lunes, 29 de diciembre de 2008

"¡Noooooche de Paaaaz!..."

El ejército israelí lleva tres días bombardeando la franja de Gaza y causando cientos de muertos y heridos, muchos de ellos población civil, según la prensa. “¡Nooooche de Paaaz! ¡Nooooche de Amooooor!...”. Claro, que ni los unos por judíos ni los otros por mahometanos creen en los misterios navideños.

Es la vieja historia: israelitas y filisteos a la greña los unos contra los otros, como hace 3000 años pero con mejor tecnología. Y los unos y los otros enarbolando por bandera unos dioses creados a su imagen y semejanza para justificar guerras santas, invasiones territoriales y masacres sin cuento. Hoy, como hace más de 3000 años, el pueblo de Israel ocupa por la fuerza un territorio que es su “tierra prometida” por designio divino y la “limpia” de infieles, del mismo modo que Josué puso cerco y asoló Jericó tras 40 años vagando con su “pueblo elegido” por el desierto de Sinaí. Claro, que el Éxodo tal como lo narra La Biblia es una recreación mítica sin ninguna apoyatura histórica en sus partes fundamentales y lo de la franja de Gaza una cruel realidad.

No deja de ser interesante hacer notar que muchas partes fundamentales del Pentateuco se redactaran en tiempos del exilio babilónico o durante la restauración post-exílica (siglo V a.n.e.), es decir, cuando los dirigentes judíos necesitaban fijar una ideología que justificara la catástrofe política y económica y el resurgir de la nación.

No sé en qué va a parar esto. Por el momento las actitudes internacionales se limitan a declaraciones grandilocuentes reclamando un alto al fuego que, una vez impresas en papel, no sirven ni para papel higiénico (ya ni el papel es lo que era).

Mientras tanto, los de la “¡Noooche de Paaaaz…” nos prepararemos para el cotillón del día 31 y para afrontar la cuesta de enero. Que por ahora, y visto a esta distancia, aquello más que una guerra de exterminio parece un castillo de fuegos artificiales. ¡Perro mundo!...

domingo, 21 de diciembre de 2008

Un paseo por el centro de Ciudad de México

En octubre pasado estuve una semana en Ciudad de México. No volvía por allá desde 1975. Noté grandes cambios respecto de lo que recordaba de esa enorme urbe. Recuerdo que cuando estudiaba Geografía Humana en mis años de universidad, allá por los años 1960, mi maestro ponía la conurbación de México como el ejemplo más claro de un absurdo de agregado humano. Creo que así es, con todo lo que ha crecido (y también mejorado en algunos aspectos). El centro de ciudad de México es sólo la parte más amable de ese hormiguero, que apenas se percibe desde Zona Rosa, que es donde se encontraba mi hotel, relativamente cerca del Museo de Antropología. Pero al salir en coche hacia destinos periféricos (por ejemplo Teotihuacán) uno percibe esa realidad suburbial durante kilómetros y kilómetros.

En el DF tuve la oportunidad de encontrarme con algunos colegas blogueros y conocerlos en vivo y en directo, y compartir mesa y mantel en algún restaurante típico. Y también de pasear por el centro. Os dejo un pequeño reportaje fotográfico de aquellos días inolvidables.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Croniquilla de un viaje a la Baja California (México)

Cuando comuniqué mi intención a mis amigos mexicanos de pasar una semana de vacaciones en Mexicali la reacción fue unánime: “¿Mexicali? ¿Que te vas una semana a Mexicali? ¡Pero si en Mexicali no hay nada!...". Pero resulta que en Mexicali me estaba esperando mi amigo Aristóteles, y sí había mucho que charlar y muchas cosas que ver. Además, Mexicali estaba en plena feria. Luego fuimos al pueblo donde vive, a Puerto Peñasco, un enclave de turismo de playa de primer orden. Pero yo prefería la belleza adusta del paisaje subdesértico, el escudo volcánico de El Pinacate, etc.

Vi carteles indicadores de direcciones con nombres familiares: Caborca, Hermosillo, lugares en donde habitan “bloggers” que frecuento y que sentí no tener tiempo para visitarles personalmente.

Os dejo un montaje con imágenes de aquellos días inolvidables. ¡Gracias, Hugo, por tu hospitalidad!


viernes, 7 de noviembre de 2008

Ocho días en Atenas

Esta vez es Atenas el destino de mi viaje y con él espero dar por terminado mi periplo de este año, más viajado de lo que en principio pensé. Grecia es un país que me resulta familiar. Su paisaje, típicamente mediterráneo, se parece mucho al de mi tierra: costas accidentadas y escabrosas entre las que se extienden tramos de tranquilas playas de arenas limpias bañadas por un mar verdeazulado de aguas transparentes. En sus montañas, romero, tomillo, brezo, carrasca... Viñas y olivos en las terrazas de los campos.

Me alojaré en un tranquilo hotel cerca de la Plaza Omonia, a quince minutos de agradable paseo de las ruinas de la Atenas clásica, recorriendo las viejas calles del barrio Psyrri Monastiraki, y más o menos a la misma distancia del Museo Nacional de Historia, no lejos de Syntagma.

Atenas me hechiza. La reverente sorpresa de los primeros viajes –de eso hace ya muchos años- ha cedido la vez a un profundo sentimiento romántico (en el sentido decimonónico del término): sentarme en los restos de la gradilla del Ágora donde quizás Sócrates puso también sus huesudas posaderas muchos siglos antes; recorrer la cavea del teatro donde aún parecen resonar los diálogos de una tragedia de Esquilo o de una comedia de Aristófanes; escuchar en el silencio las viejas melodías del Odeon; y la omnipresente Acrópolis, la ciudad de los dioses. Sentarme a media tarde en un café del Observatorio a merendar mientras, al fondo, las nobles piedras del Partenón van cambiando su color hacia tonos amarillentos y ocres conforme va cayendo el crepúsculo.

La noche en el Pireo es una caja de sorpresas: tentadoras hetairas ofreciendo un repertorio carnal inolvidable –dicen ellas-; luego no es para tanto –dicen ellos-; alegres sirtakis en los abarrotados locales de copas; restaurantes que pregonan sus deliciosos menús de pescados y mariscos -¿quién puede resistir tamaña tentación ?…

PS – Sé que tengo un poco abandonada mi responsabilidad con este blog. Espero poder corregirla pronto.

jueves, 23 de octubre de 2008

El otoño

Después de una larga estancia en países tropicales, al regresar a Madrid el otoño me ha empapado de repente, casi con sorpresa. Cielos plomizos, llovinznas, las primeras gabardinas paseando bajo unos castaños de indias que van sembrando de hojas muertas las calles de la ciudad... Dicen que las estaciones influyen en el ánimo de las personas, que la primavera "la sangre altera" y el otoño es un tiempo proclive a la reflexión. No sé. Quizás...

