sábado, 27 de mayo de 2006

Minivacaciones en Lecce


No me lo esperaba. Me fui fatigado y he regresado relajado y hasta optimista.

Lecce es una pequeña ciudad del sur de Italia, en medio del tacón de la bota. Arquitectura de piedra blanca, barroco muy peculiar. Tiene una pequeña universidad no muy bien dotada pero con un alumnado lleno de inquietudes, interesado por conocer campos nuevos y por que esas materias se incorporen al curriculum docente local. He conocido a muchachas y muchachos, jóvenes investigadores, apasionados por su trabajo (aunque las perspectivas de futuro son tan malas como en cualquier otro país europeo) y con el fuerte deseo de aprender cosas nuevas.

Las jornadas han sido agotadoras y desde el primer día se prolongaron fuera del aula en la terraza de cualquier gelateria (en Lecce hay más heladerías que cafeterías y bares) hasta altas horas de las tibias noches meridionales italianas.

Inolvidables tertulias, diría yo...

1 comentario:

Max Webos dijo...

Emotiva entrada que me trae recuerdos del tiempo que viví allí. Sólo un par de matices: la universidad es un verdadero caos,pero no es tan pequeña (hay unos 30000 inscritos) y bueno, lo de las heladerías será un recurso literario, porque allí lo que más abunda son las cafeterías (tremendo el café QUARTA, típico de la capital salentina), bueno, de todas formas, la relación calidad-precio es bastante buena.
Dicen por italia ''leccese: falso e cortese'', pero no me lo creo, la gente es bastante amable y abierta, pero no desleal ni nada de eso. Van a otra velocidad, tienen otra ideosincrasia, y, por desgracia, aquellos con más iniciativa suelen acabar yendo al norte en busca de nuevas oportunidades...una pena, el drama del ''meridione''.
Un saludo .