miércoles, 31 de enero de 2007

De la educación de los hijos

Mi padre con dos nietos sentados en las rodillas,
como hizo con sus hijos.
(Viejo cliché de 1970)


Hace unos días leía de soslayo, en el diario que tenía abierto otro viajero del autobús, un titular que decía, poco más o menos, que seis de cada diez parejas con hijos admitían no tener tiempo para ocuparse de la educación de sus retoños. No pude leer las razones que aducían para ello pero me las puedo imaginar y se podrían reducir a un par de argumentos: su tiempo se consumía entre la dedicación al trabajo y a ellos mismos. No quedaba tiempo para dedicarlo a los hijos.

Imagino que ese 60% de parejas pertenece a una clase media inmersa en el tráfago de la vida moderna, acosada por la imperiosa necesidad de conquistar y mantener una posición de relumbrón dentro de su ambiente; una clase media cuyos miembros están dispuestos a vender a diario su alma al diablo con tal de conseguir metas y objetivos que les permitan destacar de entre la masa de seres uniformizados por esos mismos deseos irrefrenables de tener más. Entienden la vida como una lucha sin cuartel por conseguir apropiarse de una parcela mayor de bienes con la idea, creo que equivocada, de que ello significa mayor bienestar. Y como el pastel tiene un tamaño limitado, esa lucha no se traduce en una actividad realmente creativa para engrosar el pastel sino en buscar la mejor estrategia para enajenarle su porción a otro menos espabilado. La competitividad y sentido de la emulación, tan antiguas como la Humanidad, toman ahora tintes a menudo dramáticos.

El sistema de vida que aceptamos en los países del "primer mundo" está configurado de tal manera que requiere la plena dedicación laboral de la pareja para poder conseguir y mantener una cierta posición de bienestar, medida no por los botes de pastillas contra la angustia, el estrés y el insomnio que consume la unidad familiar o por las visitas a la consulta del psicólogo sino por las cosas de las que puede presumir en y ante su entorno. El resultado es una familia raquítica, con escasa convivencia familar, constituida por seres forzosa y "justificadamente" independientes que habitan un espacio confortable (pero compartimentado), repleto de artilugios con los que distraer su obligado onanismo. No hay tiempo para ocuparse de los hijos más allá de proporcionarles cachivaches para que se entretengan y no den problemas. Porque de poco sirve disponer de esos elementos de bienestar si uno no puede disfrutarlos hedonistamente y eso requiere también su inversión de tiempo disponible.

Y mientras tanto, de la educación de los hijos se encargarán en los jardines de infancia, en los colegios, en los institutos o en la universidad, sometiéndolos a cargas lectivas y a actividades extraescolares suficientes para que no anden sueltos por la calle mientras los padres se matan a trabajar para pagar la casa, el nuevo coche, la segunda vivienda en la playa o en la montaña, las vacaciones pasadas antes de que lleguen las próximas, etc.

No os podéis imaginar cómo agradezco haberme criado de niño en un pueblo, en el seno de una familia modesta con frecuentes estrecheces. No os podéis imaginar con qué alborozo recuerdo haberme aprendido de memoria, de labios de mi padre, los cuentos de Caperucita Roja, Los Tres Cerditos, Las Cabritas, Juan Sin Miedo y otros muchos que su imaginación fabulaba para mí, sentado sobre sus rodillas cuando regresaba de su trabajo de mecánico, en una silla a la puerta de casa tomando el fresco en verano o al amor del brasero en invierno, y no de una máquina que emitiera sonidos e imágenes artificiales. No os podéis imaginar mi ilusión las pocas veces que fui de niño al cine de verano con mis padres (recuerdo con fijación la película de Disney Dumbo), y me viene con placer a las papilas gustativas el sabor aceitoso de un bocadillo casero con lonchas de berenjena rebozadas y un par de longanizas...

Sé que muchos pensaréis: "Yayo, los tiempos han cambiado...". Es verdad, han cambiado y no quisiera pareceros retrógrado. A cada tiempo, su cosa. Pero creo que el ser humano no ha cambiado tan rápidamente como los tiempos y creo que los hijos de ese 60% de familias con poca convivencia familiar son diferentes de los del 40% restante. Diferentes. No digo ni mejores ni peores. Por ahora.

PS Nada mejor, para ilustrar musicalmente esta entrada, que el soberbio cántico pagano a la diosa Fortuna con que Carl Orff abre y cierra sus Carmina Burana.

36 comentarios:

D dijo...

No sólo ocurre en naciones del primer mundo. Aquí y en muchos otros lugares del Sur los hijos se están haciendo menos prácticos que el ocio y el negocio.

Anónimo dijo...

Pues si: los tiempos han cambiado. Yo soy de ese 60% que mencionas, dada la falta de un padre (por mera desobligación) y una madre que para mantener tres hijos vive en el trabajo. Yo no sabría decir cual porcentaje (si el 60% o el 40%) es mejor que el otro, pero cada uno tiene sus virtudes y contras bien marcadas.

Y es que en este mundo, aunque parezca que no, es muy importante para los adultos ser parte de esa sexta parte de adultos sin tiempo a los niños. Y no lo es por una cuestión de mero orgullo o de "ilusión mental" donde entre más tenemos mejor calidad de vida. Es porque el mundo mismo así te lo pide hoy. La globalización y las empresas se están comiendo al mundo y es imposible ganarles. "Si no puedes contra el enemigo, únete a él".