A mí me gusta el otoño. Será porque en el ciclo de la vida me encuentro en esa etapa otoñal y siempre he procurado vivir de acuerdo con el signo de los tiempos. Me gusta experimentar ese primer escalofrío de la mañana mientras paseo camino del despacho. Me gusta la sensación de sentir las manos frías y acariciar el cálido vaso de café con leche en el bar de la esquina donde desayuno desde hace tantos años. Hasta diría que relamo con gusto esa pizca de melancolía que a veces me asalta en las tardes cada día más cortas, acechadas por una noche cada día más larga. La tarde invita a sillón, a pantuflas, a una buena novela, a té de hierbabuena..., mientras al fondo del salón los atavoces desgranan suavemente los melismas de una sinfonía de Sibelius.

Definitivamente, me gusta el otoño...

(Traigo la maleta repleta de imágenes de aquellos países en donde he estado. Os las iré mostrando poco a poco. Dadme tiempo)

lunes, 29 de septiembre de 2008

El Yayo Salva marcha a "hacer las Américas"

De nuevo el trabajo me tiene maleta en ristre, esta vez en dirección a México y Colombia. Del 1 al 5 de octubre descansaré en Mexicali y Puerto Peñasco, gracias a la hospitalidad de mi buen amigo Aristóteles. Me apetece conocer los parajes desérticos de la Baja California y Sonora.

Del 6 al 14 de octubre estaré trabajando en el Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México, en la revisión y embalaje de una exposición que se clausurará el día 5 llamada “España, encrucijada de civilizaciones”.

El día 15 volaré a Colombia, a Medellín, a comprobar las infraestructuras de una sala de exposiciones en la que instalaremos dentro de un mes la exposición que estaba en México.

Y, por fin, el 19 de octubre regresaré a mi casa, podré dormir en mi cama y reanudar mis actividades cotidianas.

Es una buena ocasión para conocer personalmente a los asiduos seguidores de este blog del DF y espero y deseo que se produzcan los encuentros. Mi correo está en el perfil y procuraré consultarlo a diario.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Namibia y Sudáfrica

Estoy teniendo un verano muy movido. Quizá demasiado. Últimamente he tenido que viajar a Namibia y Sudáfrica por cuestiones de trabajo. Bueno, en realidad el trabajo era en Namibia, en el extremo sur del Desierto de Namibia, en Oranjemund. Allí hay una enorme mina de diamantes. No es que haya cambiado de oficio, no. Es que las labores mineras han tropezado con con un importante depósito arqueológico y las autoridades namibias solicitaron colaboración a algunos expertos. Aquello es el desierto de arena más pelado que os podáis imaginar.


Terminada la tarea estuve descansando unos días en Sudáfrica, en Ciudad El Cabo y, con algunas fotos que tomé, he preparado una presentación que os invito a ver. Espero que os guste.




viernes, 15 de agosto de 2008

El modelo

Atender a diario el correo electrónico es una servidumbre que a veces se hace muy pesada. No lo digo por los corresponsales habituales, que siempre son bienvenidos y todos ellos esperados. Tampoco por el spam (¡qué coñazo!) que, al fin y al cabo, se tacha en bloque en un periquete (últimamente me asaetan los vendedores de Cialis y Viagra; me pregunto cómo se habrán enterado de que ya estoy algo andropáusico). Lo digo sobre todo por mis alumnos, que prefieren hacerme las preguntas que tomarse la molestia de buscar la respuesta en los libros, que es lo que hay que hacer. Antes, cuando no había correo, tenían que venir y encararse conmigo, lo cual era un freno como no os podéis imaginar.

Una de mis corresponsales habituales es mi amiga Ángela, especialista en encontrar por la red cosas raras o curiosas. Hace unos días me envió la imagen que viene a continuación:




En el pie, tan sólo “Miguel Ágel EEUU”.

La cosa tiene enjundia, la mires por donde la mires. Es evidente que la imagen parodia al David de Miguel Ángel, y una primera lectura sería que si el exquisito escultor tuviera hoy que esculpir un David adolescente, el modelo más frecuente que encontraría en EEUU sería como el de la foto. Pero detrás de ello hay una realidad con visos de futura tragedia: el exceso de peso, la obesidad en la población juvenil, la colesteronemia, las enfermedades cardiovasculares…

Para nuestras madres (las de los sesentones españoles actuales), que el niño estuviera algo gordito era un feliz desiderátum que indicaba salud y bienestar en la casa. Eran tiempos de hambres y necesidades aquellas décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado, por lo que había pocos niños gorditos. Ahora, gracias al fast food, a las chucherías y golosinas y a otras ofertas alimentarias dudosas, se ganan kilos con facilidad. Lo peor es que, lejos de corregir el problema, está surgiendo una nueva estética e incluso una moda específica para entrados en kilos.

Un amigo cirujano me comentaba en cierta ocasión que casi se les había muerto un gordo con apendicitis en el hospital porque pesaba 327 kg (ellos lo llaman obesidad mórbida) y no había ninguna mesa de quirófano capaz de soportar ese peso. Tuvieron que improvisar una mesa con un tablero y borriquetas de acero. ¡Y yo preocupado porque estoy rozando los 85 kilos!

martes, 29 de julio de 2008

El Traductor

Hace algún tiempo coincidí con una colega norteamericana en un congreso y le propuse que escribiera un artículo sobre sus investigaciones para una revista española de la especialidad. Aceptó encantada. Como la revista sólo publica textos en español, yo andaba entonces con muchas tareas por delante y no podía comprometerme a traducírselo, le pregunté si tenía la posibilidad de un traductor. Me dijo que sí, que no me preocupara, pero me pidió que revisara la traducción.

Hace unos días he recibido el original en inglés y la traducción. ¡Qué espanto! Mi querida amiga ha debido utilizar un traductor cibernético y me va a costar más corregir la traducción de la máquina que hacerla yo mismo.

Lo mejor está en el último párrafo, el de los agradecimientos. Dice la traducción:

Yo agradezco a (lista de cinco nombres, todos varones, entre los que está el mío) por sus muchas y rectas penetraciones…

Dice el original:

I am grateful to (lista de cinco nombres, todos varones, entre los que está el mío) for their many and right insights…

¡Como para fiarse del traductor!

