclesial gran tolerancia de opiniones dado lo resbaladizo del tema. De una parte, la escolástica de Oxford afirmaba rotundamente que María fue concebida sin pecado original porque, resumiendo la controversia de Juan Duns Scoto, potuit, decuit ergo fecit, viene a decir que Cristo puede obrar el milagro, convenía que lo obrara para hacer perfecta a su madre terrenal y por tanto lo hizo. La conclusión puede resultar risible ahora, pero así era la escolástica en tiempos góticos.

En el polo opuesto estaba la escuela de París, que admitía que la Virgen fue concebida como todo mortal sujeta al pecado, pero antes del alumbramiento y por deseo expreso divino fue inmaculada. De esa opinión fueron grandes santos como San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino.

El asunto se zanjó el 8 de Diciembre de 1854 cuando el papa Pío IX promulgó el Dogma de la Inmaculada Concepción, por inspiración “revelada por Dios, y por lo tanto debe creerse firme y constantemente por todos los fieles”, según reza en el texto del dogma.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Felicitación navideña


Con mis mejores deseos de felicidad nunc et semper para todos.

- Que se restañen las heridas del corazón y del cuerpo, si las hay.
- Que lo esperado se colme, y se abra una puerta mayor a la esperanza.
- Que lo inesperado sea agradable sorpresa.
- Que la fuente del amor mane cada vez más caudalosa.

- Que a los peques les lleguen los videojuegos que esperan (¡Qué horror!)

Sí, ya sé que son tópicos. Pero no por demasiado sobados dejan de tener sentido, si uno quiere.

(El fotomontaje de la ilustración tiene como base un calco modificado de parte del panel con pinturas rupestres prehistóricas de El Cogul, Lleida. Espero que se me disculpe la licencia. Si alguien quiere verlo en serio puede hacerlo, entre otros sitios, en http://gl.wikipedia.org/wiki/Covas_de_El_Cogul)

domingo, 16 de diciembre de 2007

Adviento...

Entramos en la recta final de cara a las Navidades en el “mundo occidental”. Me gusta el plural, Navidades, porque expresa esa diversidad de “sentires” ante unos días más o menos feriados cargados de simbolismos tan diferentes para unos y para otros. El paisaje urbano se llena de luces y de reclamos. La plata parece manar a raudales de las tarjetas de crédito, inagotable, engordando las bolsas de los mercaderes. El Adviento cobra tantos significados diferentes...

De todos los símbolos navideños me gusta especialmente esa vela roja encendida. Es signo de vida, de luz, de calor de hogar. También de recuerdo, de esperanza.

De AMOR...

domingo, 2 de diciembre de 2007

Un paseo por la Patagonia chilena

Confieso que cada vez que veo las fotografías de mi reciente estancia en los entornos de Puerto Natales y Punta Arenas siento un revoloteo de mariposas en el estómago. Ciertamente fueron unos días de paz y tranquilidad los que viví en esas hermosas regiones chilenas en las que el paisaje te subsume por su grandiosidad. La levedad del ser se hace más patente ante las fuerzas de la Naturaleza puestas en juego allí para crear esa majestuosa arquitectura tectónica.

Como lo prometido es deuda, aquí os dejo el reportaje. He seleccionado, de las más de 600 fotografías que he tomado, las que me han parecido más interesantes para dar sentido y continuidad a una especie de paseo relatado en unos seis minutos. Porque, sí, esta vez he puesto voz en “off” atendiendo las sugerencias de algunos comentarios a mi anterior videoclip. Por cierto que si esos “provocadores” (Gonzalo, Oso, Swirlies) no se pasan a verlo, les corto... las orejas. Es broma. Libertad de acción sobre todo.

De nuevo mi mala cabeza me lleva de viaje: una quincena a Lisboa (no te sulfures, Memo, no es farde, es mi trabajo), dejando mis obligaciones blogueras bajo mínimos en ese tiempo. Disculpadme quienes observéis que no paso tan frecuentemente como solía a leer y comentar vuestros trabajos.


domingo, 25 de noviembre de 2007

Elogio del botillo berciano

La ciudad de León siempre me ha parecido encantadora, no sólo por su densidad monumental y su recia historia. Acabo de regresar de allí tras un encuentro de profesionales de tres días. Hace frío en León, ese frío seco tan conveniente para ayudar en la cura de sus embutidos típicos, que entramos en tiempos de matanza. A estas alturas de la estación, las cumbres serranas en lontananza ya lucen el blanco manto de las primeras nieves.

Me hago eco del dicho popular: "Del cerdo me gustan hasta sus andares...". ¿Qué habría sido de la civilización occidental sin el aporte dietético del cerdo? Es un animal que no tiene desperdicio y, junto a la nobleza de sus jamones, paletas y lomo, no son de ningunear su panceta (en particular si es entreverada, eso que los anglosajones ahuman y llaman "bacon"), el tocino, los chicharrones, los chorizos tan variados (nada que ver con las escuchimizadas salchichas germánicas), las no menos numerosas variantes locales de morcillas y los innumerables guisos que de todo ello se derivan.
Para mí, estar en León y no comer botillo es un grave pecado de abstinencia. Dicen que el botillo es originario de la comarca leonesa del Bierzo, un invento culinario de monjes y eremitas medievales. Noble origen, pues, tanto por el terruño como por sus inventores, que siempre se ha dicho que la gente de latines tenía fino paladar.

El botillo se hace con las partes del cerdo que parecerían desperdicio: el espinazo, las costillas descarnadas, huesos de la cabeza y el rabo, todo ello macerado con pimentón algo picante, abundante ajo, hierbas aromáticas y sal. Luego se embucha en una tripa gruesa y se deja secar.

Para comerlo hay que hervirlo durante mucho tiempo para que suelte la sustancia, junto con repollo o berza, patatas, chorizo y morcilla picante de cebolla. Y, a la hora del yantar, regarlo con vinos bercianos o de la comarca de Valdevimbre.

De postre manzana reineta, si es el tiempo. Y que no falte la siesta...

sábado, 17 de noviembre de 2007

Un paseo por Santiago de Chile

Ya regresé de mi estancia en Chile. Y he de confesar que vuelvo cargado de fuertes impresiones. Por orden de importancia diré en primer lugar que me ha resultado muy grato conocer personalmente a varios amigos internautas que tuvieron la amabilidad de venir a saludarme al lugar donde me encontraba trabajando. Otros dos sé que lo intentaron pero no pudieron dar conmigo en ese momento. De verdad que lo siento, Marcos e Ignacio.

Santiago es una megalópolis de aire moderno con todos los inconvenientes de un crecimiento acelerado y poco orgánico, dicen los entendidos, que acoge a cerca del 40% de la población chilena. La he podido contemplar desde el aire y desde el mirador del Cerro de San Cristóbal, y es impresionante. Pero moverme, lo que se dice pasear, lo he hecho sólo por el centro, por el casco antiguo que, por cierto, de antiguo tiene poco aparte de su localización y su trazado de ciudad colonial de calles perpendiculares encerrando manzanas regulares. Apenas quedan edificios antiguos: algunas iglesias de arquitectura dieciochesca. Dicen que los frecuentes terremotos han ido derrumbando los viejos, siendo sustituidos por nuevas construcciones. Del siglo XIX y comienzos del XX pueden contemplarse algunos ejemplos de arquitectura neoclásica afrancesada. Pero lo que predomina es la construcción de la segunda mitad del XX, con algunos buenos ejemplos de arquitectura moderna y muchos edificios-colmena.

He disfrutado de la cocina santiaguina en los, para mi gusto, excesivamente ruidosos restaurantes de Bellavista y Tobalaba, y de los aperitivos regados con “piscosauer” o con buenas cervezas del país (la Austral me encanta). Los vinos chilenos son también excelentes.

También anduve por las frías tierras de la Patagonia chilena. Pero de ello hablaré en próximas entradas. Ahora os invito a que me acompañéis a dar un paseo fotográfico por las calles de Santiago.



domingo, 28 de octubre de 2007

En Santiago de Chile


Voy a tener abandonadas mis obligaciones de blogger por un par de semanas. Por razones de trabajo he de desplazarme a Santiago de Chile. Bueno, a Santiago, a la Patagonia chilena y a algún otro lugar, que algo de turismo haré también aprovechando la ocasión (se admiten sugerencias). Pero, en principio, del 2 al 5 de Noviembre estaré más o menos encerrado en la sala de exposiciones del Centro Cultural Palacio La Moneda participando en el montaje de una exposición: España, encrucijada de civilizaciones (http://www.ccplm.cl/index.php).

Allí me tendréis esos días, por si algún amigo santiaguino quiere pasarse a saludar personalmente.

jueves, 25 de octubre de 2007

De la perversidad cotidiana

Imagino que seré uno de los miles de "bloggers" que se habrán hecho eco, en tono recriminatorio, de una noticia que saltó ayer a la primera plana de los medios informativos españoles: un joven patilludo, medio pelón, con haceres de chuloputas, agredió cobardemente a una muchachita de origen ecuatoriano que se encontraba tranquilamente sentada en un vagón del metro barcelonés, a una hora en la que había pocos viajeros. La acción tiene tintes de xenofobia y su autor, denunciado y afortunadamente detenido, tiene antecedentes por robos y acciones violentas. ¡Una perla cultivada, vamos! Al final pongo el vídeo grabado por una cámara de seguridad.

Vivimos en una sociedad en la que la violencia se ha convertido en el pan nuestro de cada día y no parece que haya medio coercitivo capaz de poner coto a tanto desmán. Y se está creando una conciencia social de responder a la violencia con violencia, ojo por ojo, aunque el ciudadano de a pie, airado, lo que espera es que sea otro quien aplique el método: "Si les cortaran los cojones en lugar de meterles en el Juzgado por una puerta y sacarlos por otra, otro gallo cantaría", suelen decir, más o menos.

Ni soy partidario de la Ley del Talión, ni de cortar apéndices corporales, ni de poner la otra mejilla. Mi opción pasa por la educación para la convivencia y por el aislamiento social de las ovejas negras. Sí, ya sé que soy un utópico.

No estoy muy seguro de que la perversidad pueda reconvertirse en bondad (¿recordais la moraleja de "La naranja mecánica"). Pero sí me gusta creer en el buen salvaje y en el papel decisivo de la educación en los valores, digamos, positivos. Hace algunos años se hablaba de que hay en cada ser humano unos genes que lo hacen ser bueno o malo. Yo no creo que eso sea así porque sería tanto como admitir que cada cual no puede evitar ser como es, y esa falta de libertad, esa predestinación, en manos de un buen abogado, le eximiría de toda culpa en una sociedad que pregona la libertad como un bien inalienable. Sólo una buena educación da al indivíduo el empuje necesario para ejecutar su libre albedrío en una dirección compatible con la convivencia, y la capacidad para comprender que vivimos en una sociedad plural. No digo que sea una sociedad justa y equilibrada, no. Pero para corregir eso no podemos situar en primer término actitudes perversas.

