martes, 15 de enero de 2008

Los usos del lenguaje

Una lengua es como un organismo vivo: nace, crece, se multiplica y, finalmente, muere cuando cae en desuso al ser sustituida por otra lengua. El español (no sé por qué siempre se me hace raro llamarlo así y tiendo a llamarlo castellano), hoy tan boyante, no será una excepción.

En todos los idiomas se produce ese curioso efecto que hace que un vocablo tome significados muy distintos en diferentes regiones o países donde se habla. En cierta ocasión, dando un curso sobre conservación y restauración de obras de arte en Maracaibo, pude experimentarlo en mis carnes. Dije, durante una clase, algo así como que había restauraciones tan mal ejecutadas que parecían hechas por un manazas. Carcajada general en el aula que me sorprendió porque no pensé que la gracia fuera para tanto. Por estos andurriales ser un manazas es ser poco habilidoso, desmañado. Después de la clase se acercaron dos monjitas y, muy educadamente, sin duda cumpliendo un deber de caridad cristiana que yo agradecí, me hicieron saber que en Venezuela un manazas es un varón afeminado. Vamos, un maricón. Entonces entendí lo de la carcajada.

Todo esto viene a cuento de un comentario del amigo Fargok en mi entrada anterior, refiriéndose al significado en México del vocablo calzoncillos y a otros términos. Cuantos más significados (acepciones) tiene un vocablo, tanto más rica es una lengua, hasta cierto punto superado el cual la propia lengua se hace confusa porque dejan de entenderse entre sí los que la hablan. Volviendo a la palabra calzoncillos, para mí remite a una prenda de ropa interior masculina con perneras que cubre desde la cintura hasta parte de los muslos. Mi idea coincide con la definición de la Real Academia Española de la Lengua (en adelante RAE). Para Fargok, sin embargo, esas prendas se llaman “boxers”, eufemismo que también se usa con ese significado en España. Es como él las conoce de toda su vida, dice. En cambio un calzoncillo clásico es para Fargok una trusa.

Vayamos por partes. Bóxer, según la RAE, es un miembro de aquella sociedad secreta que inició las revueltas en China, en 1900, contra las potencias coloniales. No hay duda, entonces, de que los “boxer” o “boxers” a los que no referíamos Fargok y yo son anglicismos, es decir, préstamos tomados de la lengua inglesa. No estoy en contra de los préstamos cuando son imprescindibles porque en el español no exista vocablo que exprese esa idea y haya que recurrir a la perífrasis para expresarla. Pero cuando no es así no me gustan, los considero contaminantes, empobrecedores del lenguaje, signo de pereza mental en quien los usa, de pose cutre y casposa. En este caso, además, en inglés medianamente culto “boxers” no significa calzoncillos (=“underpants”, “shorts”). La acepción inglesa “boxer” = prenda íntima es, a su vez, un eufemismo tomado por los pelos de “boxer” = empacador, empaquetador. Entenderán los angloparlantes, digo yo, que el “boxer” les empaqueta el paquete. Pero esa no es la idea de calzoncillo (aunque ahora se hacen también ajustados, empaquetadores), prenda que, de sí, deja el paquete bastante suelto, cargando a su caer. Por lo tanto se me antoja un error etimológico igualar “boxer” y calzoncillo. “Boxer” más bien se aproxima conceptualmente a slip (anglicismo aceptado por la RAE), prenda íntima masculina ceñida, que remata en las ingles y sujeta el paquete. Un slip es una braga, formalmente. Pero como la braga es prenda íntima femenina, la RAE optó por aceptar slip para establecer la distinción de género en lugar de cambiar la definición histórica de braga. Es un caso claro de préstamo lingüístico aceptado oficialmente. El caso "boxer" = calzoncillo es un caso de etimología popular, es decir, cuando se da a un vocablo un sentido que etimológicamente no tiene. Sería más correcto "shorts" = calzoncillos, aunque quizá demasiado ambiguo.

Una trusa, vocablo que también menciona Fargok, es, en su origen, galicismo aceptado por la RAE. La primera acepción es la de calzón de perneras amplias, con cuchilladas, atado a medio muslo. Eran esos calzones bombachos que se usaban en el siglo XVII. En otras acepciones modernas, efectivamente, en México, Argentina, Perú y Uruguay es sinónimo de braga, prenda femenina o de niños, sin perneras. Es por eso que Fargok decía en su comentario, acertadamente, que la prenda de la foto se parecía a una trusa. Es, en realidad, un slip. En Perú trusa es también calzoncillo.