Nota: Para que los no angloparlantes entiendan mejor el chiste, insight significa penetración en el sentido de perspicacia, pero también (y ese es el sentido en el que la autora utiliza el término) intuición, nueva perspectiva sobre algo.

martes, 15 de julio de 2008

La encuesta de mi amiga Reme

Mi amiga Reme, hace ya algunos años (¡figuraos, éramos treintañeros!), hizo una encuesta muy curiosa: durante varios meses, en las reuniones de amigos, cenas y otros eventos con gente de confianza se dirigía a un varón y le preguntaba seriamente mirándolo fijamente a los ojos: “Para hacer el amor, ¿tú que prefieres cantidad o calidad?

Si respondías “calidad” (como fue mi caso), sonreía unos segundos y comentaba a continuación, con sorna, mirando a alguno de los presentes mientras ladeaba ligeramente la cabeza con expresión pícara: “Otro que la tiene pequeña”.

Yo solté una carcajada y, a continuación, una grosería: “Pues sí, pero muy juguetona. ¿Quieres comprobarlo?”. Pero había otros que se quedaban unos segundos sin habla, como corridos. Probablemente Reme había acertado y la tenían pequeña. O se lo parecía a ellos.

En cierto modo se producía una situación similar a la de aquellos “brain-storm” que se pusieron de moda en los años 70 en las reuniones de los equipos de ejecutivos agresivos de las jóvenes empresas de entonces, cuando quien dirigía la reunión (generalmente una mujer experta en técnicas de motivación) se acercaba a alguno de los presentes, le miraba fijamente a los ojos hasta que notaba en él cierta incomodidad y le espetaba a bocajarro: “Oiga, ¿usted se masturba?”. Era una manera de medir la capacidad de reacción del interpelado ante una situación crítica.

Y no es que a la mayoría nos preocupe (o, mejor dicho, nos preocupara) si la tenemos grande o pequeña o si nos masturbamos o no –dejo a un lado los casos patológicos. Lo preocupante es que “eso”, que consideramos pertenecer a nuestra esfera más privada, se convierta de pronto en noticia pública. Tanto Reme como la directora de un “brain-storm” esperaban que el interrogado supiera improvisar una mentira convincente de manera rápida, porque ni a la una ni a la otra le interesaba lo más mínimo conocer la respuesta verdadera.

Pero…, ¿preocupante por qué?

jueves, 3 de julio de 2008

Minivacaciones en Moscú

El Yayo Salva se marcha unos días a Moscú, mitad trabajo, mitad placeres de los sentidos. Un año más tendrá que poner a prueba su capacidad de aguante a la vodka “Russian style” frente a aguerridos nativos que intentarán tumbarle. Pero eso será sólo un día, el día del “gran banquete” con infinidad de brindis, algo muy típicamente ruso.

El programa musical ya está completo y las entradas en el bolsillo:

Día 5 de julio, Teatro Stanislavsky, ballet “El Lago de los Cisnes”, de P.I. Tchaikovsky, con coreografía de Vladimir Burmeister.
Día 6 de julio, Teatro Helikon-Opera, “Le Nozze di Figaro”, de W.A. Mozart, dirigida por Dmitry Bertman.
Día 7 de julio, Teatro Bolshoi, ballet “Spartacus”, de Aram Khachaturian, con coreografía de Yuri Grigorovich.

El gastronómico se improvisará sobre la marcha, pero no faltará una visita a U Pirosmani (cocina georgiana) a comer sus ricas berenjenas “khachapury”, después de un agradable paseo por los jardines del monasterio de Novodevichy. Y la sopa “borsch” en el restaurantillo siempre atestado que hay frente al metro, camino del mercado de Izmaylovo. Y aquel restaurante libanés en la zona residencial de estudiantes de la Universidad, con chicas que bailan habilidosamente la danza del vientre por unos pocos rublos (quizá me fume mientrastanto una narguila con aroma de naranja). Y tomar un helado (“moroshnoe”) en cualquier puestecillo callejero…

Y pasearé como un turista más por la Plaza Roja, y tomaré las enésimas fotos a las cúpulas de San Basilio, y sentiré una vez más la incomodidad al pasar frente al matadero de disidentes y simples sospechosos que fue el antiguo edificio de la KGB en la calle Lublianka.

En fin, que amo Moscú, y todos los años me busco alguna excusa para exprimirlo un poco más.

lunes, 30 de junio de 2008

¡Campeones!... del fútbol europeo profesional

¡Sí, señoras y señores, “ganamos”! Anoche las calles de Madrid fueron una fiesta y supongo que las de otras ciudades y pueblos también. Cuando la selección pierde, pierde…, pero cuando gana, “ganamos”. Hoy, esta tarde, ha llegado el avión con la selección victoriosa ante un despliegue de medios informativos apabullante. Me lo venían advirtiendo cada pocos minutos en la cadena de televisión en la que intentaba ver un “western” (uno de mis vicios secretos).

Por unas horas o unos días no se hablará de crisis económica, ni del precio del petróleo, ni de la subida de las hipotecas. Los romanos lo descubrieron hace más de dos mil años: “Panem et Circensis”. Luego fue “Pan y Toros”. Ahora “Pan y Fútbol”.

Bienvenido sea cualquier evento capaz de relegar al olvido momentáneo las miserias y agobios personales. Me pregunto: ¿qué sucedería si todos los medios de comunicación se pusieran de acuerdo para hablar constantemente de lo bella que es la vida, de lo bien que vivimos, de lo majos que somos, etc.? ¿Conseguirían cambiar la realidad o sólo ocultarla? ¿Pero..., seríamos más felices?

viernes, 20 de junio de 2008

Ministerio de Igualdad

¡Ja, ja, ja, ja…! Ciertamente estoy en el mundo para que se haga verdad el dicho popular de que “de todo hay en la viña del Señor”. Esta mañana, leyendo de reojo una noticia del periódico que me ponía ante el hocico un vecino en el metro a hora punta, me he enterado de que en España tenemos un Ministerio de Igualdad, creado en la actual legislatura de ZP. Me ha parecido algo tan… extraordinario que cuando he vuelto a casa después del trabajo le he preguntado a la Wiki, que se lo sabe todo. ¡Es cierto, tenemos un Ministerio de Igualdad!

Igualdad, claro está, como reivindicación de la mujer en las esferas del trabajo, la protección frente a la violencia, etc. Al principio me ha hecho gracia. Luego, pensando más serenamente, me he quedado un tanto perplejo.