Mi padre decía, resignadamente, que si los hijoputas volaran taparían el sol. A veces pienso que en éso, como en tantas otras cosas, llevaba razón.

jueves, 18 de octubre de 2007

Simbiosis y cambio climático

Lo del cambio climático está de moda. A mediados de noviembre se reunirán en mi tierra, Valencia, los miembros de la oficina mundial sobre cambio climático de la ONU para discutir sobre el asunto, rizar el rizo y comerse buenas paellas mientras vocean para aterrarnos con que el clima va a cambiar algún día. ¡Menuda novedad! Pero no es eso lo que me ha movido a escribir esta entrada.

Soy poco adicto a la televisión, ya lo he dicho algunas veces. Pero en algunos ratos de desvarío en que uno conecta la caja tonta para escuchar la colección de horrores que son las noticias, me he encontrado últimamente con algunos anuncios publicitarios curiosos. Como veo tan poca televisión, los anuncios me llaman la atención casi más que los propios noticiarios. Son un par de anuncios de marcas de coches que ofertan "modelos ecológicos". En uno de ellos te dicen sibilinamente que tal modelo disminuye la emisión de gas carbónico en un determinado porcentaje. En otro (¿o es el mismo?) te dicen que van a plantar por ti unos cuantos árboles para que se coman el gas carbónico que genera tu coche.

Tal publicidad no podría ser rentable si el publicista y la marca no estuvieran convencidos de que el público es sensible al tema ecológico. De no ser así, seguirían adornando el producto con señoras provocativas porque los asuntos de bragueta, está demostrado, siempre han movido muchas voluntades. Digamos, pues, que, al menos en la clase media, ya hay formada una conciencia ecológica gracias a los años de bombardeo sistemático con la amenaza del cambio climático. Ha llegado el momento de la simbiosis, de aprovechar los frutos de esa paciente siembra.

Supongo que habrá quienes se crean lo que dice la publicidad si también se creyeron los horrores del cambio climático. Pero yo soy reticente y me ha dado por recordar lo que me enseñó mi profesor de química orgánica en mis años de bachillerato: que de la combustión perfecta de un hidrocarburo como la gasolina se obtiene agua y gas carbónico, curiosamente los dos gases que participan en el efecto invernadero, aunque el primero lo hace de un modo cuantitativa y cualitativamente muy superior al segundo. Pero la publicidad hace hincapié en el segundo, a pesar de que su efecto sea mínimo, porque decir que se reducen las emisiones de vapor de agua parece que no llama la atención, que no es serio.

En el estado actual de la tecnología de los motores de combustión interna (vulgo motor de un coche) la reacción de quemado del combustible no es perfecta pero se acerca bastante a la perfección. Así, pues, reducir la emisión de esos gases significa, básicamente, reducir el consumo de combustible, algo que todo conductor consciente y consecuente puede hacer con el coche que ya tiene sin más que aplicar las reglas archiconocidas de una conducción responsable.

Pero la industria del automóvil necesita vender más coches cada año, a sabiendas de que mayor parque móvil significa mayor polución y mayores riesgos de cambio climático según el cuento chino que cierto sector de los climatólogos intenta hacernos creer. Ante ese flagrante contrasentido que hasta Paco Maía, el tonto de mi pueblo, es capaz de percibir, la solución es vender también la idea de que el nuevo coche es "más ecológico". He aquí una curiosa simbiosis entre publicidad engañosa, intereses comerciales, industria y climatología, todos viviendo del mismo cuento.

lunes, 8 de octubre de 2007

Se fue discretamente, como había vivido...

Nos conocimos cuando yo era todavía un niñato imberbe y él un jovenzuelo que contemplaba el mundo con esa mirada penetrante que todo lo absorbía sin perder detalle. Le admiré desde el primer momento. Fue toda la vida un hombre del campo: por sus venas corría disuelta en los fluidos vitales la tierra de secano de la Vall d'Alcoi. Amaba el campo, quizá sin saber que eso era amor, hasta la locura. Porque Vicent nunca tuvo habilidad para entender conceptos abstractos. Para él el mundo no iba más allá del horizonte que pudiera recorrer con sus robustas piernas, escopeta en ristre, o de sus campos cuidados como un jardín.

***

Recuerdo una cualquiera de aquellas noches de verano, después de cenar, tumbados boca arriba en el pajar de la era, contemplando el cielo estrellado:
-Aquella que brilla tanto es Deneb..., y un poco más a la derecha está Vega. Y, si te fijas mucho, casi al ras del Montcabrer están Las Pléyades, para mí la más hermosa de todas las constelaciones- decía yo apuntándolas con el brazo extendido.
-A mí me gustan los Carros- comentaba Vicent refieriéndose a las Osas. -Pero no sé por qué los llaman carros si no tienen ruedas-. Siempre la vena del hombre del campo... Después de un largo silencio sentenciaba: -Las estrellas brillan mucho. Esta noche caerá mucho rocío. Mañana no podremos coger tomates hasta media mañana porque si los coges mojados se pudren enseguida.

***

Hace unos días telefoneó mi hermano: Vicent había sufrido un infarto cerebral y estaba en coma en el hospital. Hoy, hace unas horas, ha vuelto a telefonear: Vicent había muerto a media tarde.

***

La muerte es un fastidio. Nada más. No estoy triste: sólo fastidiado. Morir joven sería una tragedia. Pero morir cuando uno ha tomado de la vida casi todo lo que se puede tomar (y es consciente de ello) es, simplemente, un fastidio. No sé si me explico.

viernes, 5 de octubre de 2007

El don de la felicidad

No son pocos quienes, al ser interrogados con una pregunta tan directa como "¿Tú qué quieres ser?", responden: "Quiero ser feliz". Generalmente son personas cuyas vidas se han visto zarandeadas por circunstancias generadoras de conflictos, de problemas.

Muchos piensan que la felicidad es un objetivo en sí misma, una meta que puede conquistarse. Yo pienso que no es así. Creo que es una consecuencia del estilo de vida que uno sigue, catalizada en gran medida por mecanismos mentales del propio individuo. Es una sensación personal e intransferible que traduce en términos quasi físicos los corolarios de hechos y acciones en las que intervenimos. Es un estado de ánimo, es decir, un reflejo mental de nuestra interpretación del mundo en el que vivimos. Por tanto, sentirse feliz, ser feliz, depende más de la actitud de uno mismo ante las circunstancias que de dichas circunstancias. Es, en gran medida, un don, algo que uno posee sin saber exactamente la razón. Aunque, si uno escarba hasta las capas profundas de uno mismo, quizá encuentre que ese don lleva aparejada una fuerte dosis de comprensión, de tolerancia y de optimismo.

Ser feliz en la vida, disfrutar ese don, es importante. Por el contrario, la infelicidad es una sensación minadora, corrosiva, patológica, aniquiladora a veces.

Como todo don, la felicidad va y viene, tiene sus grados. Y ante esos caracoleos veleidosos del don solemos ponernos nerviosos, perdemos la serenidad. Hace algún tiempo recuerdo haber leído en una de sus gacetillas periodísticas una frase de Antonio Gala que venía a decir: "No aspiro a la felicidad sino a la serenidad. La primera es un don; la segunda, un aprendizaje". Puesto que podemos aprender, aprendamos a vivir con serenidad. Quizá de ese modo disfrutemos mejor el don de la felicidad.

jueves, 27 de septiembre de 2007

De los adioses

El verano se ha llevado por delante varios blogs personales que solía visitar con cierta asiduidad. De algunos no estoy seguro que haya cesado su actividad: simplemente he observado cómo languidecían, cada vez más espaciadas, sus nuevas entradas hasta caer en un largo silencio. Otros lo dejan bien claro en un último artículo de despedida.

Un blog, sea cual fuere su naturaleza e intención, no ha de ser eterno (¿hay algo que lo sea?). Supongo que ya estará hecho el estudio sociológico de la blogosfera (aunque lo desconozco), pero mi impresión de blogger novel (de menos de dos años) es que la levedad temporal es el signo predominante de ese "universo" todavía tan joven, y que la duración en activo de un blog es directamente proporcional a la edad del autor, salvo excepciones. Tiene su lógica porque los cambios en función del tiempo son tanto más acusados y rápidos cuanto más joven se es, y la incidentalidad de esta ventana virtual tiene mucho que ver con esas situaciones de cambio o estado personal.

Reconozco que me produce sensaciones encontradas el enmortecimiento o la cesación de un blog. Por un lado me alegro, porque mi naturaleza optimista me hace suponer que el autor ha entrado en una nueva fase creativa que reclama otras prioridades, otra manera de distribuir su tiempo u otros medios de expresión. Por otro me apena porque es como cortar bruscamente el cordón umbilical que supone un enlace por el que, de alguna manera, fluyen líquidos cordiales.

Esa fluencia me la ha hecho notar de manera vívida Zorro007 al mencionarme en su artículo de despedida de hace un par de semanas. Y, si en parte me he alegrado del cierre de su blog porque, por las explicaciones que da, es un signo claro de progreso y madurez y una solución a determinados problemas que relata en dicho texto, otra parte de mí se duele por la interrupción de un hilo comunicador. Se ha dicho muchas veces que esto que hacemos aquí es comunicar(nos).

A veces me pongo ñoño. Será la puta vejez...

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Vacaciones en Moscú

Por fin he podido tomarme unos días de vacaciones. El verano ha sido duro: sobre mi cabeza y mi escritorio pendía el compromiso de terminar un libro. A finales de agosto pude darle carpetazo y entregar el mamotreto al editor. Pero... a principios de septiembre tenía exámenes en la Facultad. Bueno, el caso es que el 8 de septiembre, con la maleta cargada con ropa de otoño me fui volando a Moscú. En principio pensaba hacer el triángulo Moscú-San Petersburgo-Berlín. Pero el tiempo no me daba para tanto, así que concentré los nueve días disponibles en Moscú.

Allí ha llegado ya el otoño invernal, con algunos días desapacibles, lluviosos. Pero he podido pasear por enésima vez las calles del viejo Moscú, degustar comidas multiétnicas, ir al teatro clásico y dormitar junto a una pipa de agua en cierto café-restaurante libanés, acompañado siempre de buenos amigos.

Como muestra he preparado este pequeño reportaje fotográfico que espero os guste. Por cierto, en el título he escrito por error octubre en lugar de septiembre.


miércoles, 5 de septiembre de 2007

¿Un callejón sin salida o una huída hacia delante?