Yo preferiría el no tener hijos o el planificarlos muy bien, ya que si en esta vida no hay tiempo ni para la persona propia, menos habrá tiempo para personas que en verdad lo necesitan.

En fin, saludos Yayo.

Xavysaurio dijo...

y lo peor es que los valores que anteriormente, la familia se encargaba de inculcar, ahora los medios los transmiten, no siendo estos siempre los mejores, quien sabe como sean las cosas dentro de unos años, pero decididamento yo no pienso tener hijos... para nada

Montano TV dijo...

En mi pais lo conocen como - o tragas o te educo, ya ves como son por aquí, siento ue los padres te deben dar educacion moral, comportamiento ante la sociedad, y todo tiene su tiempo, no pueden los padres estar todo el dia con los hijo para educarlos, los hijos deben ver el mundo sin que los padres esten ahi siempre, deben hacerse independientes, ya que a los padres no son eternos, asi es que si se acostumbran a estar sin ellos por mucho tiempo desde chicos es bueno para que no los extrañen cuando al ser grandes esos niños deban mantenrse por si mismos. no crees?

bye

trako dijo...

siento que en mi caso he tenido de las dos experiencias, porque mis padres me tuvieron grandes, entonces me criaron de manera similar a como criaron a mis hermanos mayores en los 70's y 80's, pero muchas veces si vemos como con mis sobrinos esta siendo diferente, ya que ambos padres trabajan, y les exigen mucho a los niños para que sobresalgan academicamente, y en otros aspectos. No se como vaya a ser en un futuro, ni si lo que hay ahora sea tan malo, pero como el mundo es cada vez mas competitivo, muchas veces nos sentimos tan agotados por la lucha a la que nos sometemos por sobresalir, que no podemos disfrutar, necesitamos distraernos, y ahi entre la tv, y otro medios, yo por ejemplo muchas veces siento la necedidad de desconectarme, claro... yo no tengo hijos que dependan de mi... pero si entiendo la sensacion de vivir a prisa.

eggy dijo...

Yayo, lamentablemente todo lo que dices es verdad. Los tiempos han cambiado, la vida y su ritmo se han acelerado. Supongo que es el gran desafío de la generación de los que estamos en los treinta y pico: recuperar las prioridades que la locura de estos tiempos han dejado de lado. No está mal recordarlo, ojalá que sepamos hacer algo con ello.
Un fuerte abrazo!!

foton dijo...

Fijate que yo creo lo mismo; el ser humano no ha cambiado mucho desde la Protohistoria.
Nos motivan y nos mueven las mismas caracteristicas que motivaban a un antiguo egipcio,por ejemplo.
"La imperiosa necesidad de conquistar y mantener una posición de relumbrón dentro de su ambiente",
"Una clase media cuyos miembros están dispuestos a vender a diario su alma al diablo con tal de conseguir metas y objetivos que les permitan destacar"
"La vida como una lucha sin cuartel por conseguir apropiarse de una parcela mayor de bienes"

Un abrazo.

*V* dijo...

Trabajo en un edificio en el que hay aproximadamente 600 empleados de los que el 85% son mujeres. En mi edificio nadie trabaja por vocación, ni por pagarse vacaciones, ni un segundo coche, ni por luchar contra nadie trajeado porque los señores/as trajeados no estan precisamente alli. trabajan para pagar hipotecas en un absurdo intento de evitar que sus hijos las hereden, trabajan en horarios intensivos y bestiales para llegar a recogerlos a la salida del colegio y poder pasar la tarde con ellos,hacer los deberes con ellos y tener un rato para disfrutar de ellos, que venden sus dias de vacaciones para ir con ellos al médico (porque los convenios no reflejan que sea una falta justificada remunerada)y que trabajan semanas santas y puentes de mayo para que no les toque no estar a su lado el dia de reyes.
La mitad de las conversaciones giran en torno a ellos, a lo que hacen con ellos por las tardes, lo que preguntan, a lo que juegan, como les enseñan eso que intentan rescatar de su propia infancia para transmitir algo que, no sólo ell@s consideran universales, que son los valores. Pero no es tan fácil explicarle a un niño que el mundo que nos ha tocado es el de la especulación y el de los salarios infames y horarios de muerte para mantener un minimo digno que se deberia de resumir en tener una vivienda y que ademas te llegue para pagar una escolarización que de pública tiene poco, una alimentación medianamente decente y una determinada calidad de vida.
Si algo he aprendido de trabajar alli es sobre calidad humana, sobre hacer malabares para que tus hijos no noten lo que falta y que no noten, ni mucho menos, que faltas tu.
Existe por supuesto ese porcentaje de gente que se pega por ascensos, por engordar la cuenta bancaria, por alimentar el curriculum.. pero no es el 60%, el 60% son madres solteras que se pluriemplean, madres que juegan con los minutos para estar presentes y padres que luchan contra el sueño que les provoca estar en varios sitios a la vez para tener tiempo para su familia.
Yo creo que nuestra parte de culpa reside, sin duda, en alimentar con nuestra pasividad un sistema que nos está devorando.
Puf! está vez me pasé contestando. Un saludo Yayo, siempre es de agradecer que te hagan reflexionar!

Anónimo dijo...

Que bien, Yayo, que bien lo has retratado.
Como ya lo he dicho en otro lado creo que la educación de los hijos en una maravillosa canción en "cover" de la de los padres.