Pertenezco desde hace muchos años a ese extraño mundo del funcionariado, desempeñando mi carrera en dos centros de trabajo: un gran museo y la universidad. En el museo, por lo que se refiere a técnicos superiores, ellas nos ganan en número en una proporción de 20/6. En el resto de personal, unas 150 almas, la proporción hembras/varones es aproximadamente de 2/1. Hay una sección en particular, la de mozos de movimiento de obras de arte, en la que trabajan dos mujeres y dos hombres (¡vaya, aquí si hay igualdad!). Pero resulta que las féminas, aduciendo su condición de tales, no pueden (o quieren, ¿quién sabe?) realizar esfuerzos, lo cual sobrecarga de trabajo a los varones por un mismo sueldo y, en casos extremos, obliga al museo a contratar temporalmente mozos (varones) de fuera para realizar ciertos trabajos, digamos, pesados. ¿Igualdad? En el claustro de la universidad ellas nos ganan en la proporción 3/2.

No quiero decir con esto que esté en contra de las reivindicaciones de la mujer. Nada de eso. Pero sí estoy rotundamente en contra de la tiranía de la estadística. Ya no es cierto, al menos en la Administración, que sea el reino y gobierno del macho. Mires hacia donde mires ellas nos ganan en número y a menudo en galones. Pero no me parece injusto porque, para la mayoría de las tareas administrativas o de investigación y docencia, el cerebro de la mujer está en igualdad de condiciones que el del varón. Bueno, en realidad pienso que los cerebros no se diferencian genéricamente; son otras cualidades las que establecen diferencias. Pero es en ese terreno de profesionales que usan, digamos, predominantemente la cabeza donde se cargan las tintas del nuevo empleo para que salgan las estadísticas globales, porque en otros terrenos en los que la fuerza física es requisito se suele preferir al hombre, especialmente en la empresa privada.

Soy un defensor a ultranza de la igualdad de oportunidades, pero no de la igualdad por ley. Me parece una memez esto último. Para manejar una grúa tanto vale un hombre como una mujer, pero para descargar a hombros la carga de un camión de mercancías no (salvadas las excepciones de rigor). Hoy por hoy hay trabajos en los que su perfil requiere fuerza y resistencia física y, por tanto, parece obvio que las mejores oportunidades las tengan los hombres. En los demás, que gane quien mejor preparación tenga, no el sexo (en el sentido genérico, claro; y esto me recuerda una encuesta cachonda que hizo mi amiga Reme hace unos años, de la que hablaré en el próximo artículo).

sábado, 7 de junio de 2008

Suicidas

Escribo todavía bajo la fuerte impresión que me ha producido el artículo de Humberto Acciarressi sobre un suicida anónimo. Una vez más me pregunto qué profundo drama hace que una persona tome la radical decisión de quitarse la vida para liberarse de esa pesada carga que le abruma.

He tenido la desgracia de vivir de cerca, en el entorno de mis amistades, dos suicidios de jóvenes hijos de matrimonios amigos. Uno de ellos, M., con 22 o 23 años no fue capaz (pienso) de soportar la responsabilidad de ser hijo de un prestigioso catedrático de fama internacional en su especialidad y hermano de un brillante estudiante (hoy también catedrático). Porque M. no conseguía centrarse en los estudios. Tampoco se lo exigía nadie: me consta. Podía haber escogido el camino que hubiera querido para su vida y todos le hubiéramos apoyado. Peregrinó al Tibet durante varios meses, siguió por Europa los conciertos de Roxy Music, sus ídolos… Sólo mantuve con él una larga conversación una noche de su último verano, recién llegado del Tibet, regada con abundante cerveza. Me pareció un joven lleno de ilusiones. No me explico por qué una mañana de primavera, después de desayunar, decidió alojarse una bala del calibre 22 en el cerebro.

El segundo, A., manifestó desde los 13 o 14 años un rechazo patológico al sistema. Devoto de la liturgia punk, abandonó el colegio para vivir en sucesivas comunas madrileñas, dejando a unos padres angustiados e impotentes. Finalmente volvió a casa, hastiado. Sus padres le pusieron en manos de psicólogos para ayudarle. Un Día de Reyes, con 17 o 18 años, escribió una nota y se llenó el estómago de pastillas.

Ningún ser vivo decide su nacimiento. En el caso del ser humano, es fruto de la voluntad de otros. Pero una vez instalado en la vida, quizás tampoco debe decidir su propia muerte. Pero algunos lo hacen. Hoy, ahora, siento una tristeza inmensa al recordarles.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Dos años en la "blogosfera"

Hace unos días, el 15 de mayo, día de San Isidro, se cumplieron los dos años de actividad de este blog. Los aniversarios, en general, siempre me han dejado indiferente. No es por ninguna fobia al paso del tiempo, no: las manecillas del reloj se mueven pese a quien pese. Además, he escrito indiferente, no enrabietado o malhumorado. Me gusta celebrar aquellas situaciones que lo merecen, no el simple hecho de alcanzar tal o cual fecha. Aunque alguien podría decir que, a mi edad, cumplir años se convierte en un reto, no es mi caso. O, visto desde mi ángulo, tendría que celebrar cada instante que pasa. Ciertamente, algo de eso hay porque la alegría de estar vivo me acompaña hasta en los malos momentos (que siempre hay).

Dos años en la blogosfera me han deparado entretenimiento, conocimientos y no poca diversión. Y también amistades que están más allá o fuera del mundo virtual: ellos/as saben a qué me refiero.

lunes, 19 de mayo de 2008

Cultura y producto cultural

“La cultura sucumbe bajo el volumen de la producción, la avalancha de letras, la locura de la cantidad”.
(M. Kundera: La insoportable levedad del ser, cap. 5)

He leído varias veces esa novela por el goce disidente con quien piensa que la vida de cada cual es esencialmente insignificante y sentirla tan leve le resulta insoportable. Para mí en esa levedad está la maravilla de sentirme vivo, no la angustia de saberme inútil. Me tranquiliza. Pero no es de eso de lo que quería hablar. En esta lectura me he detenido a pensar en la frase entrecomillada que abre esta entrada.

La frase encierra una verdad a medias. Es cierto que vivimos desde hace años inmersos en un mercantilismo que afecta también a los procesos de producción artística en sentido lato, y esa productividad tutelada ha afectado sobre todo a los países socialistas en los que el “producto cultural” se ha intentado (vanamente) ponderar en términos de determinismo social. El modelo o la idea de cultura de Kundera, más cercana quizás al ideal renacentista de lo artístico, se ha visto ahogada por el panfletarismo, por la cultura de masas.

En el occidente del libre mercado la avalancha de productos culturales se pondera, en primer lugar, en términos de royalties, de beneficios económicos, y, en segundo lugar, como incidencia en la sociedad a través de un complejo maridaje que cierra el ciclo con trabazón de mercadotecnia.

Pero en ambos casos, aunque desde presupuestos diferentes, el creador de productos culturales no es un ser libre e independiente sino un trabajador mediatizado.