Varios comentarios a mi entrada anterior inciden y desarrollan aspectos relacionados con el último párrafo, aquel en el que hago una llamada hacia una actitud más responsable de respeto hacia y conservación del medio ambiente donde cada cual vive. El meollo parecería, en principio, cuestión de educación, de devolver al urbanita cierta sensibilidad perdida hacia la comprensión de la Naturaleza. Pero intuyo que el problema tiene raíces mucho más profundas.

Ya he escrito en alguna ocasión que el éxito mayor de la especie humana, y lo que permite abrigar mayores esperanzas de que el ciclo evolutivo continúe, es que, poco a poco, en el proceso de hominización, se fue transformando en un animal progresivamente desadaptado en relación con el nicho ecológico en el que vive. Así, pasó de ser un cazador-recolector (como el resto de los seres vivientes) a ser un productor generador de excedentes, actuando sobre el medio en su propio provecho. Inventó y ha desarrollado tecnologías para hacer mayor ese aprovechamiento, hostigado por estadígrafos como la renta per cápita, el producto interior bruto y un largo etcétera de variables que hay que incrementar constantemente porque así es como se concibe el progreso.

Las sociedades hubieran podido escoger otros objetivos para definir el progreso, pero el hecho cierto es que son los que son. Como lo es también que para lograr esos objetivos el medio natural está siendo sometido a una intensa explotación en determinadas regiones que lo está alterando. Los países son tanto más desarrollados cuanta mayor capacidad tienen de explotar y transformar el medio (el suyo o el del vecino). Y todo eso significa suelos extenuados por una agricultura intensiva que cada vez recurre más a fertilizantes sintéticos para mantener o aumentar la productividad, factorías que vomitan toneladas de productos tóxicos a la atmósfera o a las aguas, agrupaciones humanas que generan toneladas de basura difícil de digerir...

Los más radicales dirán: "¡Que se pare todo eso! Volvamos a una forma de vida más natural" (yo reconozco que no sería capaz de definir en qué consistiría una vida más natural). Los más pasotas dirán: "Que siga la cosa, y los que vengan detrás que pechen con las consecuencias". Otros, no pocos, diremos: "Demos soluciones aplicando mejores tecnologías para disminuir el impacto ambiental y tratemos de alcanzar el crecimiento cero en los países desarrollados, mientras apoyamos el desarrollo con nuevas tecnologías en los subdesarrollados para, alcanzada cierta cota, equilibrarnos todos en el crecimiento cero". Esto último es lo que se acabará haciendo (de hecho ya se está haciendo en una muy pequeña parte) porque, desde que el mundo es mundo, nadie ha matado nunca su gallina de los huevos de oro. Pero de lo que no podemos zafarnos es de que todo progreso material agrede necesariamente al medio.

¿Por qué no se ponen soluciones, que las hay, a problemas tan acuciantes en algunas regiones como la polución? Sencillamente porque son soluciones que cuestan dinero, encarecen los productos, disminuyen la competitividad y obligan a subir los impuestos. Todo medidas políticamente nefastas en el momento actual. Es un juego de equilibrio entre política y mercado. Se ponen parches cuando la situación es insostenible.

La industria electrónica, y en particular el sector informático, es una de las causantes de mayor grado de polución ambiental del planeta. Y no sólo en el proceso de fabricación de casi todos los componentes sino, más aún, en la dificultad de su reciclado una vez obsoletos los aparatos. La basura informática es la más contaminante, pues envenena con elementos metálicos pesados que no hay manera de reabsorber o neutralizar por procesos naturales. El reciclado de pilas y baterías es un problema tan descomunal que se está optando, como se hace con los residuos radiactivos, por ocultarlas en depósitos enterrados en zonas deshabitadas. Pero, ¿quién de mis lectores, usuarios de ipods y otros cacharros electrónicos portátiles, que sin duda tira las pilas usadas en el contenedor puesto al efecto por la municipalidad, sería capaz de renunciar a su uso?

Uno de los quid de la cuestión es precisamente ése: ¿a qué estaríamos dispuestos a renunciar para disponer de un ambiente más saludable? ¿Cuántos estarían dispuestos a regresar voluntariamente a la caverna? Porque, no lo olvidemos, el que yo esté confortablemente sentado ante mi ordenador ha creado y creará polución en Taiwan, Singapur, Corea o qué sé yo dónde...

Con demasiada frecuencia nos comportamos como si los problemas los causaran otros y nosotros sólo los padeciéramos, sin querer darnos cuenta de que, como consumidores de progreso, somos eslabones de una cadena que a todos nos arrastra.

domingo, 26 de agosto de 2007

El calentamiento global: esa gran mentira

Ya sabemos que los medios de comunicación no son políticamente neutros. Ya sabemos que los políticos son esencial y estructuralmente cínicos y moralmente reprobables por embusteros casi siempre. De lo que se deduce, aplicando la propiedad transitiva ("Sillín" es a "Sillón" como "Cojín es a "X"), que los medios mienten al son de los hilos que los tienen tomados por los "X".

Y digo esto porque gracias a los medios de comunicación de masas, en todo el mundo se habla del Calentamiento Global como hecho incontestable cuando, en realidad, es una pura TEORÍA elaborada de manera interesada por los gobiernos cabeza de serie del Primer Mundo. En las Ciencias Experimentales, como es la Meteorología, toda teoría ha de verse corroborada por la realidad (de forma empírica) y ha de tener carácter predictivo. De manera que, si ciertas causas producen determinados efectos, sea posible establecer conclusiones (leyes) de carácter general. La Teoría del Calentamiento Global propone que SI la Tierra aumenta de forma global su temperatura (hipótesis) se producirán cambios climáticos que pueden afectar de manera importante al ecosistema humano (tesis). Hasta ahí estaría de acuerdo con la formulación. Pero, como es sabido, hace falta la demostración para que la tesis pueda ser validada. Y ahí es donde falla el tinglado.

Ya es muy sospechoso que la Oficina Mundial del Cambio Climático sea dependiente de la ONU, el organismo más vendido a los intereses de "los cuatro grandes" que existe sobre esta Tierra "recalentada". Ya es muy sospechoso que los fondos para investigar seriamente temas de climatología provengan de esa fuente "onuesca". Ya es muy sospechoso que más de un millar de "científicos" de todo el mundo fueran invitados a firmar, hace algunos años, un documento de adhesión a dicha Teoría, lista que ha sido hecha pública (el curriculum vitae de muchos de ellos cabe en la cara de un folio) pero no se publicó la de los otros tantos que no firmaron.

La Teoría se basa en que el anhidrido carbónico (CO2) en la atmósfera produce un "efecto invernadero" que calienta la superficie. Nadie duda que eso sea cierto aunque, para entender el proceso en su globalidad, hay que decir que la atmósfera contiene otros gases (nitrógeno, oxígeno y vapor de agua principalmente) y son todos ellos los que protegen a la Tierra de las pérdidas calóricas excesivas. Pero, dando por bueno que un exceso de CO2 aumentaría el "efectro invernadero", todavía está por demostrar una relación evidente entre la tasa de ese gas y el calentamiento global. Y, como el incremento de CO2 se ha dicho que depende directamente de la actividad humana industrial, está claro que es el hombre actual, industrializado y motorizado, el causante y responsable del calentamiento global. Pero, curiosamente, lo que sí se ha demostrado es: a) que el aumento de la temperatura no está relacionado con la actividad industrial (efecto antrópico), b) que primero aumenta la temperatura y luego, cierto tiempo después, aumenta el CO2. Bueno, y también se han demostrado otras muchas cosas más que echan por tierra la relación gas carbónico-calentamiento global-industrialización.

Toda esa sarta de memeces en torno al calentamiento global y el cambio climático no tiene ningún respaldo científico, y muchos científicos los saben. Pero lo que la Ciencia no puede demostrar se ha dejado en manos de voceadores, los periodistas, y así, a base de cantar la misma copla, lectores y telespectadores se la han aprendido y creído, y algunos de ellos, luciendo ideologías "verdes" (muy encomiables, por cierto, si son honradas sus intenciones), las vociferan teñidas de las más negras amenazas catrastrofistas. Desde hace unos cuantos años, "Niños", tifones, galernas, maremotos y otras muchas desgracias naturales se presentan en los medios de comunicación convenientemente adobadas para dar la impresión de que el mundo se dirige irremediablemente hacia la destrucción apocalíptica. Pero no dicen, porque no les interesa, que desde que el mundo es mundo esas catástrofes se han venido produciendo periódicamente. Lo que entonces no había eran unos medios de comunicación de cobertura mundial para convertirlas en noticia en cuestión de segundos. Se enteraban sólamente quienes las padecían.

¿Por qué se siguen, entonces, voceando catástrofes inminentes? Porque hay intereses político-económicos detrás. A los países industrializados no les interesa que el mundo subdesarrollado mejore su posición y se oponen con uñas y dientes al progreso del Segundo y Tercer Mundo. ¿La (trágicamente risible) excusa?: No se puede aumentar la tasa de CO2 en la atmósfera porque peligra la subsistencia del planeta (cuando en realidad lo que peligraría es el actual status quo). Y mientras tanto, se pasan por el forro de los "X" los compromisos de Kioto porque conocen de sobra los entresijos de la farsa que ellos mismos han urdido. Porque, ¿sabías que una erupción volcánica lanza a la atmósfera en muy poco tiempo más CO2 que cientos de años de actividad industrial de un nivel como el actual?

Los cambios climáticos NO TIENEN ninguna relación ni con el calentamiento global ni, por descontado, con las emisiones de dióxido de carbono. Hace unos días, Ostra, un (o una) comentarista habitual de mis artículos me proporcionó un enlace que habla muy sesudamente del tema. Si tenéis un poco de tiempo ved este documental:

http://www.rebeliondigital.es/prensaextranjera/La_gran_estafa_del_Calentamiento_Global.htm

Habiendo dejado bien claro (espero) que no me creo las mentiras catastrofistas y que considero que los cambios climáticos son algo natural nada catastrófico (o no necesariamente catastrófico) que comienzan a ser algo predecibles sobre otras bases científicas, también quiero dejar claro que me preocupa el mal uso que estamos dando a los espacios naturales: polución, basura, superpoblación, incendios. No hay peligro de que incidan en ningún cambio climático pero hacen incómoda y desagradable la vida de uno. Todos deberíamos ser más civilizadamente cuidadosos de nuestro entorno inmediato. Pero está visto que a algunos, aun sufriendo terrores nocturnos por miedo al cambio climático, les importa tres "X" tirar basura en el campo cuando van de picnic. Y no digamos ya el poco respeto al medio que han venido luciendo las explotaciones industriales del sector primario.

viernes, 17 de agosto de 2007

VBI SVNT...?