Un abrazo!

Cris dijo...

Sí es diferente, Yayo, sí lo es... Todos los días en el colegio noto esa diferencia entre los niños que tienen a sus padres pendientes y a los que están en el colegio y en las actividades extraescolares como si todo ello fuese una guardería. Además sus habilidades sociales se ven debilitadas. Una pena, pero las prioridades están cambiadas...

Un abrazo

Fernando Hurtado dijo...

parece un fantasma...

Turno Sa dijo...

Muchas gracias Yayo. Pienso que me invitaron a vivir, que mis padres intentaron hacer lo mejor que pudieron conmigo y con mis hermanos, que tuve carencias, muchos disgustos con ellos, pero siempre sentí que lo que hacían lo hacían pensando en alguna meta buena para mi. Ahora son muy mayores y se preocupan más por ellos, por la vida que tienen que por mi, pero aún así están pendientes de mi.
También ahora yo soy padre, y tengo poco tiempo, y el tiempo poco que tengo lo dedico a mi compañera de vida y a mi hija. Yo creo que siempre será poco para mi hija el tiempo que le dediquemos pero pienso que lo importante es que sienta que queremos estar con ella, que nos gusta lo que hace, que es agradable estar con ella, que si nos enfadamos porque estamos muy cansados que sienta que para nosotros ese enfado es una limitación nuestra. Como padre siempre sentiré que las cosas que quiero de mi hija nunca se van a cumplir, que siempre tendré que adaptar mis metas a lo que ella haga.
A pesar de toda esta competición que nos pisa, las cosas que funcionan son las que se hacen en colaboración.

Oye, Yayo, como me haces hablar. Salud.

Anónimo dijo...

Uh... hoy lo mío irá largo:

Los tiempos cambiaron y puedo ver cuáles de mis alumnos son mirados por los padres y cuáles no. Se nota a simple vista.

Los tiempos cambiaron, pero se puede elegir. Yo elegí tener un solo puesto de trabajo (en este país si un docente quiere tener un "normal" nivel de vida tiene que trabajar en dos cargos) en el horario en que mi hija está en la escuela. He "resignado" cosas: no tengo coche (no tengo ganas de complicarme manteniendo un coche!) ni móvil, ni algunas otras cosas que no me resultan necesarias. Como no tengo coche salimos a caminar con mi hija casi todos los días, en ese rato estamos solas (vivo con mis padres, sólo mi padre está jubilado así que los ingresos mayores en la casa son los míos) y hacemos algo poco habitual en estas épocas: hablamos.

Conozco gente que tiene un nivel de vida más alto que el mío pero no puede darse el lujo de tomarse vacaciones porque tiene que trabajar para mantener su nivel de vida. Está bien eso, disfrutan de cosas de las que yo no disfruto. Pero la verdad es que no extraño nada "lo que no tengo".

Mi trabajo como mamá es fácil así porque tengo tiempo de estar en contacto con la nena. Eso me da satisfacciones (ella es feliz!) y eso retroalimenta mi decisión de seguir eligiendo lo que elegí.

Hay para todos los gustos. Algunos dirán que yo "puedo" elegir y otros no tienen opción y necesitan trabajar intensamente. No sé, yo sólo estoy en mis zapatos.

Besos, Yayo. Y que este mundo que cambió tenga más opciones "de las viejas" en las que los nenes sean mirados (amados lo son, eso no lo dudo, pero a veces no tiene tiempo la gente de mirarlos)

Yayo Salva dijo...

Derber: Si esa opción lleva a no tener hijos, es muy respetable. Pero la paternidad responsable no es compatible, pienso yo, con el escamoteo de la dedicación de tiempo a ejercer la paternidad. Actuar así es de un egoísmo trágico.

Memo: Porque hay personas como tú no me atrevo a valorar las consecuencias de ser del 60 o del 40%. El último párrafo de tu comentario es un buen ejemplo de sensatez, y es el que yo he practicado. Alguien puede pensar que es una postura egoísta y no le faltará razón. Pero al menos no deja en una situación de abandono afectivo a una prole. Un saludo.

Xavy: Has señalado muy bien uno de los grandes riesgos: la educación desangelada que pueden proporcionar los medios o los grupos de presión, sin que actúe el filtro o la catálisis de los padres. Veo que tú también eres de los que piensan que es mejor no tener hijos que tenerlos y no dedicar tiempo para educarlos e inculcarles ciertos valores.

Persio: El mundo es dinámico, no me cabe duda. Y pienso que los cambios no tienen por qué ser para peor. Pero, como tú bien dices, hay valores que vale la pena seguir practicándolos con cierto respeto a la tradición. El amor no puede confinarse al posicionamiento para el simple intercambio carnal, sin pensar en sus consecuencia. Un abrazo.