Esta larga perorata en torno a la ropa interior de cintura para abajo, alimentada por un cierto grado de tedio en esta tarde plomiza madrileña, me ha servido para reflexionar sobre los usos del lenguaje, sobre esos cambios de significado de los vocablos, sobre la facilidad con que una lengua se contamina cuando otra poderosa e influyente la coloniza. El lenguaje informático es quizá el mejor ejemplo de colonización inglesa, ante el pasotismo y la vaguería lingüística de los informáticos hispanoparlantes. Y es que las ingenierías, a pesar de lo que su nombre sugiere, siempre han estado en manos de gente con el ingenio poco dado a la imaginación, salvo honrosas excepciones. Es más fácil y cómodo mamar de la teta del inglés: al fin y al cabo quienes lo inventan todo hablan y escriben en inglés. Otro caso sangrante de colonización es el lenguaje coloquial de la juventud mexicana. No es único: la española, con su argot, no le anda a la zaga.

Pero una lengua viva es, ante todo, la que la gente de la calle habla. Y que sea lo que Dios quiera...


(Ilustración tomada de http://victorrebullida.blogia.com/upload/20060818052703-lengua.jpg)

27 comentarios:

Salvador dijo...

Y es que hay que tener cuidado con nuestra lengua, sobre todo cuando hablamos con personas extranjeras. Mira que las palabras confunden, y las confusiones pueden traer problemas.

Me pasó en Colombia, con amigos. Me daba cuenta que ciertas palabras que decía no eran bien aceptadas y se reían hasta que amablemente me explicaron ^^ son cosas que pasan, por eso a veces pienso que simplemente hablemos el castellano aquel de la RAE y listo : )

Saludos Yayo Salva, por cierto, pensé que nunca habías visitado Venezuela. Ahora veo que sí.

Anónimo dijo...

Para el estudioso de la lingüística es muy importante NO ser prejuicioso y no considerar un dialecto (entendiendo dialecto como la forma de hablar una lengua en determinado lugar) sobre otro. Hablar de "contaminación" tampoco es muy prudente; las lenguas cambian, evolucionan, se modifican, se "reproducen", pero no se contaminan; la adopción de palabras de otros idiomas por parte de los hablantes es sólo uno más de los muchos mecanismos que tiene la lengua para cambiar.

Y... eso :P Lingüística fue por mucho mi materia favorita. Y se vienen fonética, morfología, sintaxis y semántica, para los semestres que vienen. Probablemente decida tomar esta rama del saber para especializarme, cuando acabe mi carrera.

irene dijo...

¡Hay que ver lo que pueden dar de sí unos calzoncillos!.

Es cierto que teniendo la misma lengua, cambia el significado de unos lugares a otros, y no hace falta irse al extranjero. Cuando empecé a ir a Jerez, oía a mis vecinas decir que tenían muchos "tiestos" en la casa, yo miraba y no veía ninguna maceta.

Después supe que se referían a lo que yo llamaba "trastos", y así algunas palabras más.

Saludos.

Anónimo dijo...

Ah Dios! jaleo que tenemos con todas estos vocablos. De cierto modo, me gusta mucho que en nuestro idioma se siga dando y no tendamos (al menos tan deliberadamente) a la uniformización de ésta.
Pues bueno, me pasaba al leer a Carpentier con un sin número de vocablos centroamericanos de difícil comprensión para mí. Al menos a mí, aún se me hace interesante eso de estar buscando el correcto uso de la palabra. Con decir que ya soy casi usuario preferencial de la página web de la RAE.
Un abrazo, ánimo en la vuelta a tus labores.

pk dijo...

y mira que en el norte de este país hay una de anglicismos, que bueno, onda:

parquea el carro
vamos en la pik up
y así,

pero hay palabras con sentidos sexuales curiosísimas que significan otras cosas en distintos países: concha, cholga, pepita, plátano, guayaba, pepino y un buen de etcéteras que, sin duda, un día hay que compilar en un post cachondo.

concuerdo, muchísimo, con tu última afirmación. esa es la lengua viva, sin duda.

te mando saludo fuerte

Horus dijo...

Un saludo Maestro... amena, interesante y reflexiva entrada

RBD dijo...