Me proponía Iván hace unos días que participara en una especie de meme, pero de tema bastante más serio de lo corriente, en el que, por lo que he podido leer en su artículo, uno reflexionara sobre aquellas cosas o personas que en algún momento fueron importantes en su vida, pero fueron quedando orilladas en el camino. Es el viejo tópico latino del Ubi sunt qui ante nos in mundo fuere? que tanto influyó en algunas corrientes literarias medievales con el tema de la muerte como telón de fondo (la Muerte como elemento igualador de ricos y pobres, nobles y plebeyos...), y cuyos últimos coletazos nos llevarían en la literatura castellana hasta Jorge Manrique, pero aquí en tono "bloguero" menor, referido a circunstancias personales.

Lo he intentado. He hecho el esfuerzo de revolver el baúl de los recuerdos tratando de encontrar a esas personas, cosas y circunstancias de la vida que en el pasado representaron algo importante para mí, y las he encontrado, claro está. Pero no he conseguido asociarlas de ningún modo al sentimiento mezcla de angustia y nostalgia del Ubi sunt...? La mayoría de esas personas siguen conmingo formado, en distintos grados de relación interpersonal, mi mundo. Y quienes ya murieron me dejaron su parte en herencia que sigo disfrutando y no me agobia su ausencia (salvo algún caso muy concreto y en momentos muy puntuales, pocos, de horas bajas) porque tengo muy claro que somos seres leves y esa levedad me empuja a ser realista a mi manera: hay lo que hay, y lo demás cuenta poco. No echo a nadie de menos porque cuando necesito a esa persona, sencillamente voy a su encuentro donde ella está. La pérdida por muerte de un ser querido provoca una crisis muy fuerte, es verdad. Pero es inútil rebelarse contra esa situación. Lo saludable es asumirla por inevitable y reorientar la vida con otras perspectivas. Somos seres leves, pero vivos y con energía. Y debemos ser prácticos.

No echo de menos ninguna cosa porque estoy rodeado de todas las que me son gratas, y si alguna que no tengo necesito, hago por conseguirla poniendo el esfuerzo que sea necesario, como suelo hacer habitualmente.

No siempre fue así. Antes, al compás de otras circunstancias vitales, busqué y sintonicé con las personas que me merecieron la pena para compartir el camino. Antes hice muchos planes de futuro y me apliqué para hacerlos realidad. Pero no añoro ninguna etapa de mi vida ya vivida más allá del dulce (o agridulce) recuerdo que sugiere haberla superado. El pasado es sólo eso: pasado e irrepetible. Tanto da que acertara o me equivocara: no hay vuelta atrás. Aprendí muy pronto que los actos del presente fugaz pueden influir sobre el futuro pero los del pasado no (aquí habría mucho que matizar pero lo dejo para otra ocasión). Sólo valen como experiencia personal, lo cual no es poco.

Si, casi al final de la vida (como es mi caso), uno no ha conseguido una buena dosis de tranquidad de conciencia y madurez para afrontar todos los problemas del vivir (y del morir) con serenidad, ¿a qué otras cosas puede aspirar ya?

Lo siento, Iván, pero el Ubi sunt...? no me sugiere nada fuera del tópico culterano.

jueves, 9 de agosto de 2007

El "Thinking Blogger Award"

Supongo que cada cual tiene sus propias motivaciones a la hora de armar un blog y llenarlo de contenido. Supongo, también, que en el blog cada uno vuelca una parte o faceta de su forma de ser y pensar. Para mí es un entretenimiento, una diversión y, a menudo, una digresión de mis actividades cotidianas. Sus entradas suelen tocar temas leves (aunque no por ello sin sustancia), como leve entiendo el hecho de ser y vivir, con toda su transitoriedad y finitud. No es un espacio sesudo ni trascendente, ni pretende serlo. Para las cosas "serias" que tienen que ver con mis actividades profesionales utilizo otros canales de comunicación ad hoc.

Aunque no es una preocupación obsesiva tener muchos lectores, faltaría a la verdad si dijera que no me importa no tenerlos. Ya no tengo edad para ciertos circunloquios y pajas mentales, y proyectarme hacia ninguna parte me parece necedad: para esos ejercicios íntimos ya se inventaron hace mucho tiempo los diarios personales, algo esencialmente distinto de un blog "abierto al público", aunque sea a un público desconocido. El matiz es importante.

¿Qué sucedería si fuera obligatorio que el autor de un blog se identificara con nombres y apellidos, domicilio, etc.? ¿Habría una desbandada? Si así fuera algo estaría fallando en la sociedad "bloguera" porque una cosa es utilizar un seudónimo y otra muy distinta ampararse o esconderse en la impunidad del anonimato. Pero, en fin, tal como están las cosas el seudónimo permite salir de sus cuevas a quienes de otro modo quizás no tendrían valor para mostrar lo que muestran y su blog resulta así una terapia que sin duda les es beneficiosa. No lo critico negativamente en absoluto.

Lo cierto, en mi caso, es que mantener activo este blog ha generado vínculos de comunicación, un cierto clientelismo con un (afortunadamente) numeroso grupo de personas con intereses muy divesos. Las hay jóvenes y menos jóvenes, lo que viene a demostrar que el "universo bloguero" no es privativo de ningún sector de edad concreto. Las temáticas son también diversas: pinitos literarios (en prosa o en verso), diarios más o menos íntimos, actualidad, moda, música, cine-TV, crítica literaria, crítica político-social, entretenimiento, misceláneos...

Todo este largo proemio viene a cuento del premio (diría más bien mención honorífica) Thinking Blogguer Award, que no sé quién lo habrá inventado pero que me ha llegado de la mano de tres de mis asiduos lectores. Entiendo que se me ha concedido la mención porque algunos de mis artículos les han movido especialmente a la reflexión. La concesión lleva consigo la responsabilidad de escoger a otros cinco blogguers en activo y transmitirles que son también acreedores de tal distinción según mi criterio. Es una árdua tarea que no pienso eludir pero que, en el fondo, me parece injusta porque leo asiduamente más de cinco blogs que lo merecen. Dejo fuera de mi lista, porque ya la tienen, y muy merecidamente, a Mariluz, Horus y Eduardo.

A los autores que con frecuencia me mueven a la reflexión probablemente les tiene sin cuidado esta mención (a mí también, pero sigo el juego):

Mari (Con pasto en la lengua de agua) me impacta con sus narraciones breves.

Júlia (La panxa del bou) hace una excelente crítica literaria y cinematográfica. Es mujer muy comprometida con lo que hace y deja en ello una parte importante de sus muchos saberes y vivencias.

Rafael Barceló Durazo es un joven y ameno narrador de su intra-historia (en el sentido azoriniano del término) con una vitalidad fuera de lo común.

Swirlies (Palm+Stars) mete entre col y col algunas lechugas que me hacen reflexionar sobre la problemática vital de la gente muy joven. A veces se dispersa, pero... se comprende que así sea.

Derber (Como D) es un jovencísimo fabulador que hay que leerlo para creerlo. Sus textos tienen calado, mucho.

¡Lástima que sólo pueda proponer cinco menciones...!


martes, 31 de julio de 2007

Unos días en Portugal

He tenido unos días el blog un tanto abandonado. ¿La razón? Uno de mis viajes por motivos profesionales, en esta ocasión a Portugal. He preparado un pequeño reportaje de mis andanzas, que cuelgo a continuación. Espero que guste.




viernes, 20 de julio de 2007

Las preguntas de Montano

En uno de los comentarios a mi entrada anterior, Miguel Montano me hace tres preguntas cuya contestación, dice, aclararía algunos aspectos oscuros o contradictorios de mi persona tal como se expresan en la encuesta. Creo que las respuestas bien pueden dar lugar a una nueva entrada, ahora que los calores caniculares y una cierta flojera veraniega me tienen con el cerebro un tanto acorchado. Son cuestiones personales, pero como mi costumbre es contestar casi siempre a quienes me dejan algún comentario y, por otro lado, las respuestas no rompen ningún secreto (de hecho, sobre alguno de esos temas ya he tratado con algunas pinceladas gruesas en trabajos anteriores), trataré de responder a mi inquiridor.

Pregunta Montano, en relación con la respuesta al punto 52 de la encuesta: "¿Por qué no quieres tener hijos?". Verás, aunque obviamente no estoy en contra de la paternidad y de la perpetuación de la especie, en el ser humano esa ya no es una función primordial del individuo sino de la especie, a mi modo de ver. Superada la servidumbre de las reacciones instintivas a las que, según parece, se ven sometidos el resto de los seres vivos, el ser humano puede decidir con un cierto grado de libertad si sus relaciones sexuales tienen como objetivo la procreación o hay otros objetivos. Ahí la educación y formación de cada cual es fundamental para encontrar la postura que le parezca más correcta. Por otro lado, la paternidad-maternidad es cosa de dos (bebés-probeta aparte). Durante los años que he vivido en pareja (nunca matrimoniamos oficialmente) decidimos de común acuerdo y reflexión no tener hijos. ¿Razones? Varias, pero las más contundentes tenían que ver con nuestras respectivas dedicaciones profesionales que, sobre todo en mi caso, implicaban largas temporadas fuera de casa. No hubiera sido justo dejarle a Ella casi toda la carga de la crianza y educación de una posible prole. Tampoco pensaba Ella que su fin y justificación en la vida fuera la maternidad; su profesión la absorbía tanto como a mí. Sobre el tema de la paternidad responsable ya expuse alguna de mis ideas en otro artículo. Alguien podría pensar que esa es una postura un tanto egoísta, pero sus argumentos se desmontan fácilmente: hay otras formas de vivir que obligan o recomiendan el celibato (una manera peculiar de rechazar la paternidad-maternidad), y no me vale que me digan que sus razones son más elevadas o altruístas que las nuestras. Además, nunca prescindimos de la actividad sexual (en cada tiempo a su medida), que siempre fue un importante nexo de unión.

¿Que si hubiera tenidos hijos les habría enseñado muchas cosas? Por supuesto, pero ese no es un argumento de peso en pro de la paternidad, ni depende de ello hoy en día la perpetuación de unos conocimientos, principios e ideas. Las estadísticas indican, tristemente, que los padres juegan un papel pequeño en la educación de los hijos, aunque yo hubiera procurado no estar en el grupo más numeroso de esa estadística. Sin embargo, si me abstuve de tener hijos, no he rechazado la responsabilidad de apadrinar a cinco, hijos de familiares y amigos. Y te aseguro que me preocupé y me sigo preocupando de sus vidas (todos son ya casados menos la pequeña Loreto, de 6 años, primogénita de mi ahijado Carlos). ¿Sabes qué les intenté enseñar a mis ahijados?: A pensar con independencia (tener personalidad) a través del hábito del estudio (la cultura = conocimientos es el mejor armazón de la madurez); a tomar decisiones y a responsabilizarse de ello; a razonar con argumentos, no con pasiones. Te equivocas, Montano, si piensas que lo importante es enseñar a tu hijo lo que tú sabes. Es más importante enseñarle a que aprenda por él mismo y facilitarle la manera de lograrlo. De ese modo podrá llegar a saber más que tú, y eso sí que es verdaderamente importante. Y, en todo caso, dar buen ejemplo enseña más que mil jaculatorias.

