domingo, 21 de mayo de 2006

Espionaje

A finales de mes me caducaba la licencia del antivitus que tengo instalado. Así que hace unos días la renové e intalé una versión más potente, con más prestaciones y, claro está, más cara. Esto de la informática es una espiral imparable.

Hoy he hecho un chequeo del PC y, ¡sorpresa!, el antivirus me ha dicho que mi PC estaba siendo espiado.

Me pregunto quién, desde fuera, puede estar interesado en el contenido de mis conversaciones o en mis mensajes de correo electrónico. Pero, sobre todo, con qué derecho está usando los resquicios de la tecnología para invadir mi intimidad y la de mi interlocutor.

Inmediatamente me ha venido a la memoria la aterradora novela de G. Orwell 1984, esa antiutopía épica que narra una sociedad absolutamente controlada por un Gran Hermano invisible cuya vigilancia alcanza los más recónditos lugares de los espacios íntimos, para reprimir con su colosal fuerza coercitiva la menor desviación respecto de unas normas generadas por mentes enfermizas que ejercen un control absoluto sobre las personas de esa sociedad pretendidamente ordenada y perfecta. Todo un abuso de poder, el ejercicio prístino de la dictadura.

Como el personaje de Orwell, me rebelo ante tamaña intromisión. Seguiré hablando y escribiendo con la misma sinceridad de siempre. Quizás con mayor agresividad verbal, si cabe, ahora que sé que alguien, desde el arropamiento cobarde de la prepotencia y la ocultación, vigila mis gestos para una futura caza de brujas.

(Al final han resultado ser unos programillas de bajo riesgo, según el antivirus, los causantes de la alarma pero mi airamiento inicial ha sido auténtico y una cierta inquietud me sigue quedando).

1 comentario:

Mari dijo...

Bueno, tengo que confesar que estaba espiándote. Pretendo exprimirte y aprender todo lo que pueda. Pero como decís en otro escrito: es ida y vuelta. Algunos hablan de "enseñaje" y no de "enseñanza - aprendizaje" porque van juntos.
Ya dejé de espiar.
=D