Estimado Yayo, reitero lo que ya dijeron algunos de tus lectores: ¡lo que se puede hablar de unos calzoncillos! (y todo esto sin incurrir en chismes [cotilleo]... que daría para mucho más).

Además, entre una cosa y otra tratas muchos temas de interés, especialmente para el perfil de los blogueros, con tanta proclividad a importar terminología del inglés: postear, linkear; interés por la lengua escrita (mucho más demandante que la hablada) y una red de lectores local/global lo que da problemas frecuentes de entendimiento (completo y correcto).

Pero aunque mi parte emocional desearía que todos consultáramos la RAE antes de introducir terminología dudosa, lo cierto es que cualquier lengua (y mucho más el español que es usado por tantos hablante y en tan diferentes y alejados países) no se puede normar dictatorialmente (la RAE funciona como un dictador ilustrado, pero dictador al fin. Durante mucho tiempo era muy controversial en los países americanos hablantes del español porqué debía utilizarse como referencia la RAE si ésta termina recogiendo más que ninguna otra la lengua culta hablada en España, por lo cual no es casual que los términos que tú usarías coincidan con los de la RAE, más que los de Fargok). El punto es que me resulta muy necesario que exista algún órgano (con su respectivo diccionario) que establezca estándares para que los hispanoparlantes podamos seguir entendiéndonos, pero ese órgano debe tener en cuenta al mayor número de comunidad de hablantes posibles (tanto geográfica como culturalmente).

Sobre introducir expresiones de otras lenguas, sobre todo del inglés, que es lo que es muy frecuente en la juventud mexicana (de las clases media y alta), no es un fenómeno nuevo y me parece que no es un intento de modificar (contaminar) al español, sino que se usan precisamente por ser en lengua extranjera, normalmente como símbolo de estatus, y muy pocas expresiones generan un uso españolizado de las mismas. La discusión más que gramatical suele ser si es de mal gusto por chocante (y yo creo que, como el resto del lenguaje, su uso en forma coloquial y adecuada expande las posibilidades de comunicar distintas cosas aparte de lo que palabra a palabra estamos diciendo). Ooots, me extendí demasiado, disculpla. Saludo afectuoso,

Rafael Barceló Durazo

Anónimo dijo...

No sé qué decir, sigo pensando...

Cuidar el lenguaje ya que es un medio de comunicación (y comunicar no es simple, somos personas distintas, los malos entendidos se producen habitualmente...) Aceptar la evolución del lenguaje (pero hasta qué punto? y por qué ponerle un punto? Y si no lo pongo? Y si desaparece entonces el lenguaje por la influencia de otros? O por simple cambio?)

Ag. No sé, leí este escrito esta mañana, no se me ocurrió conclusión propia, y sigo pensando ahora (las diez pasadas acá)

Besos, que me pusiste a pensar en firme...

Anónimo dijo...

¡Un post sobre calzoncillos!

Xiruquero-kumbaià dijo...

Reconfortante artículo éste, amigo Yayo, ademàs de por el propio contenido, por la "carga" de humor, tan deseable en temas sensibles.
De acuerdo en que una lengua viva és la que la gente de la calle habla. Pero siempre hay quien tiene interés en decirle a Dios lo que debe querer:
http://www.lamalla.net/societat/educacio/article?id=187247

Qué cosas, eh?
En fin, cordiales saludos.

Aristóteles dijo...

¡Palabras... comunikación!

¿Ves? El ser humano es lenguaje,... es comunikación. En mi blog la palabra se hace vida.

Aquí, se ha formado un texto estupendo... ¡Divertido!

Mira yo, como a pesar de ser un licenciado en comunikación titulado, aun sigo aprendiendo acerca de la palabra; con esto del blog he aprendido a hablar en tu idioma español:

JOER
MAJO
COJONUDO

Hasta sé hablar chileno: ¿Querís que te traduzca alguna palabra de este país? Del chilemo he aprendido: ¡Pucha!

Saludos, mi estimado Salvador.

Anónimo dijo...

Es encantador leerte!

Siempre nos podremos entender a pesar de las diferentes lenguas, aunque no quiero decir con esto que tengamos que dejar de aprender a hablar con respeto.

Un abrazo grande Yayo!
www.artemissublime.blogspot.com

Gavriel dijo...

Estimado amigo:
Comparto una noticia publicada hace mucho, cuando aun vivía un gran artista argentino, que en paz descanse. Quizás no tenga exactamente que ver, pero quizás te interese.
Abrasos!