En relación con el punto 39, me recriminas que sea fumador. Algo de razón tienes cuando dices que fumar es malo. Pero te equivocas si piensas que el fumar tiene alguna sinergia negativa con la diabetes incipiente que padezco (que, por cierto, la llevo perfectamente controlada a base de régimen alimenticio). El tabaco, como el alcohol y otras drogas blandas que no pruebo, no es bueno; pero de ahí a que sea malo, malo... No seré yo quien haga apología del tabaco. Creo que todo exceso hay que saber controlarlo, aunque algún desmadre ocasional no le venga mal al cuerpo de pecado. Cada cual debe ser consciente de sus limitaciones y no pasarse de la raya en damasía. A mí el freno me lo ponen las revisiones médicas periódicas y una endocrinóloga que es una perfecta ama de llaves inglesa.

Finalmente, Montano, hablas de la soledad como si yo viviera instalado en un aislamiento reverencial ajeno al mundo, alimentándome sólo de los recuerdos. Nada más lejos de la realidad. Que viva solo en mi casa sólamente quiere decir que suelo dormir sin compañía, aunque recibo visitas a menudo de familiares que se quedan unos días conmigo. Porque la mayor parte del día me encuentro rodeado de gente agradable, en mi despacho o en la universidad o en reuniones. Y mi vida social es muy activa, para mis años. Buscar de nuevo una pareja no es solución ni, mucho menos, una obsesión. Mi vida afectiva está cubierta y bien cubierta. Y, como bien dices, la vida sigue su curso y yo me aferro a ella todavía con más ilusión por el futuro que nostalgia por el pasado.

Espero haberte aclarado algunos de esos puntos oscuros. Y, como se decía antes en los programas de radio, "saludo a la concurrencia que me estará escuchando".

jueves, 12 de julio de 2007

Meme que me pasa Swirlies

¿De qué vale decir que no me gustan los memes si luego no puedo resistirme a las invitaciones? Esta me llega de un joven amigo de estos pagos virtuales, Swirlies, que anida en un blog en el que refleja sus multivariantes facetas. Hay que contestar 100 preguntas. ¡Qué coñazo...!

1.- Sexo: Varón.
2.- Cumple: 19 de septiembre, Virgo, ¡qué le voy a hacer...!.
3.- Familia: Soltero, pero con cinco ahijados oficiales y otros varios "pegados" que me han dado mucha guerra, según sexo y edades.
4.- Color de la piel: Blanca; espalda pecosa, dicen (yo no me la he visto nunca aunque confieso haberlo intentado alguna vez haciendo ejercicios de contorsionismo delante del espejo).
5.- Estatura: Más o menos 1,75m.
6.- ¿Cuándo ha sido la última vez que has estado más triste?: Cuando murió Ella, hace de eso 11 años por estas fechas. Un infarto.
7.- Momento en que te has sentido muy feliz: Varios; cuando me di cuenta de que sabía leer de corrido; cuando conquisté a la primera chica, aunque no fuera la definitiva; cierto viaje con Ella a París en las vacaciones de 1973; cuando me doctoré acompañado de mi familia, porque era el colofón de los sacrificios y apoyo de todos ellos; cuando se casó mi primer ahijado, etc...
8.- Músicos como los que quieres ser: Amo la música pero nunca me he planteado la composición o la interpretación como profesión; "zapatero, a tus zapatos...". En todo caso, y como modesto flautista aficionado, me gustaría tocar como Jean-Pierre Rampal para poder aliviar a mis amistades del martirio de escucharme cuando se me atraviesa un pasaje musical difícil.
9.- Lugares que regularmente visitas: Las casas de mis amistades, cierto restaurante gallego de Madrid, los teatros, el Auditorio Nacional de Madrid, alguna taberna castiza...
10.- ¿Qué días son los que puedes ver más películas?: Ninguno en especial. Voy poco al cine y el DVD tampoco lo uso demasiado.
11.- ¿Cuál es el significado de tu nombre?: Alude a que soy añoso (podría ser abuelo = yayo); Salva es apócope de patronímico. Me lo puso un joven amigo.
12.- ¿Qué tipo de persona te consideras ser?: Amable, receptivo, desprendido...
13.- Canción favorita para cantar en el Karaoke: ¡Qué horror! ¡Karaoke! En un día de desmelene, quizá La barca, de Los Panchos.
14.- Primer amor: Tras un par de escarceos fallidos, Ella... Teníamos 19 años.
15.- Primer beso: Con una turista francesa, a los 17 años.
16.- Película favorita: Unas cuantas, generalmente de realizadores europeos.
17.- Flor favorita: Ninguna.
18.- Programa favorito: Ninguno.
19.- ¿Qué te gustaría ser?: Me gusta ser lo que soy y perfeccionarlo cada día.
20.- Libros favoritos: El Quijote (Cervantes), Cien años de soledad (García Márquez), El Principito (Saint-Exupéry), por abreviar.
21.- Lugar que te gustaría visitar: Islandia; es una fijación juvenil desde que leí Viaje al centro de la Tierra, de Verne, siendo un chaval.
22.- Comida favorita: El arroz en paella o al horno.
23.- Fruta favorita: La naranja.
24.- Color favorito: El verde.
25.- ¿Cuál es la mejor cosa que has hecho?: Vivir enamorado.
26.- ¿Cuál es tu aparato más importante?: Ninguno en especial; cambia todo tan deprisa...
27.- Algo que quisieras decirnos: Ahora no se me ocurre ninguna frase lapidaria.
28.- Gente que recuerdas: A mis años..., ¡muchísima!
29.- Gente en la que piensas: Depende del momento y la circunstancia.
30.- ¿Si tú murieras?: Uno menos a pagar impuestos.
31.- Algo bueno de ti: La curiosidad.
32.- Algo malo acerca de ti: ¿Ser exigente?
33.- Personas que respetas: Todas, en general.
34.- ¿Cuál sería tu regalo favorito en tu cumple?: La manifestación de afecto en cualquiera de sus formas.
35.- ¿Cuál es la cosa más difícil que has hecho?: Sacar buena nota en Latín en mis años de Universidad. Procedía de un bachillerato en el que no se daban lenguas clásicas y en la Universidad el nivel de exigencia era ya muy alto.
36.- ¿La letra Q o A?: Q de quintaesencia de las cosas.
37.- Hobbies: Leer, escuchar o interpretar música, la siesta...
38.- ¿En qué te consideras que eres muy bueno?: En nada. Diría que soy bastante corrientito.
39.- ¿Qué hábitos tienes?: Uno bastante caro y feo: soy fumador impenitente.
40.- ¿Qué serías capaz de hacer por la persona que amas?: Pensando en tiempo pasado, cuando se ama sin cálculo ni mesura se hace todo lo que conviene al caso.
41.- ¿Qué te gustaría recibir de la persona que amas?: Pensando en tiempo pasado, me dio cuanto necesitaba.
42.- ¿Qué te gustaría hacer con la persona que amas?: Ahora, venerar su recuerdo y recordar lo vivido en los años compartidos.
43.- Lo que más amas en todo el mundo: Despertar cada mañana y sentir la vida a mi alrededor.
44.- Animal favorito: El ser humano.
45.- ¿Cómo estás vestido?: Desvestido, diría yo: en calzoncillos. Hace calor, estoy solo en casa y no espero visitas a estas horas.
46.- ¿Qué tipo de gente no te agrada?: Las personas fatuas y arrogantes.
47.- ¿Cuándo sientes que estás débil?: Cuando no me apetece escribir ese artículo o ese trabajo prometido.
48.- ¿Qué es lo que te quita el stress?: Una buena siesta.
49.- ¿Cuándo has herido a alguien?: Conscientemente, no lo recuerdo. Pero sin duda a alguien debo haber herido en alguna ocasión. Confío en que me haya perdonado.
50.- ¿Qué es lo que piensas al verte al espejo?: "¡Vaya tipo decadente...! ".
51.- Cosas que más lamentas: Tenerme que morir. Se está tan bien vivo...
52.- Número de hijos que quieres tener: Cero. Esa tarea siempre se la recomiendo a otros.
53.- ¿Cuál es tu saludo al teléfono?: "¡Hola! ¿Dígame?" Mi primo Vicentico siempre contesta: "¡Meee...!" . Así sé que es él.
54.- ¿Cómo es el clima de hoy?: Una mañana radiante que comienza a ser calurosa.
55.- Número favorito: Ninguno en especial.
56.- ¿Cuánto es lo que puedes beber?: En general poco; debo cuidarme de mi incipiente diabetes. Alguna cerveza, quizá.
57.- ¿Con quién has dormido fuera?: Corramos un tupido velo...
58.- ¿Alguna vez has querido escapar de tu hogar?: ¡¡Noooo...!!
59.- Chica ideal: He preferido las de carne y hueso, asequibles.
60.- ¿Qué es lo que quieres decirles a tus amigos?: La amistad se demuestra más con hechos que con palabras.
61.- ¿Qué quieres comer en este momento?: Un buen desayuno: un montado de jamón serrano a la plancha chorreando grasilla y abundante café con leche.
62.- ¿Cómo es tu personalidad?: Nunca me he parado a pensar en una autodefinición; ahora tampoco.
63.- Regularmente, ¿cuándo vas al baño?: Cuando hace falta, ¿no? Soy bastante metódico en eso, afortunadamente.
64.- Religión: Agnóstico.
65.- ¿Qué prefieres, dar o recibir?: Una pregunta un tanto confusa... Ya sabéis lo del chiste del Dante y del Tomante...
66.- ¿Cuál fue tu día mas recordable?: Tengo muchos días memorables en mi haber. No sabría escoger. En todo caso, véase el punto 7.
67.- Moda: Me tiene sin cuidado.
68.- ¿Cuántas horas duermes?: Unas seis o siete. Habitualmente de un tirón y roncando a pierna suelta.
69.- ¿Cuándo no te quieres a ti mismo?: En alguna hora baja. Pero yo no lo llamaría así.
70.- ¿Cuándo te sientes feliz?: Muy frecuentemente. La vida está llena de situaciones agradables.
71.- ¿Qué haces cuando estás solo?: Estudio, me dedico a mis aficiones, etc.
72.- ¿Con cuántas chicas has tenido una cita?: Es evidente que esta es una encuesta para gente joven. Yo he perdido la cuenta, aunque tampoco es que haya sido un Don Juan.
73.- ¿Qué es lo primero que miras en una chica?: Por este orden: la cara, el busto y las caderas-culo. Me gustan rellenitas, pero sin pasarse. Las flacas me dan cierta dentera.
74.- ¿Cómo clasificarías tu vida de lo bueno y lo malo?: Digamos que satisfactoria.
75.- ¿Cómo eres?: Entre pícnico y cerebrotónico.
76.- ¿A quién prefieres, a tu mami o a tu papi?: 50/50, cuando vivían.
77.- ¿Cuándo peleas con alguien?: Físicamente, nunca. Dialécticamente, a menudo.
78.- ¿Cuando alguien quiere terminar?: Pues se termina... No me gustan los enjuagues.
79.- ¿Si la persona que tú más amas tiene una terrible enfermedad?: Trataría de acompañarla en todo momento. En mi caso, Ella no me dio tiempo: un infarto.
80.- Si tus padres no quisieran a la persona que amas, ¿qué harías?: En mi caso no se dio. Si se hubiera dado, hubiera tratado de convencerles y si no lo hubiera conseguido les habría dicho que mi vida es mía, principalmente, y de los demás, accesoriamente.
81.- ¿Qué vas a hacer después de terminar este test: Echarle mal de ojo a Swirlies por la trabajera... Es broma: desayunaré.
82.- ¿Qué piensas de los noviazgos?: Que deben ser largos, maravillosos e inolvidables.
83.- Apodos: No tengo, que yo sepa, aparte de mi nombre de guerra bloguero.
84.- ¿Qué es lo que tienes al lado de ti?: Un cenicero con varias colillas, un paquete de cigarrillos, un mechero y la cubierta de un disco de Paul Anka que estoy escuchando.
85.- Películas que quisieras ver: Ninguna en especial.
86.- Películas que más recuerdas: Matar a un ruiseñor, Cinema Paradiso, Muerte en Venecia, etc.
87.- Personas que ves mucho: Mis compañeros de trabajo, mis alumnos.
88.- Deporte favorito: Las siestas de pijama y orinal.
89.- ¿Cómo es tu estilo de cabello ahora?: Clásico, con la raya a un lado, sin disimular la calvicie de la coronilla. De joven me peinaba "a lo Marlon".
90.- Estación favorita: El otoño madrileño es maravilloso, todavía.
91.- ¿Qué es lo que tienes en tu mochila?: No uso mochila. La usaba de joven, cuando practicaba montañismo.
92.- ¿Cuántas tarjetas tienes?: La de la Seguridad Social y un par de tarjetas bancarias.
93.- ¿Cuándo estas triste?: (Se nota que el mismo encuestador comienza a estar ya hasta las bolas de las preguntitas). En las horas bajas.
94.- Tipo de chica que no te gusta: Las flacas, huesudas y/o bigotudas. Aunque, como decía mi padre, en un baile, con las feas siempre hay chance.
95.- Personas que no te agradan mucho: Las mismas de la pregunta 46.
96.- ¿Hasta qué edad te gustaría vivir?: Hasta que el cuerpo aguante. No tengo prisa por morirme.
97.- ¿Si ganaras un millón de dólares...?: ¡A ti te voy a decir lo que haría con un millón de dólares!
98.- Canciones que recomiendas: Todas las de mi blog musical. Esto es, declaradamente, publicidad.
99.- La verdad acerca de ti: ¡Échale imaginación...!
100.- Últimas palabras: ¡Por fin el final de la encuesta!