Sin embargo, al contrario de lo que expone el pensamiento de Kundera (de ahí su verdad a medias), la cultura es un concepto, una infraestructura que no puede sucumbir en modo alguno. Podrán hacerlo determinados rasgos culturales, pero no la cultura.

Con el paso del tiempo las sociedades (los verdaderos pilares de la cultura) van depurando esas toneladas de productos culturales y arrojando al muladar lo que resulta inservible, que suele ser mucho. La Historia es una dura censora, al fin y al cabo.

lunes, 5 de mayo de 2008

Por tierras cátaras

He estado unos días de viaje por el sur de Francia por motivos profesionales, pero como tengo la suerte de tener un trabajo que me permite hasta cierto punto ser dueño de mi tiempo, he podido hacer un largo recorrido por las tierras que los franceses llaman “Pays Cathare”, es decir las antiguas tierras de la Occitania romana. Y ante las imponentes ruinas de la fortaleza de Carcasona uno no puede dejar de pensar en aquellos “hombres buenos” masacrados por la gula y el pecado de la carne de la Iglesia romana.

Porque los cátaros fueron, ante todo, cristianos puros que renunciaban a la posesión de los bienes materiales. Ni siquiera arremetían contra los clérigos pervertidores de las enseñanzas evangélicas. Pero su ejemplo era un señalamiento continuo de la vida disipada de la jerarquía eclesiástica desde el papado a los frailes libertinos. Y esto era algo que los rollizos representantes de Dios en la tierra no podían tolerar. A partir del siglo XIII los herejes cátaros (también llamados albigenses) fueron pasados a cuchillo o quemados en la hoguera de la Santa Inquisición a millares. De entonces es aquella frase del legado papal cuando, tras la rendición de Beziers, ordenó que se matara a toda la población (unas 30.000 almas) “…que Dios ya sabrá escoger a los suyos”.

La historia de la Iglesia católica está llena de páginas sangrientas, de decisiones equivocadas, de ilegalidades cometidas en el nombre de lo más sagrado… Pocas instituciones de tan larga vida han hecho tanto por camuflar y ocultar su memoria histórica so pretexto de que el mensaje evangélico es un mensaje siempre actual, de los vivos.

Pero estos días pasados por tierras cátaras he sentido de algún modo la vibración de tantos mártires asesinados por acogerse fielmente a las enseñanzas del Sermón de la Montaña. Ahora que, de cuando en cuando, la Iglesia oficial entona tímidamente algún “mea culpa” (la histórica vejación del pueblo judío o los escándalos de cariz sexual de algunos clérigos norteamericanos), no estaría de más que se airearan las mentiras de la “Santa Inquisición”, se hiciera un lugar para los cátaros en el Día de Todos los Santos y se apeara del santoral a algún mastuerzo como San Bernardo de Claraval.

sábado, 19 de abril de 2008

Cuarta transgresión: El ideario anti-feminista de Berlusconi

¡Menudo revuelo se ha armado con las declaraciones de Berlusconi! El flamante nuevo Primer Ministro de Italia se ha despachado a sus anchas en una entrevista arremetiendo contra la idea (y el hecho) de que la mujer deje de ser la esclava doméstica tradicional y se convierta en profesional con capacidad decisoria en asuntos técnicos, económicos y políticos. En particular lanzó jocosas alusiones a la política española de procurar la paridad (igual número de hombres que de mujeres) en los cargos públicos.

Dejando aparte que la paridad no acaba de ser del todo justa porque, si no estoy equivocado, hay más hembras que varones en la población española, de lo que se sigue que, en términos estadísticos y de igualdad potencial, habrá más hembras capacitadas que varones, creo que el acceso a cargos de responsabilidad debería tener poco que ver con el género y mucho con la valía personal. Pero, ciertamente, los países ribereños del mar Mediterráneo arrastran una larga historia de machismo imposible de borrar de un plumazo. Algo se va avanzando, es cierto, hacia posturas mentales menos radicales.

Pero ejemplares faunísticos como Berlusconi nos traen de pronto a primer plano posturas de intolerancia en el más puro estilo del "fascio redentor". Y es que si no fuera multimillonario (lo cual significa que no es tonto) y Primer Ministro (para ser político no hace falta ser muy inteligente), le iría bien el oficio de chulo de putas.

sábado, 12 de abril de 2008

Tercera excepción: Manu

Anoche cené con Manu (Manuel). Manu es un joven economisma mexicano que vive en el DF. Le "conocí" hace un par de años a través de su blog (desde hace algún tiempo es un blog privado) en el que iba dejando retazos de sus inquietudes. Un buen día anunció que había sido seleccionado para efectuar una gira profesional por varios países de Hispanoamérica y España. Al poco recibí un correo suyo anunciándome que vendría a Madrid y que le gustaría conocerme. Le di mis teléfonos de contacto.

Llegó el domingo pasado por la tarde y, apenas instalado en el hotel, me telefoneó. Fui a buscarle, nos conocimos in person, charlamos largo y tendido y cenamos en un restaurante castizo. Hoy regresará a México tras finalizar sus tareas en Madrid. Pero anoche me llamó para despedirse y compartir conmigo otro rato de amigable charla. Lo hemos compartido compartiendo una fuente de navajas al vapor, un plato de "pulpo a feria" y unas setas a la plancha en una tasca que frecuento. Quería llevarse consigo nuevos sabores aderezando cierta nostalgia en el partir.

Ahora Manu es mucho más que un blog...

domingo, 6 de abril de 2008

Segunda excepción

¡Por fin ha llegado la primavera! El útimo temporalillo de frío y viento ha dado paso, súbitamente, a unas tardes cálidas y apacibles. Hace falta la lluvia. El campo se resiente de sequía y quizá no tengamos un mayo florido en exceso. Mientras tanto, aprovecho el poco tiempo de que dipongo para dar cortos paseos por el campus. Los estudiantes, retozando sobre el césped con el ombligo al aire, son el mejor anuncio de la primavera en la universidad.

viernes, 21 de marzo de 2008

Primera excepción

He pasado unos días en mi pueblo celebrando la fiesta de Las Fallas, en la Falla de mi barrio, como todos los años. Pero no ha sido como las otras veces. El hueco dejado por Vicent lo ensombrecía todo.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Parada técnica

Este blog ha entrado en una especie de parada técnica que durará algún tiempo. Varios compromisos editoriales ineludibles, con fecha fija de mayo próximo, se están comiendo la mayor parte de mi tiempo de ocio. En cuanto me desembarace de ellos volveré a esta actividad.

martes, 4 de marzo de 2008

Feria de vanidades

Cuando era yo joven y optaba a algún empleo en la Administración, el primer ejercicio era la defensa del currículo personal. Lo llamábamos cachondamente el “qué bonito que soy”. Había quien, en la defensa de su currículo, atacaba a alguno de los contrincantes para así hacer más méritos (pensaba) ante los miembros del tribunal. A mí siempre me pareció ese proceder, el del ataque, un tanto zafio: los miembros del tribunal solían conocer a los opositores y sus méritos más sobresalientes.