Montano: Estoy de acuerdo en que, a lo largo del proceso de maduración, en un cierto momento la independencia es importante y saludable para la persona. Pero eso no significa ni romper lazos familiares ni pretender que porque se sea independiente uno ya es capaz de enfrentarse con éxito a la tarea de mantenerse a sí mismo. Lo hará mejor bajo el consejo y la tutela de sus padres hasta que realmente sea capaz de levantar el vuelo solo. La mayoría de animales de sangre caliente actúan así.
Y no estoy de acuerdo en que educar a un hijo signifique estar todo el tiempo con él. Basta con dedicarle el tiempo necesario. Mi padre se pasaba la mayor parte del día en su trabajo para mantener a la familia, y yo lo sabía; por eso disfrutaba tanto de los ratos que nos dedicaba. Y él también.
También te equivocas, creo, si piensas que la independencia hace que un hijo/a se haga una idea más adecuada de lo que es mundo y la vida. Creo que es confundir el culo con la cuatro témporas del año. Y te aseguro que cuando los lazos familiares son como tienen que ser, los hijos siempre echarán en falta a sus padres cuando falten. Y ese amor paterno-filial nada tiene que ver ni con la edad ni con "ser independiente".
Pero que no estemos de acuerdo en algunas cosas no quiere decir que mi opinión sea la correcta.

Trako: De nuevo nos dejas unas ideas y experiencias personales muy para tenerse en cuenta. Sí, vivimos muy apresuradamente. Lo jóvenes quizás más. Confío en que encontrarás la justa medida de ese apresuramiento porque tienes una cabeza muy bien amueblada.

Eggy: Ya ves que que hay por lo menos un 40% que se resiste y hace gala de mantener muchos de los valores en los que todavía creemos. Un fuerte abrazo.

Fotón: Creo que estaremos de acuerdo en eso todas las personas de buena voluntad que no sucumben del todo al desarrollismo feroz. Un abrazo.

*v*: Me alegra saber que vives rodeada de gente que forma parte de ese 40% que sí se preocupa seriamente por sacar adelante a su familia como una totalidad, aun a costa de enormes sacrificios.
Pero creo que te equivocas al pensar que los niños no son capaes de apreciar esos esfuerzos, a partir de una cierta edad. Lo que quizás no lleguen a comprender nunca es por qué se produce su abandono total. Pero que hay un tiempo limitado por imperativos de subsistencia de la familia, eso sí se comprende. Por eso creo que es un error que los niños, en el proceso educativo, no compartan la realidad familiar. Creo que hay mucho psicologismo barato en esa actitud de ocultación. Es malo fingir. Mis padres nunca mostraron que se habían quitado bocados de la boca para que no nos faltara el alimento a sus hijos y, con tanta estrechez a veces, raro era el día que mi madre no daba un plato de arroz a algún mendigo que llamaba a la puerta a la hora de comer. Nunca me produjo problemas ver que otros niños tenían más y mejores juguetes que yo, o mejores ropas, porque era consciente de mis circunstancias familiares y las vivía a diario. Y sabía, al menos cuando tuve uso de razón, que mis padres hacían todo lo que podían, pero había un límite que no se podía rebasar. El problema actual es que no todos aceptan la existencia de ese límite y hacen el juego al consumismo, quizás inconscientemente. Yo maldigo el clasismo, pero no soy tan estúpido como para no reconocer que es un hecho. Dice un pensamiento oriental: "No es más rico quien más tiene sino quien menos necesita". Ahí reside la verdadera revolución contra el consumismo, que acabaría provocando nuevos equilibrios de mercado. Y eso no significa que nos tengamos que convertir en ermitaños. Es un proceso mental serio de exclusión de lo superfluo. Pero, ¿quién define lo que es superfluo en cada contexto social?
Ya ves, yo también me he excedido en mi comentario, pero la verdad es que tus reflexiones me han dado muchas ideas. Gracias. Un beso.

Ártemis: "De tal palo, tal astilla", para lo bueno y lo malo. Un beso.

Cris: Nadie mejor que tú para ver desde la primera fila los aspectos dramáticos de la educación. Un abrazo.

Fhernando: Pero no lo es. Es sólo el efecto de una foto vieja y oxidada.

Turno sa: Estás sin duda en el 40%. Yo nunca tuve el valor de formar una familia. Por eso te admiro más. Y tus frases demuestran que formáis una familia con una orientación envidiable. Nadie te aseguró que todo iba a ser fácil. Pero los problemas se van solucionando sobre la marcha. Estoy seguro de que tanto tu compañera como tu hija son conscientes de lo que sucede en casa. Intuyo que tu hija es pequeña por aquella vocecita que escuché en un videoclip de tu blog. Y cuando crezca lo tendrá más claro. Un saludo, amigo.

Mari: Gracias por dejarnos de manera tan clara tu actitud personal. En ese talante nos parecemos mucho. Debería haber más gente consciente de quién está en sus zapatos. Un beso.

Raúl Leonel dijo...

Es verdad, la gente primero se ocupa en su trabajo que de los hijos, una vecina deja a sus hijos solos la mayoria del tiempo y se han vuelto muy vagos ultimamente

Ninguno dijo...