PS. Swirly, necesito tiempo para pensar en una venganza acorde con la magnitud de la trabajera que me has dado. ¡Te odio cordialmente!

lunes, 2 de julio de 2007

Crónica en imágenes de un viaje a Grado y Aquileia

Como lo prometido es deuda, aquí os dejo este videoclip de mis andanzas por Grado y Aquileia (Italia). Espero que os guste.


martes, 26 de junio de 2007

El meme de las ocho sentencias

Me ha llegado por dos conductos diferentes la invitación a escribir en ocho sentencias otros tantos rasgos característicos de mi persona para que así mis cuatro lectores tengan algunos datos más sobre cómo es el Yayo Salva. Aunque soy bastante refractario a seguir cadenas de memes, viniendo la invitación de Dalia, una joven colega cuyas sabrosas anécdotas no deberíais dejar de leer, y Té la mà maria (en calatán, "Tiene la mano María", ¡malpensados! ¡Jejeje...!), un blog "binario" ácrata, críptico y polifacético, no puedo declinarla.

1.- Nací un 19 de septiembre hacia las 12 del mediodía, en casa, como era costumbre entonces. Pesé más de 4 kg al nacer y he sido gordito casi toda mi vida, menos entre los 15 y 18 años, cuando di el estirón y ahora, que ciertos achaques me han obligado a recuperar y guardar la línea. Contaba mi madre que al poco de nacer ya estaba pidiendo teta: toda una declaración de intenciones.

2.- Siempre fui buen estudiante, no tanto por gusto como por necesidad. Mi familia era muy modesta y la única manera de poder estudiar el bachillerato y una carrera universitaria era mediante becas y ayudas oficiales, para lo cual necesitaba un buen expediente académico. Con el tiempo le tomé gusto a la cosa, y ya véis... Soy un vehemente defensor de la enseñanza pública.

3.- Pero no creáis que me dediqué sólo a los libros. ¡Qué va...! Nunca tuve fama de empollón. Siempre me ha gustado compartir tiempo y situaciones con las amistades, cada cosa en su momento. Por ejemplo, de joven me encantaba bailar y me sigue gustando mover el esqueleto. Los últimos bailes que aprendí fueron la bossa-nova, el limbo-rock y la yenka. Ahí me retiré. No me gustan los bailes discotequeros, pero todavía disfruto bailando "agarrao" un buen slow o un bolero e incluso (con moderación) un rock clásico o un twist. También soy un forofo de la música, pero eso creo que ya lo sabéis porque de cuando en cuando os castigo con algún fragmento en alguna entrada.

4.- Mi mayor contradicción es intentar ser ordenado sin conseguirlo nunca. Ni mi despacho ni mi estudio causan buena impresión, de entrada. Pero en ese aparente caos hay una cierta lógica que me permite encontrar las cosas. Yo mismo estoy perennemente a disgusto con la situación, pero...

5.- En mi ya larga vida hay pocas cosas y pocas personas que me hayan decepcionado por completo. Dos de ellas son la política y los políticos. Siempre trato de encontrar explicación a esas acciones decepcionantes y, aunque no las encuentre justificables desde mi punto de vista, al menos trato de comprender por qué han sucedido. Aunque quizá no sirva ya para nada.

6.- No soy en exceso previsor. Puestos a elegir entre la cigarra y la hormiga, me quedaría con un híbrido de ambas. Y, desde luego, en vacaciones soy cigarra total. Hace muchos años leí en el prólogo de una novela de Giovanni Guareschi algo así: "Yo nunca me he arrepentido de dejar para mañana lo que hubiera podido hacer hoy". Se me quedó grabada la idea, pero no he sido capaz de ponerla en práctica totalmente. Tampoco aquello de "por la mañana no hago nada y por la tarde lo paso a limpio".

7.- Me revienta la nouveau cuisine. Me parece un timo para anoréxicos/as. Tampoco soporto el fast food. No me gustan la pizza ni la pasta fuera de Italia (y no en todos los restaurantes de allá; la pizza sólo en Nápoles). Prefiero los guisos caseros.

8.- Soy hombre de un sólo amor desde mis 19 años, y aunque ella ya se fue, algo suyo se quedó conmigo, lo suficiente para seguir tirando del carro de la vida.

No quiero pasarle a nadie el compromiso de adherirse a la idea de escribir un meme de este tipo, pero si alguno de los lectores se anima a ello, pues adelante.

viernes, 22 de junio de 2007

Solsticio de verano y Noche de San Juan


Los solsticios han sido desde la más remota antigüedad fiestas señaladas en el calendario solar. En nuestro calendario actual el solsticio de verano es el 21 de junio pero eso importa poco. Lo importante es que ese día el sol está más horas luciendo que en ningún otro (en el hemisferio norte). Y, a la recíproca, es la noche más corta.

Sin duda fueron los pueblos agrarios primitivos, tan pendientes (y dependientes) de las estaciones para asegurarses las cosechas, quienes descubrieron los ciclos repetitivos del calendario solar. El lugar sagrado de Stonehenge, en el sur de Inglaterra, es probablemente uno de los centros de culto druídico más antiguos que conocemos (se remonta a unos 4600 años atrás) y su colosal arquitectura megalítica es un complejo y preciso reloj solar.

En la mitología druídica la noche de ese día especial era una noche de magia y encantamiento. Se encendían grandes hogueras para comunicar su energía al Sol, se celebraban rituales de culto solar y se ejecutaban sortilegios para hacer propicia la voluntad de las divinidades en todos los ámbitos de la vida. Pero no sólo en el Viejo Mundo se festejaban los solsticios; también en el Nuevo hay ancestrales tradiciones en ese sentido.

En la antigua Roma el solsticio de verano coincidía con las fiestas de Apolo y, cuando arraigó el Cristianismo, había que cristianizarlas. Y la festividad de San Juan Bautista se encargó de ello. Si la memoria no me falla, es el único santo y mártir cuya fiesta se celebra el día de su nacimiento, no el de su muerte (aunque también se recuerda el día de su degollación, creo que a finales de agosto). Pero, ¿qué sabemos de esa fecha, la de su nacimiento?

Aunque todos los evangelistas glosan aspectos de la figura del Bautista en sus textos, sólo Lucas narra las circunstancias milagrosas de su nacimiento (Lc 1). Dice Lucas que Isabel, la madre de Juan, estaba embarazada de seis meses cuando fue a visitarla la Virgen, su prima, para comunicarle a su vez la Anunciación de Jesús (Lc 1, 36), y es en esa visita cuando la Virgen recita ese bellísimo, inspirado y grandioso texto que es el Magnificat (Lc 1, 46-55). María permaneció "como unos tres meses" junto a Isabel (Lc 1, 56) y regresó a su casa, por tanto, poco antes del parto. Hagamos cuentas: si aceptamos que el nacimiento de Jesús fue un 24-25 de diciembre, la Anunciación debió ser a finales de marzo; en esa fecha Isabel estaba en su sexto mes de embarazo y pariría, por tanto, a finales del junio. Hecho así el cómputo, la fecha del 24 de junio resulta conveniente y no queda lejos del solsticio de verano, que es el 21-22 de junio.