Congreso de la Lengua:
Fontanarrosa pidió “una amnistía para las malas palabras”

El escritor y humorista argentino destacó además las “condiciones terapéuticas” de estos términos y pidió que los “cuidemos porque los vamos a necesitar”.

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El escritor y humorista gráfico Roberto Fontanarrosa dio hoy el toque de color al III Congreso Internacional de la Lengua Española, al reclamar “una amnistía” para "las malas palabras" y pedir que "cuidemos de ellas, integrémoslas al lenguaje, porque las vamos a necesitar".

"Atendamos las condiciones terapéuticas de las malas palabras, que sirven para descargarse. Pido una amnistía para ellas, vivamos una Navidad sin malas palabras, y cuidemos de ellas, porque las vamos a necesitar", concluyó.

"Este es un ámbito más que apropiado para plantearse porqué son malas palabras. ¿Le pegan a las otras palabras? ¿Son de mala calidad y cuando uno las pronuncia se deterioran? ¿Quién las define como malas palabras?", se preguntó el rosarino durante la mesa redonda sobre "Español internacional e internacionalización del español", que se celebró en el Teatro El Círculo.

"Tal vez –afirmó el escritor- sean como esos villanos que al principio eran buenos pero la sociedad los hizo malos. Tal vez, al marginarlas las convertimos en malas. En alguna época se les decía palabrotas, lo cual no deja de ser un reconocimiento. Las malas palabras reflejan una expresividad y una fuerza que difícilmente las haga intrascendentes”.

Para justificar su cuidada improvisación, Fontanarrosa bormeó: “He escrito algo, pero no me alcanzó para que la memoria me dictara que tenía que traer los lentes". Y expresó: "No sé quién define lo que es vulgar y lo que no es vulgar. Pienso que las malas palabras brindan otros matices. Hay palabras de las denominadas malas palabras que son irreemplazables, por sonoridad, por fuerza y por contextura física. No es lo mismo decir que una persona ‘es tonta o sonsa’ que ‘es un pelotudo’”.

Sobre esta palabra, el humorista y escritor se explayó: “El secreto de la palabra pelotudo podría referirse a un utilero de fútbol. El secreto y la fuerza está en la letra ‘t’". Celebrado por las risas aprobadoras del público, dijo que "hay una palabra maravillosa que en otros países está exenta de culpa que es 'carajo'. Tengo entendido que era el lugar donde se colocaba el vigía en lo alto de los mástiles. Amigos mexicanos con los cuales estuve cenando anoche me explicaban que las islas Carajo están en el Océano Indico”.

Fontanarrosa advirtió por otra parte que “hay otra palabra irremplazable que es 'mierda', y el secreto de su contextura física está en la ‘erre’. Los cubanos dicen 'mielda'. Ese es otro de los grandes problemas que ha tenido la revolución cubana, que es la imposibilidad de manifestar fuerza expresiva".
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Fuente:
http://www.clarin.com/diario/2004/11/19/um/m-871998.htm

Júlia dijo...

Por cierto, en estos últimos tiempos también se ha llamado braga -no 'bragas'- a esa pieza de lana que se ponen en el cuello y que sirve para bufanda o gorro, que en catalán han pretendido traducir como 'buf'.

Sobre el carajo habría mucho que discutir.

En temas de lengua siempre existe por un lado la lucha de los puritanos en el poder conservando y puliendo y del pueblo llano que forma, transforma y reconvierte, a veces, muchas, con éxito, y otras sin él, o dando lugar a formas breves y temporales. Además hay argots juveniles e infantiles que se nos escapan, también. Lo peor son los dogmáticos. Y la lucha es más cruenta cuando se trata de una lengua supuestamente en peligro, como el català... ai, que patirem, Yayo. Y, lo peor de todo, como en tantas cosas, la mayoría de gente cree o quiere creer que lo 'suyo' es lo 'normal'.

Recomenzar dijo...

Leerte es aprender te he puesto en mis favoritos
abrazos

Viriz dijo...

Es verdad que entre mas significados toman las palabras más rica es una lengua pero al mismo tiempo más dificil es entendernos.

En lo personal no me gusta cuando las personas no hacen uso correcto del lenguaje, para mi es un recurso tan valioso y así mismo poderoso que en ocaciones me sorprende que la gente no lo tome en consideración y la use de una manera pobre.