Amigo Yayo!
Gracias por tus sensatas palabras en mi blog del amor, por ahora...
Y cuánto habría que escribir con el tema que has tocado amigo!
Pero es tan complicado ser determinante por la variedad de situaciones que tocan vivir en todo el mundo, que las verdades se esfuman como la llama de un cerillo.
La imagen que has pegado me hizo acordar a mi abuelo, que descansa en paz desde hace 4 años. La 1ra. época de su vida de casado con sus hijos la hizo en un campo, apartado de un pueblo chico, construyendo el futuro en base al trabajo esforzado, "poniendo todos los días el lomo" como se suele decir. Y quizás era un privilegio esa vida. Porque el trabajo estaba a allí a la mano, y al final de la jornada siempre se encontraba tiempo para disfrutar de la familia de 5 hijos. Se trabajaba tanto o más que ahora, y para tener bienes en más tiempo que hoy incluso. A sus hijos jamás les faltó nada, ni material, ni espiritualmente. La educación fue intachable.
Yo recibí mucha enseñanza de su parte que guardo para cuando vengan mis hijos. Todavía estoy buscando a la madre, no lo olvides jeje.
Y siento mucho que no todos pueden vivir la misma realidad, y no porque cambien mucho las personas por su cuenta, sino, porque cambien forzados por el sistema mundial actual de vida.
Albergo en mi corazón un gran luz de esperanza, de que si me toca vivir situaciones desesperantes para pelear por un futuro digno de vivir, Dios me permita darle a mi familia todo lo que se merece bajo cualquier circunstancia.
Un abrazo inmenso amigo!
Y Dios te bendiga siempre!
Creo que el enamoramiento como de un ángel de mujer, me ha acercado demasiado a nuestro Creador. Lo notas?
Saludos!

Mariluz Barrera González dijo...

Yayo, honestamente me has llegado en un momento en el que me cuestiono si estaré haciendo lo correcto, siempre me pregunto si soy una buena madre.
Soy terapeuta y en el consultorio la mayoría de mis pacientes son niños que como consecuencia al abandono de los padres se encuentran padeciendo de una infinidad de males, pero el primordial es la tristeza. Son niños listos, sensibles y que se dan cuenta de que sus padres dificilmente pueden resolver sus propios problemas y he llegado a la conclusión de que a los adultos nos da miedo enfrentarnos a la paternidad (maternidad) a la dificil responsabilidad de ayudar a alguien en su crecimiento, ala hermosa tarea de mirarlo crecer y descubrir quien es y que desea y a transmitirle con mi existencia todo lo que guardo en mi interior y que de seguro lo marcará y fortalecerá para siempre.
Los adultos tenemos miedo, yo he notado en mi generación pánico por educar a los hijos, tal vez nos sentimos incompetentes e inseguros y mejor corremos, dejándolos a la bendición de Dios, queriendo con lo material suplir lo que solo nuestra humanidad podrá proveerles pues son seres humanos como nosotros, que nos necesitan, nos añoran y por corto tiempo nos pertenecen.

Un beso y toda mi admiración para ti. Me has ayudado mucho.
Estaré por aquí siempre y te invito a visitar mi blog y el que he realizado en homenaje a mi padre, un ser al que extraño todos los días.

http://mbgenvozalta.blogspot.com
http://rboexpediente.blogspot.com

Anónimo dijo...

Tenia yo hambre y valla con que buen texto me has alimentado el alma.

Fijate Yayo que yo si te digo; "los tiempos han cambiado", pero a diferencia de lo que piensas, yo creo que el ser humano no cambia nada. Nos llenamos de ocupaciones aqui y allá, antes era matar mamuts, ahora es matar a dracula en Castlevania con un control wireless. Pero realmente nuestra naturaleza es la misma. No creo mucho que el hecho de que estes tu en un pais primermundista y yo en uno tercermundista (porque es la verdad) haga mucha diferencia en los placeres de obtener comodidades vanales. En mi caso, mi padre estuvo hasta mis 18 años trabajando de 5 de la mañana hasta las 12 de la noche. Jamás lo veia, pero las cosas cambiaron, parecia que seria para mal, pero se obligo a quedar en casa durante días enteros, que luego fueron semanas, y meses, hasta que llegaron a ser 2 o 3 largos años. Ahora por asares del destino vive lejos, pero lo tengo más cerca que nunca. Es extraño, el quitarme los placeres materiales con los que habia estado acostumbrado a vivir, me acerco a sentir una familia.

me proyecte... pero bueno, me llego el feeling

sigue escribiendo yayo, que en este espacio "vacio" como tu lo llamas, habemos muchos ojos escrutadores que tenemos la capacidad de sentir más alla de lo que parecen ser ceros y unos.

Unknown dijo...

HOLA YAYO

¿ INTERESA LA FAMILIA ? , CREO QUE POCO .

SIN DUDAS ES OTRO MUNDO AMIGO , ¿MEJOR , PEOR ? MMMMM, LO DEJAMOS EN DISTINTO , EH , NO QUIERO QUE NADIE SE DE CUENTA QUE TENGO MUCHOS AÑOS .

VENGO DE UN LUGAR COMO EL TUYO , A LA NIÑEZ ME REFIERO , SI LE DECÍA A MI VIEJO : PAPI , ESTOY ABURRIDO , EL ME DECÍA : BUENO , AGARRA LA PALA Y PUNTEA UN POCO LA TIERRA ...

POR SUPUESTO , TRATABAMOS DE NO ABURRIRNOS ...Y NO TENÍAMOS NADA ..SOLO JUGUETES CASEROS Y JUEGOS MUY SIMPLES , PERO TE DIGO UNA COSA : ÉRAMOS FELICES !!!

...Y SIN TRAUMAS , LOS VIEJOS DECÍAN : NO SE PUEDE , Y YA ESTÁ , NO HABÍA CUESTIONAMIENTOS ...

POR CASA HUBO ALGÚN AÑO QUE LOS REYES DEJARON PRACTICAMENTE EL SALUDO NADA MÁS , Y TODO SEGUÍA IGUAL ...

CONOCÍ LA TV YA DE GRANDE Y ME PARECE QUE ESO FUE UNA GRAN VENTAJA .