Nada nos dicen los textos sagrados sobre la vida de San Juan antes de inicar su actividad pública bautizando en las aguas del Jordán. Ni siquiera se sabe dónde nació. El evangelista nos da como único dato, con motivo del viaje de la Virgen, que "... fue a la montaña, a una ciudad de Judá" (Lc 1, 39). Ello no es óbice para que en el arte religioso se represente en ocasiones un San Juan adolescente o incluso niño (San Juanito) desde avanzado el Renacimiento y sobre todo en el Barroco. Pero sus atributos son siempre los del San Juan adulto. En Hispanoamérica ha arraigado en muchos puntos la devoción a San Juanito.

Rafael: San Juanito

La noche de San Juan se celebra en casi todos los lugares cristianizados con hogueras. Hay quienes piensan que es en recuerdo de la acción de Zacarías, su padre, que encendió fogatas para dar a conocer a los vecinos el feliz nacimiento del Bautista. Pero nada de ello dicen los evangelios. Me temo que es un esfuerzo por cristianizar el cúmulo de tradiciones ancestrales de las fiestas paganas que han ido confluyendo en esa noche mágica. Porque en la noche de San Juan, dicen los creyentes, se rompen las ataduras de lo ignoto, de lo subterráneo y los espíritus malignos se materializan. El momento crítico son las 12 de la noche, cuando termina el 23 y comienza el 24 de junio. Entonces, mientras suenan las doce campanadas, uno puede invocarlos y pedirles un deseo.

La tradición pagana y la cristiana discurren prácticamente en paralelo, aunque con algunos préstamos mutuos. Del paganismo ha tomado la noche de San Juan el fuego, la hoguera. Asimismo, el culto pagano ha incorporado a sus divinidades telúricas la idea cristiana del Demonio. Sin embargo el bueno de San Juan es sólo un convidado de piedra, el simple señalador de un hito, de una fecha, sin que juegue ningún papel a invocar en ninguna de las dos tradiciones.
Que la magia de esa fecha os sea propicia..., (pero a ver qué pedís).

viernes, 15 de junio de 2007

En Aquileia y Grado (Italia)


Voy a estar ausente una semana de mi casa. Las obligaciones profesionales me llevan a una reunión en la región de Trieste (Italia), a dos hermosos pueblos (que todavía no conozco), Aquileia (declarado Patrimonio de la Humanidad), con un pasado arqueológico riquísimo que va desde época romana hasta medieval, y Grado, en una estrecha península que se adentra en el mar y que ofrece deliciosas playas al acalorado visitante.
Ya os contaré a mi regreso.

viernes, 8 de junio de 2007

El calentamiento global



El 5 de junio se ha celebrado el Día Mundial del Medio Ambiente. Un tema serio es el del discutido calentamiento global como consecuencia del cambio climático inducido por acciones antrópicas.

Reconozco que soy bastante escéptico sobre las causas del cambio que aducen los catastrofistas pero reconozco también que nunca hasta ahora la humanidad ha interactuado tanto con (contra) la Naturaleza, y las cañas pueden volverse lanzas. Pero desde que el mundo es mundo han acaecido muchos cambios climáticos drásticos: al menos cuatro importantes en el último millón de años que, sin duda, influyeron en el proceso de humanización de un grupo de homínidos. A un cambio climático se debe, por ejemplo, el poblamiento antiguo de América, hace entre 70.000 y 30.000 años en números redondos. Hace 35.000 años las tierras de la actual España disfrutaban todavía de un clima tropical en cuyos pastizales pastaban manadas de elefantes, rinocerontes, etc. Hace unos 10.000 años el desierto del Sahara era un vergel cuyos paisajes y animada fauna de sabana han quedado vívidamente representados en las pinturas y grabados rupestres de cuevas y abrigos habitados por los hombres prehistóricos en numerosos puntos de la enorme región sahariana.

En resumen, el cambio climático viene, imparable, de lejos, de cuando el ser humano todavía no había decidido erigirse en "rey de la Creación". ¿Que lo estamos ahora acelerando? Es posible, aunque soy poco proclive a creerme las soflamas agoreras.

Mientras tanto, las reuniones del G8, una risa...

PS. Siento no poder dar los créditos de la imagen que ilustra este texto. Me la envió por e-mail hace unos días un alumno.


lunes, 4 de junio de 2007

Las urnas milagreras

El pasado domingo 27 de mayo fueron las elecciones a las Alcaldías y Comunidades Autónomas españolas y pude darme el gustazo de ver cómo la izquierda moderada a la que me siento ideológicamente vinculado perdía estrepitosamente en Madrid, mi circunscripción. No podía ser de otro modo, con los impresentables que encabezaban las listas de elegibles. Y más gustazo aún cuando ambos "cabeza de serie" reconocían públicamente su fracaso y dimitían.

Pero lo más sorprendente es que, ¡oh milagro!, según sus líderes, todos los partidos que concurrieron a las urnas ganaron en estas elecciones. Recordé una vez más aquel dicho de un querido profesor de Geopolítica de mis años de bachillerato: "Hay tres clases de mentiras, por orden de gravedad creciente: las mentirijillas, las grandes mentiras y las estadísticas". El político siempre puede retorcer las estadísticas hasta encontrar el lado favorable a sus intereses y contentar a los papanatas. Lo cierto es que en Madrid el Partido Popular (PP) se alzó con una clara victoria.

Y ahora viene lo bueno. Comentábamos ayer en una terturlia de café una anécdota que circulaba, según la cual el portal de chueca.com se había visto saturado por un aluvión de "peperos victoriosos" lanzando mensajes amenazadores contra la comunidad homosexual. El asunto es tragicómico. De nuevo la turba vocinglera, al más puro estilo fascista (quizá los jóvenes ya no sepan qué es eso), daba rienda suelta a su homofobia aunque, desde luego, conocían esa URL que yo desconocía hasta hace unos minutos.

En mi inocencia, fiel creyente en la tolerancia, pensaba que esas fobias habían quedado confinadas en los reductos del catolicismo oficialista y carcamal. Quizá por eso me ha sorprendido esa explosión de intolerancia, de ser cierta. Claro que los líderes del PP, salvo honrosas excepciones, no dan precisamente lecciones de tolerancia en sus discursos. Otra cosa es lo que harán entre las bambalinas. Lo malo es que esas actitudes públicas llegan a calar en personas dispuestas a creérselo. Y luego pasa lo que pasa...

martes, 29 de mayo de 2007

En torno a los Conciertos de Brandenburgo, de J.S. Bach

Hoy me he sentido especialmente sensibilizado para escuchar la integral de los Conciertos de Brandenburgo, BWV 1046 al 51. Son tan variados dentro de la unidad que forman, que su audición-lectura resulta refrescante, reparadora. Bach escogió minuciosamente los instrumentos solistas de cada uno de ellos para ensayar la mayor gama posible de recursos expresivos y de combinaciones de fuga y contrapunto. Había, por otra parte, que quedar bien ante el margrave (algo así como el marqués) de Brandenburgo, a quien se los dedica, y es bien sabido el desvelo del músico por impresionar con su arte y poder ganar unas perrillas con las que sacar adelante a su prolífica familia.

Los Brandenburger están construidos sobre la cuerda barroca clásica: dos violines, viola, violonchelo y bajo continuo. Con ella dialogarán, según en qué BWV, los oboes, los cornos, el fagot, la flauta, la viola da gamba y la trompeta. El autor exige a los solistas un cierto grado de virtuosismo aunque, en mi opinión, no un extraordinario virtuosismo como se dice a menudo en los folletos y críticas. Excepto en el trompetista.

Hace muchos años, debió ser en 1972 o 1973, la Orquesta Nacional de España (ONE) había invitado al trompetista francés Maurice André (un auténtico maestro del instrumento) para actuar como solista en un par de los Conciertos para trompeta de Torelli. Después del concierto fui a cenar, como era habitual, con un grupo de amigos, músicos valencianos de la ONE, y en esa ocasión nos acompañaba también Maurice André. No era infrecuente que algunos solistas invitados, especialmente instrumentistas de viento, se apuntaran a aquellas cenas-tertulias. En ellas se hablaba sobre todo de música, de la recién interpretada, de las anécdotas ocurridas durante el concierto que casi nunca llegan al público. Hablar de música desde el punto de vista del intérprete es bastante distinto a hacerlo desde el punto de vista del autor o del musicólogo o del crítico o simplemente de oyente. El intérprete es realmente quien desentraña hasta lo más profundo las intenciones del autor.

Hablábamos de la dificultad de algunos pasajes de los Conciertos de Torelli y Maurice nos confesó que hacía una "pequeña trampa" para salvar algunos intervalos particularmente dificultosos: había hecho añadir un cuarto pistón especial a la trompeta, que facilitaba las cosas. "Pero -nos dijo- ni aun con esa ayuda se pueden salvar bien las dificultades del Concierto de Brandenburgo nº 2. Es más que evidente que Bach no lo escribió para la trompeta sino contra el trompeta". Yo me permití recordarle una grabación suya que acaba de salir hacía poco con I Musici y que me parecía impecable. "¡Ufff...!" -dijo, sonriendo con una mueca muy expresiva. Interpreté que daba a entender que había sido muy trabajoso conseguir una buena grabación.

No tengo a mano aquellos vinilos pero para ilustrar esos pasajes "contra el trompeta" bien vale la grabación de Thomas Stevens con miembros de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles bajo la batuta de Pinchas Zukermann. Stevens, por cierto, resuelve con suficiencia esos trinos y arpegios infernales, aunque no puede evitar desafinar o trabarse ligeramente en alguno de ellos. Y es que Bach obliga a la trompeta a situarse constantemente en la octava más aguda mientras el resto de instrumentos solistas, la flauta, el violín y el oboe deambulan por tesituras cómodas.

Escuchad y lo comprobaréis.

lunes, 21 de mayo de 2007

La conjura de los necios



Los pasados días de forzosa inactividad por mi convalecencia he vuelto a releer por enésima vez La conjura de los necios, de J.K. Toole. No sorprende que su atormentado y joven autor se suicidara poco después de escribir la novela, cuya publicación como obra póstuma ganó el Pulitzer y le elevó al Olimpo de las letras norteamericanas. A buenas horas mangas verdes...

El personaje principal, Ignatius Reilly, es un goldinflón intelectualoide, masturbador infatigable, revolucionario a su manera, en guerra declarada contra todo el mundo y todas las ideologías y con ideas absolutamente peculiares sobre la decencia y buen gusto. A los 30 años se ve obligado a abandonar las sórdidas estancias en las que vive a cargo de su madre y salir a la calle a ganar algún dinero para subsistir. Es un choque brutal contra un sistema operado por "necios conjurados" contra él y contra todo lo que para él tiene algún sentido. Un mundo, como afirma en varias ocasiones su espíritu crítico, "carente de geometría y de teología".