En enserio, benditos sean los diccionarios.Un muy buen texto como siempre, ojala a todas las personas les interesara el idioma un poquito más jajaja.

Un beso y linda semana.

Recomenzar dijo...

Gracias por comentar...estoy aprendiendo

Humanoide dijo...

lo mejor es andar en bolas

León de Cantabria dijo...

Apreciadísimo Yayo:
Interesante el escrito y efectivamente el lenguaje es móvil, nunca estático, amalgama, absorbe y ¿evoluciona? Y es cierto...al final, la lengua sobrevive por aquellos que están en la calle; malo o bueno, quién sabe!!

Un abrazo,

Unknown dijo...

Excelente Yayo!

Sin dudas es un tema para discutir.
Por aquì adoptamos los anglicismos como algo "muy normal".
Reconozco que los jòvenes, tambièn lo fui y me acuerdo,
lo adquieren rapidamente.

Sobre el lenguaje
decía Jorge Luis Borges:
"El lenguaje no lo hace la Academia, ni el Poder, ni la Iglesia, ni los escritores. El lenguaje lo hacen los cazadores, los pescadores, los obrajeros, los campesinos, los caballeros y los tipos sinceros. Hay que acudir a las bases, donde se forma la lengua". Hablar claro y en buen idioma nos da la identidad...

Coincido plenamemente con lo que dices:
"El lenguaje informático es quizá el mejor ejemplo de colonización inglesa, ante el pasotismo y la vaguería lingüística de los informáticos hispanoparlantes."

Un abrazo Amigo

Adal


ahhh
Honor al gran Fontanarrosa
que trajo Gabriel aquì en su exposiciòn en el
Congreso de la Lengua.

Fernandina dijo...

Maestro... usted como de costumbre, sorprendente y refrescante.

Un abrazo, con cariño.

Salvatore dijo...

¡Qué interesante entrada! Me ha gustado mucho. Precisamente ahora estoy dando en la Universidad la Clase de Comunicación Oral y Escrita. En donde entre otras cosas hablamos de este asunto de las distintas acepciones de una palabra según el tiempo y espacio geográfico en donde se use. Cuestiones que tienen que ver con el desarrollo diacrónico y sincrónico de todo signo lingüístico.
Es muy agradable leerte. Siempre me resulta edificante.
Un abrazo desde México.

Unknown dijo...

Y los chones?

Un abrazo mi estimado amigo, un abrazo

Xavysaurio dijo...

yo le digo manazas a mis manotas... jo

y de aqui podemos partir a tradiciones como hallowen y dia de muertos en México, hay algo similar por aya?

Marcos dijo...

hace 4 años viajé a Panamá, y noté la influencia estadounidense en el lenguaje de la gente. Varias palabras en inglés. Acá en Chile pasa similar con las palabras en inglés. Y lo curioso es que en muchos casos se trata de un elemento cuyo conocimiento da status, y mrca diferencias de pertenencia a estratos socioeconómicos, otorgando una especie de particularidad sociocultural al mismo (creo que hablar de diferencia de clase sería como mucho, por eso lo evito). El uso de palabras que no son del idioma también se ve en la gente arribista o que quiere dar la impresión de ser tremendamente culta e inteligente. yo creo que esos son parte de los elementos que generan la deformación, por lo menos lo que me ha tocado ver. Y para todo lo anterior se ve un aspecto común y divertido respecto a las plabras en inglés: por lo general son pronunciadas como las pelotas (perdóneme la expresión por favor)

Otra coa interesante respecto al lenguaje, es que puede varias dentro de una misma ciudad, hablándose de diferente manera en uno u otro rincón, en particular si la segregación socioeconómica está fuertemente correlacionada con la distribución espacial de quienes pertenecen a los diferentes estratos. Deformar el lenguaje muchas veces es un elemento identitario. La distorsión no es sólo de significdo sino también fonética, lo cual es lamentable cuando pasa de cierto límite.

Saludos, que esté muy bien

Unknown dijo...

"FEEDJIT Live Traffic Feed",
ajustando las parabòlicas Yayo
estoy lejos de donde dicen, je!

un abrazo

Anónimo dijo...

Solo se que es mucho mejor dormir desnudo sin truza, pues esta prenda presiona un poco a los testiculos y eso ocasiona molestias.
¡a dormir desnudos!