LA OTRA VEZ VI A UNA " POBRE " MADRE QUE PRACTICAMENTE ARRASTRABA O TRATABA DE HACERLO , A SU PEQUEÑO QUE SE HABÍA
" TRANSFORMADO " FRENTE A UN QUIOSCO PARA QUE LE COMPRE UNA GOLOSINA , NO SÉ .

JUNTO A DOS HERMANAS , TUVE UNA EDUCACIÓN RÍGIDA , SIN MALOS TRATOS , POR SUPUESTO , PERO ENTENDÍAMOS PERFECTAMENTE LOS GESTOS Y DECIRES DE NUESTROS PADRES .

NO SÉ YAYO , NO ME UBICO HOY , COINCIDO CON TU ESCRITO .
SE CAMBIA CONFORT POR ALGO DE MUCHÍSIMO VALOR .

ES SOLO MI OPINIÓN .

AMIGO

CON EL DESEO QUE ESTES BIEN Y A MODO DE AUGURIO DE UNA BUENA SEMANA , TE DEJO UN CUENTO DE ALEJANDRO DOLINA , UNA PERSONA QUE TIENE MUCHO PREDICAMENTO ENTRE LOS JOVENES .

EL HOMBRE
QUE PEDÍA DEMASIADO .-

Satanás : ¿ Que pides a cambio de tu alma?

Hombre: Exijo riquezas, posesiones, honores y distinciones.... Y tambien juventud, poder, fuerza y salud... Exijo sabiduria, genio, prudencia... Ytambien renombre, fama, gloria y buena suerte... Y amores, placeres,sensaciones... Me daras todo eso?

Satanás: No te dare nada.

Hombre: Entonces no tendras mi alma.

Satanás: Tu alma ya es mía.
(Desaparece) .-

UN ABRAZO

ADAL

Unknown dijo...

ME ALEGRO QUE TE HAYA GUSTADO LA CANCIÓN DE JHONNY CASH Y AVRIL LAVIGNE

Anónimo dijo...

Los tiempos cambian, o sera que nosotros cambiamos?.
ahora seria bueno preguntarnos si para bien o para mal,
desgraciadamente pienso que para lo ultimo.
les damos tantas cosas materiales a nuestros hijos,por el afan de que tengan lo que nosotros no tuvimos..que los saturamos de liviandades,y nos olvidamos de que lo que realmente nos sobraba cuando ninos,era carino ,cuentos,tradiciones...
cosas que nosotros los que disfrutamos de aquello hemos transformado en celulares,computadores y juegos de video.
Paola

Txe Peligro dijo...

we don't need you education.... como decían pink floyd

Ruga dijo...

Orales, este psot si es cierto. Pues yo no soy tan fans de los videojuegos, pero si me gusta desvelarme con uno d evez en cuando. Aunque siempre he preferido pasar el tiempo con mi familia. Aunque sea invitarlos a que le hagan el intento de perder en los juegos.

Mariluz Barrera González dijo...

Nuevamente yo mi querido yayo para invitarte a EN VOZ ALTA, a leer un artículo que habla sobre la AUTORIDAD,que definitivamente es algo que a los padres de hoy en día nos hace mucha falta para la educación de nuestros hijos.

UN BESO.

http://mbgenvozalta.blogspot.com
http://rboexpediente.blogspot.com

Zumo de Vidrio dijo...

Y luego queremos buscar culpables, siendo nosotros mismos..!!

Su post, estimado Yayo, me ha hecho recordar y confirmar la razón por la que cambié a este último trabajo,, el anterior no me daba tiempo ni para sacar el gato a orinar,,,, al momento de presentar mi renuncia, la cual fué validada por mi esposa, no me la querian aceptar, ofreciéndome el puesto que todos anhelábamos, más sin embargo lo rehusé y preferí, a regañdientes de varios amigos, cambiar a un trabajo donde el tiempo para compartir con mi esposa e hijo es uno de los privilegios que poseo,, recuerdo un fin de semana en específico, en el que disfrutaba ver mi hijo jugar con la arena en la playa,,, solo atiné decirle a mi esposa : Esto no tiene precio..!!

Te sigo hermano..!!
Z de V.

M dijo...

Muy querido Yayo:
No lo habrías podido escribir mejor. La decisión sobre cómo repartir el tiempo entre trabajo y ocio toma matices dramáticos en nuestras sociedades. No sólo se han acelerado las transacciones o las comunicaciones: la vida misma de los individuos ha mermado en calidad para mantener el ritmo que a diario es impuesto.
Te envío un fuerte abrazo...
Manu

Ninguno dijo...

Querido Yayo!
Qué gusto que hayas podido disfrutar nuevamente de la "Melodía desencadenada"!
Que si es de otra época?
La música y las canciones trascienden cualquier época, no hay específicas para cada una.
Y menos aún, las que tienen que ver con el amor. El amor tampoco tiene épocas, es siempre el mismo eternamente, desde el principio hasta el fin, si lo hay.
Gracias por disfrutar mi espacio de enamoramiento...
Ya sabe que el 14 que viene es el día de San Valentín?
Estará preparando un post genial histórico para la ocasión?
La verdad que sería maravilloso creo, porque tú eres una persona genial Yayo.
Un abrazo grande trascendiendo cualquier distancia.
Se le quiere mucho amigo.
Gabriel

Marcos dijo...