Digo esto al hilo del espectáculo circense que nos ofreció la televisión española anoche, centrado en el debate de las dos cabezas de serie de nuestro bipartidismo político, Rajoy y Zapatero.

Confieso que no vi el primero de hace una semana y tampoco estaba demasiado interesado en este segundo “round”. Pero ese demoñejo que todos llevamos dentro hurgaba y hurgaba y, al final, apreté el botón del telemando. Me salto los largos prolegómenos de la presentación, cuidadosamente elaborados “ad maioem gloriam” del medio televisivo, para entrar directamente en la liza: ya están frente a frente los dos púgiles. Rajoy con los ojos en blanco, abiertos como platos, no sé si asustando, si maravillado o si sorprendido, verborreico. Zapatero serio, con su ya habitual dificultad dialéctica no sé si por pose intencionada o porque realmente su vocabulario inmediato es muy limitado y necesita tiempo para encontrar las palabras y decirlas.

En el menguando vocabulario empleado por los contrincantes destacaron por su profusión las palabras mentira, mentiroso, embustero, engaño y algún que otro sinónimo, lanzadas directamente contra el oponente. Aquello me recordaba hasta cierto punto la estética de esos programas del corazón donde se airean cuernos, coños, infidelidades, trampas amorosas, etc. (alguno sí he visto, lo confieso sin pudor). Supongo que sus asesores de imagen les habrían indicado, conocedores de la idiosincrasia televisiva del españolito/a medio/a, que convenía darle al debate cierto aire familiar de programa del corazón. Faltaban los periodistas “especialistas” en esos asuntos metiendo baza y azuzando.

Ambos dejaron bien claro que amaban a una España en las que ellos mandaran. Y es que, en el “show” político, lo que no es drama es vodevil.

Al final no hubo orgasmo.

(Nota: Decía la prensa de la mañana de hoy que Zapatero ganó con diferencia a Rajoy. ¿Verían los periodistas el mismo debate que yo?)

sábado, 23 de febrero de 2008

Pornografía

No soy demasiado aficionado al Messenger. Lo uso de cuando en cuando, si hay cita previa. Prefiero la carta como medio de comunicación con los amigos; es más reflexiva y permite tratar los asuntos con mayor profundidad. Además, ahora, con los correos electrónicos, se le puede dar a la correspondencia la fluidez que requiera el corresponsal. Pero tengo un sobrino-nieto que está en sus turbulentos 14 años, con quien me conecto todos los domingos por la mañana durante una hora, salvo que haya algún asunto perentorio y me mande un SMS proponiendo una conexión en cualquier otro momento.

En una de las últimas conversaciones me preguntó a bocajarro:
-Yayo, ¿qué opinas de la pornografía?
-Que es pan para hoy y hambre para mañana- le contesté.
-¿Qué quieres decir con eso?- preguntó.
-Que es como contemplar el escaparate de la tienda de golosinas sabiendo que no puedes comprar ninguna. Aunque al principio anima el cuerpo, al final resulta frustrante. Acabas con la cabeza caliente y los pies fríos. El sexo es otra cosa más privada y más excitante.
-Ya...-, escribió, y lamenté no poderle ver la cara (no tengo webcam o como se llame ese artilugio), porque interpretar lo que quiso decir con ese “Ya...” no era fácil sin verle la expresión. Por si era una “Ya...” decepcionado, añadí:
-Hay cosas que debemos aprender en los libros y revistas, y otras que se aprenden viviéndolas como una experiencia personal compartida, en una cadena de sucesivos descubrimientos-. Inmediatamente me arrepentí de lo escrito (ese maldito Messenger y la irreflexiva inmediatez del diálogo) porque dejé la puerta abierta para la pregunta que siguió:
-¿Qué quieres decir?-. Decidí cambiar de estrategia y pasar al ataque:
-Marc, ¿qué te preocupa en relación con el tema?
-Es que me han dejado un DVD de anime porno-. Me parecía obvio que ya lo habría visionado.
-Ya...-. Ahí fui yo el del “Ya...” perplejo.
Seguimos hablando el resto de la hora sobre el asunto y sus implicaciones.

******

Yo viví mi adolescencia y mi juventud sin pornografía, y no por falta de ganas, entonces..., lo reconozco. En el pueblo había tres barberías (las llamábamos así para diferenciarlas de las dos peluquerías, que eran para las mujeres). Yo iba a arreglarme a la de Ricardo. En el pueblo todos sabíamos que niños y jóvenes no podían ir a la barbería los domingos por la mañana. Ese día era exclusivamente para los hombres casados o, como poco, para jóvenes que ya hubieran hecho el servicio militar. Entonces se decía que en el servicio militar era donde uno se hacía “hombre de verdad”. Algún día contaré una historieta sobre ese tema.

Lo cierto es que los domingos por la mañana la barbería de Ricardo estaba a rebosar porque retiraba los periódicos y revistas del corazón habituales en toda barbería que se precie y sacaba las revistas porno. Eran (lo supe luego), revistas francesas que no sé cómo conseguía adquirir porque en aquellos años, los de 1950 y 1960, España estaba férreamente cerrada a cal y canto a las influencias pecaminosas del exterior, alimentadas (así se nos enseñaba en las escuelas y desde los púlpitos) por el contubernio judeo-masónico internacional contra la reserva espiritual de Occidente que era nuestra Patria. ¡Cuántos bebés no serían engendrados en aquellas siestas dominicales...! ¡Y con posturitas y todo! En el fondo, Ricardo era un verdadero apóstol de la natalidad sin saberlo. Porque tampoco había condones.

lunes, 18 de febrero de 2008

Blog Solidario

Wanda, desde su Refugio, opina que soy candidato al premio de Blog Solidario. Gracias Wanda.