Dicen los entendidos que La conjura de los necios tiene muchas lecturas y me parece muy cierto. A mí, al menos, cada vez que la he leído me ha sugerido nuevas situaciones e interpretaciones. Y ahora, que estamos en plena campaña electoral en España para elegir nuevos representantes en los gobiernos regionales y municipales, no he podido evitar sentirme un poco como Ignatius, zarandeado desde el Gobierno y desde la Oposición por unos necios conjurados, los políticos, que hacen su avío con unas maneras que no casan ni con mi idea de la decencia y ni con la del buen gusto.

Ignoro cómo podría evitarse esa conjura de necios (políticos) porque, a diferencia de Ignatius Reilly, no me siento capaz de ofrecer alternativas. Sólo me queda programar una escapada para el fin de semana de las votaciones, para ejercer mi sagrado derecho democrático a no votar ninguna lista de impresentables.

PS. Quizás he dejado traslucir con demasiada vehemencia mi decepción ante los políticos y sus políticas. Para mí la POLÍTICA es otra cosa y otras maneras.

viernes, 18 de mayo de 2007

He cumplido un año "bloguero"


Esta mañana he caído en la cuenta de que soy un jovencísimo blogger que acaba de cumplir un año. Así que he decidido hacerme un regalo de cumpleaños. Llevaba algunos meses con problemas en la unidad lectora de CD de mi equipo de alta fidelidad, una Pioneer PD 5500 que tartamudeaba y me hacía cosas desagradables. Así que avanzada la mañana he ido a la calle madrileña de la Alta Fidelidad y, tras algunas consultas y pruebas, me he traído conmigo una Harman/Kardon HD 950 cuyas características están de acuerdo con mis exigencias. Además, lee MP3, cosa que no hacía la vieja (cuando la compre hace unos 15 años todavía no se había inventado eso).

Mi equipo de Alta Fidelidad es una parte importante de mi infraestructura doméstica. Instalado en mi estudio ocupando algunos estantes de la biblioteca, me porporciona muchas horas de solaz y es motivo de audiciones y animadas tertulias con las amistades. Desde muy joven me apasionó la música y la alta fidelidad, afición que comparto con un buen grupo de amigos.

Mi equipo lo forman:

Un viejo amplificador Dual CV120 de 60+60 watios eficaces de salida (pero que va de maravilla).
Dos cajas acústicas herméticas Miniwatt de 130 litros, cada una con un buffer de 25", dos motores de medios y dos tweeter de agudos.
Dos platos giradiscos semiprofesionales Thorens TD 125 MKII, con dos cápsulas Shure V15 y dos Shure M75, para según qué discos de vinilo.
Un magnetófono Revox A77 (la joya del conjunto).
Una pletina de cassette Dual C901 Autoreverse (otra joyita).
Una pletina grabadora de analógico a digital Philips CDR 570.
Un sintonizador multibanda de radio Sansui T-80.
Una unidad lectora de CD Harman/Kardon HD 950 (la nueva, a ver cómo se porta).
Un mezclador SM 808 con ecualizador visual.
Unos auriculares (para no molestar con la música a horas intempestivas) Sennheiser HD414, de baja impedancia (otra joya).

Me diréis algunos que ahora se llevan otras cosas, más simples, más miniaturizadas. Ya lo sé, pero soy mayor, llevo más de 40 años coleccionando música en conserva en todos los formatos que se han ido inventando en esos 40 años y no soy capaz de renunciar a escucharla en su forma original. Diréis: además de viejo, cabezón... ¿Qué se le va a hacer?

domingo, 13 de mayo de 2007

De paella


No hay ninguna celebración familar en ningún rincón del mundo que no contemple en algún momento la reunión en torno a la mesa. El acto de comer se convierte así en un ritual íntimo y, a la vez, compartido, participativo. Todas las culturas verdaderamente sólidas, arraigadas, ancestrales, tienen sus manjares típicos para las distintas celebraciones.

En mi tierra, el Reino de Valencia, uno de esos típicos platos propios para celebrar un acontecimiento señalado es el arroz en paella o, dicho de forma rápida, la paella. Decir "voy de paella" significa que uno va a reunirse con la familia o amigos para celebrar algo con una comida de mediodía (la paella, en mi tierra, nunca se cena; eso es cosa de turistas).

La paella se ha convertido en un plato de la gastronomía internacional lo cual equivale a decir que, en general, se puede comer casi en cualquier parte algo que alli llaman "paella" pero que a saber... Tampoco en mi tierra se comen buenas paellas en cualquier restaurante. Pero las hechas en casa de acuerdo con el ritual, con todas sus variantes, están siempre buenas. Por eso casi nunca vamos de paella fuera del ámbito familar, salvo a algunas casas de comida en las que sabemos que saben guisarla de acuerdo con el canon.

Luego está la estúpida discusión sobre cómo y de qué debe estar hecha una paella valenciana. Digo estúpida porque quienes animan esa discusión han olvidado (o no lo han sabido nunca) lo fundamental: la paella es, sencillamente, una de las mil formas de guisar el arroz que, en este caso particular utiliza un recipiente especial muy abierto y sin apenas altura lateral (que es a lo que realmente llamamos paella o caldero, al recipiente donde se guisa; llamarlo "paellera" es puro madrileñismo; en mi tierra una paellera es una señora que guisa paellas). Con la paella se reparte el fuego por toda la base y queda un arroz seco, entero y en su punto de textura. Discutir qué se le echa a la paella para acompañar al arroz es otra estupidez: se echa lo que se tiene a mano, como para cualquier otro arroz. Por otra parte, mi tierra es tan variada en ecosistemas (la costa de pescadores, las riberas agrícolas, las tierra de secano, la montaña...) que en cada sitio tienen lo que tienen y no por eso van a dejar de guisar un arroz en paella. Pero es verdad que con el tiempo se han ido decantando ciertos "menús": que si marinera, que si de carne, que si mixta, que si a banda...

Para mi gusto (que coincide con el familiar), mi arroz en paella ha de tener un sofrito de tomate y ajos, algunas verduras de temporada y, de tropezones, pollo, conejo y costillitas de cerdo. Todo condimentado con azafrán y un puntito de pimentón dulce. Y si hay pato que se quiten los demás tropezones.

Otro aspecto que hace que la paella sea para mí el plato familar por excelencia es la forma de comer el arroz, un hábito que se está perdiendo como tantos otros. El arroz hay que comerlo dentro de la propia paella cuando, tras unos minutos de reposo fuera del fuego, está templado, y hay que comerlo con cuchara a poder ser de madera; es cuando sabe más exquisito. La paella se coloca encima de la mesa y los comensales se sientan en torno a ella, cuchara en mano. Cada cual es dueño del sector circular que tiene delante, una especie de triángulo con el vértice en el centro de la paella. Si en tu terreno sale algún tropezón que no te gusta lo amontonas en el centro para que pueda cogerlo otro a quien le interese (si el arroz está bueno, suelen sobrar la mitad de los tropezones). Cuando has agotado tu sector completamente tienes derecho a entrar en el de tus vecinos inmediatos si andan más rezagados, lo cual da lugar a todas las bromas imaginables.

Comer arroz en paella es, como veis, un ritual con sus reglas.

domingo, 6 de mayo de 2007

Desde mi pueblo

Estoy sentado ante una máquina en un cibercafé de mi pueblo, abarrotado de gente joven que me mira, unos con curiosidad, otros con extrañeza. Debe ser cosa de la hora, casi mediodía del domingo Día de la Madre.

Me concentro en la tarea que me ha traído aquí: escribir. Desde hace unos días me atosiga la idea de escribir sobre vosotros, los amigos que han ido pasando por esta página abierta y han dejado comentarios interesándose por mi salud. Os diré que mi recuperación es muy satisfactoria, según los médicos, y que espero en una semana más poderme reintegrar a mis tareas de despacho en el museo y volver a dar mis clases en la universidad. Ambas actividades las echo de menos ya.

Pero decía que quiero escribir sobre vosotros. Intento imaginaros en vuestras actividades cotidianas pero es esfuerzo vano porque, salvo de muy pocos, apenas conozco algún retazo que habéis ido dejando colgado en vuestras entradas. Tampoco puedo hacerme una idea cabal de vuestras caras (ese espejo del alma, dicen algunos) en todos los casos. Busco en la memoria las fotos que algunos habéis publicado de vuestros viajes o vuestras fiestas. De otros sólo tengo imágenes parciales: unos ojos, una boca. De la mayoría, una viñeta alegórica. Se hace difícil conversar con esos fragmentos anatómicos. Pero como detrás estáis cada uno de vosotros entero y verdadero, a esos “todos personales” les digo que ha sido una experiencia maravillosa el contacto establecido. Eso hace que mi blog, más que una experiencia personal, sea una experiencia colectiva. A todos, a los jóvenes y a los menos jóvenes, os digo que entrar en vuestras páginas me resulta una experiencia gratificante. Todas tienen su atractivo: temas livianos, incluso triviales, que me hacen recordar que el mundo es un teatro diversísimo; ensayos literarios juveniles sorprendentemente “maduros”; crónicas de la vida que hablan de actividades vitales; inquietudes y reflexiones personales que invitan a reflexionar sobre temas importantes; artículos de maduros profesionales. Siento a mi alrededor infinidad de ventanas abiertas para que mire hacia el interior de otras casas y, lo confieso, no puedo (ni quiero) evitar sentirme en ocasiones involucrado en lo que allí veo.

Estos días que paso en mi vieja casa del pueblo abarrotada de recuerdos y de libros, al cuidado amoroso de mis dos cuñadas, curioseando en viejas carpetas con cuartillas amarillentas garabateadas hace muchos años he encontrado un poemilla que escribí en abril de 1963. Os lo copio, no sin cierto rubor y vergüenza ajena:

EN LA DISTANCIA

Que la distancia nos separa y nos atrae
es un flujo vital que me alimenta,
ahora que la senda que anduvimos tantas veces
embriaga de azahar mis pasos vacilantes.

En la distancia, envuelta con encajes de susurros,
tu imagen se filtra como el sol en los naranjos
y llena mis pupilas de luces imposibles,
calidoscopio soñado, o real, o visión mágica.

Me asomo a la distancia y un vahído
de ausencias me aproxima con su vértigo
al cálido perfil de tu presencia imaginada.

Junto a mí, o quizás dentro, la oquedad
de tus formas alejadas se hace túrbido
alimento de un deseo aplazado inevitable.