Hola Yayo

Sin duda lo que señalas es cierto. Una vida de excesiva competencia conlleva la necesidad de olvidarse del resto para "no perder". Sin embargo pienso que junto a lo anterior, la nueva configuración de las economías del mundo que apuestan a una desregulada flexibilización del trabajo hace que - y así lo están percibiendo los sujetos - cada persona no se sienta dueña de su tiempo. Y en la mayoría de esos casos, seguramente no lo son. Entonces la cosa no es solo subsistir sino aparentemente sobrevivir. Y la sobrevaloración que se hace de la acción de consumir contribuye bastante a deformaciones d ela vida social que se traducen en cosas como el artículo que mencionas.

Junto con ese componente de comptetencia desmedida entre los sujetos que se ven disapuestos a privar al otro de un bien que incluso tal vez necesitan para así obtener un lujo que sea buen medio de distinción entre la uniformidad que a la larga el mismo mercado genera, hay que buscar condiciones objetivas justas d emodo tal que los cambios económicos no lleven a la destrucción de las nociones de sociedad y comunidad, pues el cambio d elos tiempos no debiera significar destrucción.

Como bien decía Einstein: "las creaciones d enuestra mente debieran ser una bendición y no una maldición para la humanidad"

Un gran saludo, que estés muy bien

Unknown dijo...

YAYO , AMIGO .

RECIBE MIS SALUDOS Y EL DESEO DE UNA BUENA SEMANA

UN ABRAZO

ADAL

kSiM dijo...

Es cierto, que triste que algunos padres piensen que el bienestar de la familia es solo económico. Fui a ver una película hace poco con Camino a la Felicidad, con Will Smith. ME gustó mucho porque a pesar de las carencias el papá quería estar siempre con su hijo. Muy bonita.

ME alegra haber sido del porcentaje cuyos padres siempre estuveron y estan al pendiente de mi aunque a veces era asfixiante jeje.

Saludos!

Magda dijo...

Hace como un mes leía, que en México dos de cada 10 padres, se involucra directamente en la educación de sus hijos. Lo que significa desafortunadamente, que este hecho ya no sólo es exclusivo de los países desarrollados, sino que se ha convertido en un problema gravemente generalizado en nuestra "civilización".

Necesidades reales o creadas, influencias net y sus correspondientes consecuencias positivas y negativas, comodidad, falta de supervisión, comunicación, etc. Una larga lista de causas-derivaciones que finalmente se ven reflejadas en el comportamiento de nuestros hijos:

Preocupantes tasas de suicidio, obesidad, consumo de drogas y otros, entre niños y adolescentes.

Ya no sé a donde iremos a parar. En lo personal, creo que vale la pena sacrificar un poco del tan ansiado beneficio económico, para brindar cantidad y calidad de tiempo a los 'enanos'. Eso redundará en una gran satisfacción personal como padres, libres de sentimientos de culpa por la esclavitud laboral a la que nos sometemos en pos de mejorar nuestra calidad de vida. Sobre todo creo que esa renuncia parcial o total, retribuiría con gran impacto, en la construcción de seres humanos felices y con capacidad de dar amor, como el que ellos recibieron, ¿existe algo más importante que eso?.

Elevo una plegaria por ello.

¡Besos Yayo!

Bitchie4ever dijo...

Hola mi Querido Yayo, como estas ?, pued dejame decirte que al leer tu post no me fuen imposible la relfexión sobre mi padre, creo que como simpre tus post tan buenos, te djeo un saludos nos vemos .

Buena Semana!.

Yayo Salva dijo...

Raúl: Si algún día decides ser padre, espero que sepas ocuparte bien de tu prole, no como tus vecinos.

Gabrielus: Es verdad que cada persona es un mundo y no es bueno hacer juicios de intenciones de los demás. Por eso, al final, no entro en valoraciones. Pero, como tú bien reflejas en tu propia historia, hay enseñanzas que nos llegan de nuestros mayores que influyen profundamente en nuetras vidas. Si son positivas, también lo será su repercusión.
Y te felicito por ese estado de elevanción en el que te encuentras.
Un fuerte abrazo.

Mariluz: Tus experiencias son impresionantes y estoy seguro de que desde tu profesión ayudarás muchos a esos infantes y jóvenes desorientados. El miedo a educar, quizás propiciado por traumas personales, es algo en lo que he pensado algunas veces. Y sin duda porque creo que el ejemplo también educa, me parece una gran responsabilidad que hay que asumir con valentía.
Me satisface saber que mis palabras te han servido de ayuda.
Ya leí tus últimos artículos y me tienes entre tus asíduos. Un beso.

Prophet: Te gradezco mucho tus palabras de ánimo. Hacen que me sienta útil más allá de las palabras.
Tu experiencia personal es un ejemplo y ha de servir a muchos de los lectores que nos leen. Te felicito por tu fuerte sentido de la familia, aprendido en el seno de la tuya no sin tropezones, y estoy seguro de que sabrás proyectarlo en tu entorno.

Hippie: Tenemos muchos puntos en común. Yo también me siento en ocasiones desubicado, aunque el contacto continuado con las generaciones jóvenes en la universidad me obliga (y ayuda) a superar esos momentos de crisis. Ellas, en cierto modo, son mi familia.
Y muchas gracias por ese cuentecillo con el que nos has regalado sentimiento.