Me he puesto a pensar qué puede significar blog solidario. Según la RAE, solidario es un adjetivo que significa "adherido o asociado a la causa, empresa u opinión de alguien". En el lenguaje del Derecho, "se dice de las obligaciones contraídas in solidum y de las personas que las contraen". Estupor, por mi parte. Porque, atendiendo al primer significado, un blog solidario sería el asociado o adherido a la causa, empresa u opinión de alguien. Ciertamente este bloc de notas mío cumple la definición al pie de la letra porque está asociado a mi persona, es una de mis empresas y expresa mi opinión siempre. No es la voz de nadie que no sea yo mismo. Es, por definición, un blog personal. Pero, visto así, no creo que sea más merecedor de premio que cualquier otro blog personal.
Eso no quiere decir que mi opinión, mi actitud y mi manera de hacer las cosas sean únicos, exclusivos y patentables. No, al contrario, creo que hay muchos rasgos compartidos con otras personas de este mundo cibernético y del mundo real. Uno no es tan singular ni raro.

¿Blog solidario con la blogosfera? Es tautología. No me vale.

¿Es una pequeña trampa este premio? No creo. En todo caso, no supone para mí ninguna cesión de mi independencia en favor de nadie, ni nadie me lo ha exigido. Conociendo un poco a Wanda por el mucho tiempo que leo sus artículos y por sus opiniones sobre los míos, ha pensado que soy candidato al premio porque me considera persona de bien (al menos trato de serlo). Es muy grato sentir que alguien piensa así de uno. Es ya un gran premio.

Soy indefectiblemente solidario con quienes se oponen a las injusticias.
Soy indefectiblemente solidario con quienes defienden las libertades.
Soy indefectiblemente solidario con quienes ejercen la tolerancia.
Soy indefectiblemente solidario con quienes creen que la vida es un bien perecedero singularísimo, único, irrepetible.
Soy indefectiblemente solidario con quienes creen en el ser humano y sus derechos.
Soy indefectiblemente solidario con quienes entienden el amor en cualquiera de sus muchas manifestaciones. La amistad es una de ellas.
Soy indefectiblemente solidario con quienes creen que los seres humanos podemos y debemos compartir con el prójimo en la medida que se pueda.
Soy indefectiblemente solidario con los menos favorecidos por la vida.
Soy indefectiblemente solidario con quienes creen que las cosas pueden mejorar si arrimamos el hombro a la tarea, y lo hacen.
Soy indefectiblemente solidario con quienes creen en algunas utopías.

Pero ser así no tiene ningún mérito. Y viviendo orientado por esos principios uno encuentra inmarcesibles recompensas en una mirada agradecida, en un fuerte apretón de manos, en un abrazo largo y cálido y en tantas otras pequeñas cosas...

ADENDA (18/02/07)

Se me estaba olvidando la obligación de mencionar a otros siete colegas a los que considero meredores de premio. No están en la lista unos cuantos que sé que no son amigos de estos juegos. Algunos de la lista ya recibieron el premio: será una mención más. Todos, los que están y los que no están, más algunos más, suscribirían sin dudarlo todos o casi todos los puntos del ideario que he listado antes. Ahí van los agraciados:

Aristóteles, Dalia, El Hippi Viejo, Gabrielus, Julia, Mariluz Barrera, Xiruquero-Kumbaià

Encontraréis sus enlaces en mi lista de visitas habituales.

viernes, 8 de febrero de 2008

"Cuaresma versus Carne Valis"

Estamos en tiempos de Cuaresma. Los excesos del Carnaval dan paso a este periodo de penitencia, arrepentimiento y reflexión en el año litúrgico de la Iglesia Católica y las Evangelistas, tiempo de preparación para la Pascua. En los festejos populares abre la Cuarema “El Entierro de la Sardina”, último acto carnavalesco cuyo significado ha caído ya en el olvido para las generaciones jóvenes. En su origen, hace ya muchos, muchos años simbolizaba, entre otras cosas, la protesta contra la obligada abstinencia del católico de comer carne durante la Cuaresma. Pescado sí podía comer y el pescado más barato era entonces la sardina. En cierto modo, la Cuaresma condenaba a la mayoría de los católicos a comer sardinas y, en general, salazones, ya que el pescado fresco podía llegar a pocas mesas. Hoy la sardina es un pescado azul nada barato, al menos en España, y lo mismo cabe decir de las salazones, antes alimento cotidiano de las familias modestas.

Cuando la Iglesia primitiva fue creando el calendario litúrgico en torno a la celebración central, la Pascua, proponía un periodo de reflexión, penitencia y conversión previo a la misma, a imitación del tiempo de preparación del propio Jesucristo antes de comenzar su vida pública. En el siglo IV comenzó a tomar cuerpo la Cuaresma, estableciéndose la obligatoriedad del ayuno (reducción de las comidas diarias a un mínimo), la abstinencia de comer carne de animal de sangre caliente y de mantener relaciones sexuales (incluso lícitas y bendecidas) durante cuarenta días (Quadragesima). Pero surgieron problemas de orden interno: la propia Iglesia consideraba el domingo “Día del Señor”, día sagrado que no podía empañarse con el ayuno y la abstinencia penitenciales. Surgieron, pues, disputas entre la jerarquía eclesial, especialmente en la Iglesia Occidental.

La cuestión quedó zanjada en el siglo VII cuando la Iglesia admitió una Cuaresma de cuarenta días, dejando exentos de las obligaciones cuaresmales los domingos. Para que saliera la cuenta de los cuarenta días cuaresmales contados antes del Domingo de Pasión o Domingo de Ramos, había que sumar los seis domingos que entran en el calendario. De modo que el inicio de la Cuaresma quedó aritméticamente establecido en el miércoles anterior al Primer Domingo de Cuaresma, es decir, el Miércoles de Ceniza. La Iglesia quiso solemnizar ese día con la imposición de la ceniza bendecida a los fieles, una tradición remotísima de origen pagano, practicada por muchas culturas precristianas, con un significado similar en todas ellas: señal de duelo, de dolor, de penitencia.

Antes era signo de buen cristiano lucir por la calle, el Miércoles de Ceniza, la ceniza espolvoreada por el sacerdote sobre el pelo o la marca cenicienta en la frente, lo cual daba lugar a muchas actitudes picarescas para mantener las apariencias.

Hoy la Cuaresma ha perdido, tengo entendido, una buena parte de su caparazón externo, afortunadamente; en especial lo relativo a la abstinencia y el ayuno, fuente de pingües beneficios eclesiales con la venta de bulas eximentes y origen, entre otras razones de mayor peso, de la escisión luterana.

La Cuaresma es un tiempo de reflexión íntima, una actitud que todos deberíamos practicar de cuando en cuando sin importar las fechas del calendario litúrgico católico.

sábado, 2 de febrero de 2008

Preludio carnavalesco

Hay ambiente carnavalesco por algunos rincones y plazas de Madrid. Suenan ritmos salseros (¿samberos?). Ayer (viernes), a la hora de la comida, en la mesa del restaurante vecina a la nuestra, había sentadas una damisela disfrazada de unicornio acompañada de otra vestida de hada.

