Septiembre es un mes de retornos (en España). Es el regreso de las vacaciones, su final inaplazable e inexorable para muchos; es el comienzo del nuevo curso en escuelas, institutos y universidades… Desde mi higuera todo eso me parece hoy muy lejano y, sin embargo, hace apenas una semana que terminé mis obligaciones docentes en la universidad y ayer las del museo.
Septiembre es un mes de crisis. A muchas personas les entra el “yuyu” por tener que volver a las rutinas del trabajo diario, algo que en una época de crisis como la actual, con tanto paro, parece un lujo inexplicable. El hecho mismo de tener vacaciones ya es un privilegio, tal y como pintan las cosas.
Y es que hay demasiada gente sobre la que recae con todo rigor la maldición bíblica: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. El sudor, como metáfora, significa ante todo tener que hacer algo que a uno no le gusta una jornada tras otra, todos los días del calendario laboral. En septiembre les llega a muchos el síndrome post-vacacional, la angustia de una vida sin sentido o con un sentido distinto del deseado.
Yo he tenido la gran suerte, hasta ahora, de que me gustaran mis obligaciones. Cuando era estudiante de bachillerato me hartaban aquellas vacaciones tan largas, desde finales de mayo hasta primeros de octubre. Estaba deseando volver a las aulas y encarar un nuevo curso. Luego, como profesional, casi siempre he trabajado en lo que me ha gustado. No digo que no haya habido contratiempos e incluso situaciones crispantes. Pero el balance siempre ha sido positivo.
Mi obligación ahora es ser un jubilado feliz, y pienso cumplirla al pie de la letra.
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11 comentarios:
Creo que soy otro de los que reniega de las vacaciones extensas. El trabajo es ganar dinero, socializar, aprender, ejercitarse y, como no, divertirse.
Acá septiembre tiene muchos otros matices. Mes de de fiesta, símbolos patrios y exposición de un centenar de entretenidos mecanismos de lo inconsciente.
¿Y qué tal transcurre el tiempo debajo de la higuera? ¿Lento y tierno? ¿Veloz y aún con agobio? ¿Qué tal es eso?
Amigo Oso, eres un joven afortunado. Pero porque te lo has ganado a pulso. Deseo que esas vacaciones periódicas sirvan para romper ese ritmo demasiado acelerado y te regeneren la templanza.
Williams, tienes una idea muy personal del trabajo. Así debería ser para todos.
Hola Pablo, nuestro septiembre será quizás vuestro febrero.
Apenas puedo disfrutar de mi higuera, todavía. Demasiadas ataduras profesionales. Pero cada vez son menos.
No sé por qué, pero intuyo que tú también plantarás tu higuera para recrearte a su sombra y sentir el paso del tiempo como una agradable brisa que te acaricia el rostro.
Pasando a saludar. Un abrazo fuerte.
Querido Gonzalo: Yo también te felicito por tu flamante DEA. No tenía duda de que superarías la prueba. Ahora a darle duro a "lo otro"...
acá, sin duda, hay muchos malditos.
va un abrazo.
Pk, sin duda es una triste realidad en todas partes.
Un abrazo.
Saludos Yayo!!!!
Desde hace tiempo fui fiel lector de tu blog, el cual a mi parecer es muy interesante, no se si recuerdes pero yo tenia el mío llamado imagenes mentales, el cual visitabas algunas veces, pero lo dejé abandonado por diversos motivos.
Aunque ya fué su reinauguración y pasare de nuevo frecuentemente por este sitio lleno del conocimiento que solo el tiempo y la vida pueden dar.
Un abrazo.
P.D: ¡¡¡ Yo también quiero una higuera para quedarme ahi por siempre rodeado de libros y fotografías!!! n_n
Hola Luis: Bienvenido.
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