Paola: Yo soy de temperamento optimista. Trato de ver el lado bueno de las situaciones. Confort y educación no son términos antitéticos. El problema puede surgir cuando descuidamos la educación y la sustituimos por cachivaches. Pero, afortunadamente, la capacidad humana de aprendizaje es ilimitada.

Txe: No te creas..., no te creas. Pero, desde luego, las opciones educativas son muchas.

Rubén: Cometer "ciertos pecadillos" es hasta saludable. Pero disfruta también de tu familia, pues hasta sus sermones te pueden ser útiles. ¡Pero no me los vicies con los videojuegos! ¡Jajaja! Me ha gustado tu simpático comentario.

Jay: Gracias por tu comentario. Ya ves que coincidimos en el análisis.

Zumo: Eres admirable. Demuestra tu amor a la familia por encima de otras consideraciones. ¡Ojalá cundiera el ejemplo!

Manu: Sí, se nos invita a vivir tan aceleradamente que estamos en riesgo de perder el sentido de la realidad. El trabajo como cruz y el ocio como escape es una puta (pura) falacia.
Un fuerte abrazo, amigo.

Gabrielus: Querido amigo: he recogido tu sugerencia de glosar la figura de San Valentín.
Pero, de verdad, no valgo tanto.
Por cierto, fíjate si me gusta "Unchained melody" que tengo otras cuatro versiones en mi discoteca además de la de los Righteous Bros.: las de Buzz Clifford, Nicola di Bruno, Cocky Mazzetti y The Platters. Las dos italianas son bastante flojas.
Un fuerte abrazo.

Marcos: Tu comentario añade, mejorándolos, nuevos matices a mi artículo. Gracias.

Ksim: Debes felicitarte por estar dentro de ese 40%. Y ten paciencia si en alguna ocasión los "viejos" te cargan. Nunca diré que recibir la educación de los mayores no tenga sus problemillas. Pero aun así, no te quepa duda de que lo hacen porque te quieren y te valoran.
No he visto todavía la película pero compre el DVD para visionarlo cuando tenga el momento.

Magda: No pensaba que en México el problema tuviera tal dimensión. Pero, como ya he dicho antes, seamos optimistas. Yo confío plenamente en la juventud, y los comentarios de los jóvenes a este artículo me hacen ver que no estoy muy descaminado al confiar. Un beso.

Bitchie: Echaba en falta tu comentario. Interpretarlo es siempre un ejercicio mental entretenido en el que criptografía y semántica se dan la mano. Me gusta tu estilo aparentemente desordenado, pero más las ideas que percibo detrás. Un saludo.

pedro finch_ dijo...

Vaya, por una vez no estoy completamente de acuerdo contigo. El parrafo en el que comentas lo de 'acosada por la imperiosa necesidad de conquistar y mantener una posición de relumbrón dentro de su ambiente' yo lo conozco más como acosados por una hipoteca que no hay quien pague si no es que trabajan los dos en la casa :-(
Por lo menos esa es la realidad que me rodea!

A parte de ese detalle sí estoy de acuerdo en que es mucho mejor un poquito de estrechez y más cariño que mucho capricho y soledad.

A ver cómo nos sale la próxima generación!

Un abrazo

Dalia dijo...

Pues de todo hay, amigo Yayo, y te lo digo yo que sufro todos los días a un buen número de monstruos. A menudo leo artículos en que nos culpan a los docentes de no realizar nuestro trabajo adecuadamente ya que no enseñamos a sus hijos valores humanos y a comportarse en sociedad. Y ¿qué quiere que te diga? Es verdad, Yo tengo a cada alumno una media de tres horas a la semana, ese alumno comparte la clase con veintitantos o treintaytantos chicos/as de su edad cada uno con unos problemas diferentes (integración, idioma, adaptaciones curriculares, problemas personales, problemas de salud, etc). A esto hay que añadir que no sólo tengo una clase sino que me puedo juntar perfectamente con 150 alumnos al año a los que tengo que intentar enseñar inglés y a veces, si se tercia, a ser mejores personas. Si algún padre cree realmente que con eso es suficiente para que su hijo se eduque en valores va bueno, hacemos lo que podemos, al menos yo lo intento y meto más horas de las que me obliga mi horario laboral a veces en el intento pero no se hacer milagros. Son sus familiares los que deben aceptar la responsabilidad de educar a sus hijos más allá de las asignaturas.
Por supuesto, soy consciente que muchos de los padres que me visitan en tutorías no trabajan por un bienestar más o menos superfluo sino porque no queda otra y muchas veces se me rompe el corazón cuando hablo con ellos y ves que están desesperados porque ya no saben cómo enderezar al chiquillo que anda asilvestrado porque no le pueden dedicar el tiempo necesario y una madre sola o unos padres se están matando a trabajar para que en su casa no falte de nada y al menos aprendan de sus padres con el ejemplo del esfuerzo que muestran pero ni por esas. La verdad es que es un asunto peliagudo.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ufff cuánta razón tienes en todo lo que dices. Yo soy joven y formo ya parte de este siglo xxI tan moderno, pero soy de pueblo y de familia humilde por lo que me siento dentro de ese 40% raro. De pequeña cuando salía al ancho mundo me sentía pobre, diferente, extraña. Ahora sigo igual de ajena a este mundo que me ha tocado pero me siento muy AFORTUNADA por lo que viví de pequeña. Tu blog es MARAVILLOSO...