Paseo por la Plaza de Colón de atardecida. Ruidos, risas, música. El ambiente está húmedo y huele a sexo. ¿Olía así? ¿Lo recuerdo?

Me disfrazo de hombre que pasea...

viernes, 25 de enero de 2008

Haciendo puntería

Una imagen siempre es una metáfora, una sugerencia. Esta me ha llegado por dos conductos distintos en dos montajes PowerPoint diferentes. El primero se titulaba algo así como "Las 10 mejores imágenes de 2007". El segundo tenía título portugués: "Situaçoes embaraçosas". Es esa repetición la que me ha empujado a apropiármela y publicarla aquí también. Siento no poder dar los créditos del autor, porque no lleva.

No sé si será un montaje pero, en todo caso, es un grito lanzado desde la violencia: cada uno de los personajes empuña el arma que tiene a mano para expresarse.

martes, 15 de enero de 2008

Los usos del lenguaje

Una lengua es como un organismo vivo: nace, crece, se multiplica y, finalmente, muere cuando cae en desuso al ser sustituida por otra lengua. El español (no sé por qué siempre se me hace raro llamarlo así y tiendo a llamarlo castellano), hoy tan boyante, no será una excepción.

En todos los idiomas se produce ese curioso efecto que hace que un vocablo tome significados muy distintos en diferentes regiones o países donde se habla. En cierta ocasión, dando un curso sobre conservación y restauración de obras de arte en Maracaibo, pude experimentarlo en mis carnes. Dije, durante una clase, algo así como que había restauraciones tan mal ejecutadas que parecían hechas por un manazas. Carcajada general en el aula que me sorprendió porque no pensé que la gracia fuera para tanto. Por estos andurriales ser un manazas es ser poco habilidoso, desmañado. Después de la clase se acercaron dos monjitas y, muy educadamente, sin duda cumpliendo un deber de caridad cristiana que yo agradecí, me hicieron saber que en Venezuela un manazas es un varón afeminado. Vamos, un maricón. Entonces entendí lo de la carcajada.

Todo esto viene a cuento de un comentario del amigo Fargok en mi entrada anterior, refiriéndose al significado en México del vocablo calzoncillos y a otros términos. Cuantos más significados (acepciones) tiene un vocablo, tanto más rica es una lengua, hasta cierto punto superado el cual la propia lengua se hace confusa porque dejan de entenderse entre sí los que la hablan. Volviendo a la palabra calzoncillos, para mí remite a una prenda de ropa interior masculina con perneras que cubre desde la cintura hasta parte de los muslos. Mi idea coincide con la definición de la Real Academia Española de la Lengua (en adelante RAE). Para Fargok, sin embargo, esas prendas se llaman “boxers”, eufemismo que también se usa con ese significado en España. Es como él las conoce de toda su vida, dice. En cambio un calzoncillo clásico es para Fargok una trusa.

Vayamos por partes. Bóxer, según la RAE, es un miembro de aquella sociedad secreta que inició las revueltas en China, en 1900, contra las potencias coloniales. No hay duda, entonces, de que los “boxer” o “boxers” a los que no referíamos Fargok y yo son anglicismos, es decir, préstamos tomados de la lengua inglesa. No estoy en contra de los préstamos cuando son imprescindibles porque en el español no exista vocablo que exprese esa idea y haya que recurrir a la perífrasis para expresarla. Pero cuando no es así no me gustan, los considero contaminantes, empobrecedores del lenguaje, signo de pereza mental en quien los usa, de pose cutre y casposa. En este caso, además, en inglés medianamente culto “boxers” no significa calzoncillos (=“underpants”, “shorts”). La acepción inglesa “boxer” = prenda íntima es, a su vez, un eufemismo tomado por los pelos de “boxer” = empacador, empaquetador. Entenderán los angloparlantes, digo yo, que el “boxer” les empaqueta el paquete. Pero esa no es la idea de calzoncillo (aunque ahora se hacen también ajustados, empaquetadores), prenda que, de sí, deja el paquete bastante suelto, cargando a su caer. Por lo tanto se me antoja un error etimológico igualar “boxer” y calzoncillo. “Boxer” más bien se aproxima conceptualmente a slip (anglicismo aceptado por la RAE), prenda íntima masculina ceñida, que remata en las ingles y sujeta el paquete. Un slip es una braga, formalmente. Pero como la braga es prenda íntima femenina, la RAE optó por aceptar slip para establecer la distinción de género en lugar de cambiar la definición histórica de braga. Es un caso claro de préstamo lingüístico aceptado oficialmente. El caso "boxer" = calzoncillo es un caso de etimología popular, es decir, cuando se da a un vocablo un sentido que etimológicamente no tiene. Sería más correcto "shorts" = calzoncillos, aunque quizá demasiado ambiguo.

Una trusa, vocablo que también menciona Fargok, es, en su origen, galicismo aceptado por la RAE. La primera acepción es la de calzón de perneras amplias, con cuchilladas, atado a medio muslo. Eran esos calzones bombachos que se usaban en el siglo XVII. En otras acepciones modernas, efectivamente, en México, Argentina, Perú y Uruguay es sinónimo de braga, prenda femenina o de niños, sin perneras. Es por eso que Fargok decía en su comentario, acertadamente, que la prenda de la foto se parecía a una trusa. Es, en realidad, un slip. En Perú trusa es también calzoncillo.

Esta larga perorata en torno a la ropa interior de cintura para abajo, alimentada por un cierto grado de tedio en esta tarde plomiza madrileña, me ha servido para reflexionar sobre los usos del lenguaje, sobre esos cambios de significado de los vocablos, sobre la facilidad con que una lengua se contamina cuando otra poderosa e influyente la coloniza. El lenguaje informático es quizá el mejor ejemplo de colonización inglesa, ante el pasotismo y la vaguería lingüística de los informáticos hispanoparlantes. Y es que las ingenierías, a pesar de lo que su nombre sugiere, siempre han estado en manos de gente con el ingenio poco dado a la imaginación, salvo honrosas excepciones. Es más fácil y cómodo mamar de la teta del inglés: al fin y al cabo quienes lo inventan todo hablan y escriben en inglés. Otro caso sangrante de colonización es el lenguaje coloquial de la juventud mexicana. No es único: la española, con su argot, no le anda a la zaga.

Pero una lengua viva es, ante todo, la que la gente de la calle habla. Y que sea lo que Dios quiera...


(Ilustración tomada de http://victorrebullida.blogia.com/upload/20060818052703-lengua.jpg)