miércoles, 1 de julio de 2009

Yo, fumador...

Empecé a fumar ya mayor de 20 años, cuando hacerlo era un hábito social bien visto y muchos de mis amigos y amigas de entonces fumaban. Claro, que de eso hace más de 40 años y desde entonces ha llovido lo suyo. Y con los cambios habidos del curso de las torrenteras ahora resulta que fumar es un hábito perverso, un vicio nefando, un atentado social contra la nueva sociedad montada en el decibelio y el bit, pobre de lenguaje (parece que los adjetivos que más se usan entre la gente joven y asimilados son los que comienzan con “super”, “mega” y a veces “supermega” lo-que-sea...) y, por contraste, deseosa de un ambiente puro y limpio sin las miasmas del tabaco otrora balsámicas. Ahora “fumar mata”, advierten las cajetillas de cigarrillos en casi todo el mundo menos en España, donde sólo “puede matar”. En Rusia ni mata ni nada, por ahora.

Los comentarios a mi anterior entrada me han hecho reflexionar, no tanto porque me resultaran novedosos (uno es ya perro viejo), como porque en alguno de ellos asoma la patita la intolerancia, una intolerancia genérica excesivamente extendida, un proteccionismo a ultranza de “MI ENTORNO” contra el de los demás. Y eso, pienso, es más grave que el hecho de fumar pasivamente.

Yo, fumador, nunca he fumado ni fumaré en ambientes protegidos por la ley o en lugares en donde me consta que el humo del tabaco molesta. Es un tanto injusto, pero me aguanto, del mismo modo que tengo que soportar el hedor del sobaco del vecino del metro cuando, por la tarde, volvemos a casa agarrados de la barra; o el penetrante perfume carísimo con que se riegan generosamente algunas damas y caballeros para hacerse notar (por cierto, que los radicales alcohólicos y aromáticos tampoco debe ser nada saludable respirarlos); o el humo de los tubos de escape de los vehículos a motor. A veces se da la curiosa circunstancia en algunas mujeres que conozco, que son furibundas enemigas del tabaco pero se empapan con colonias que detesto. Uno no puede fumar en su presencia pero ha de tragarse las esencias de sus odorizantes camuflando las miasmas. ¡Olé sus tetas! Pero uno es tolerante...

Yo, fumador, nunca echaría a perder una buena amistad por el tabaco. Mientras que para fumar siempre hay tiempo, para cultivar una buena amistad el tiempo es poco. No estigmatizaría a un amigo por ser fumador ni le reprocharía sus fobias tabaquiles si las tuviera. Ejercería la tolerancia...

Los tiempos cambian, las modas cambian, los gustos cambian... Pero la intolerancia es siempre un pecado mortal.

12 comentarios:

Júlia dijo...

Fumar mata, por eso los que no fuman, no mueren... supongo.

No he fumado nunca porque no me ha gustado aunque en mi juventud lo intenté para parecer una mujer fatal, pero me sorprendo cada día más con la tolerancia hacia ese estado papuchi que incide sin vergüenza en nuestra privacidad, me dan ganas de fumar por llevar la contraria...

Considerando que en mi juventud si no fumabas parecías una estrecha, me asusta pensar como se cambia de modas médicas y morales con facilidad a lo largo del tiempo. Por cierto, si ser fumadora pasiva fuese tan malo no quedaría nadie de nuestras generaciones.

William Saints dijo...

También el egoismo es un pecado mortal, más aún cuando lo que se defiende es algo tan banal y pueril como el fumar un cigarro.

Unknown dijo...

Los que vivimos en grandes ciudades como Madrid debería preocuparnos más las contaminación ambiental. Yo que viajo por la ciudad en mi bicicleta estoy empezando a pensar en ponerme una mascarilla. Soy fumador esporádico e intento ser respetuoso cuando puedo molestar. Como en muchas cosas que has comentado, amigo Yayo, hace falta educación.

Tolerancia y respeto ante todo pero en ambos sentidos.

Un abrazo fuerte, querido Yayo.

*V* dijo...

Yo soy fumadora pasional, porque el asunto me apasiona... y tuve perro en los momentos en los que de repente se creo una fobia social sobre lo peligroso o sucios que podían ser... y me encanta disfrutar de una copa en una terracita al fresco a pesar de que eso de estar por la calle de noche sea constante noticia de lo mal que anda la juventud...y hasta puede que haya días en donde me apasiona tanto el olor de mi colonía que me pase echandome!..

Pero, como has dicho, todo se basa en el respeto. Y es eso lo que, en todo caso, se defiende cuando se habla de fumar, de tener perro o de pintar la mona, del respeto al indivualismo perfectamente compatible con el respeto a los demás... lo que no me parece nada banal.

Desde mi punto de vista, la "moda sanitaria" entorno al tabaco y todo lo que ello está conllevando (en concreto a los bolsillos)no deja de ser un alarde de paternalismo estatal que es incoherente y que además le ha dado alas a un montón de personas para dar rienda suelta al tirano que llevan dentro.

Yo respeto profundamente los lugares sin humo, incluso en donde no hay un cartelito que me diga que no debo hacerlo porque ese cartelito prima en mi sentido común.. de la misma forma que espero que otras personas hagan uso del mismo respeto que yo aplico (y del cartelito que quieran llevar dentro) y se me respete como fumadora... que tampoco es tan horrible! podría haberme dado, que se yo, por beber.

Fumar mata, si. Y el paro. Y la polución. Y el vino. Y hasta la ternera también puede matar....hoy toca el tábaco, mañana será guerra contra el papel de empapelar, pero eso no puede hacernos olvidar el respeto... a ninguna de las dos partes.

Pff... parrafada, mis disculpas, el calor que a mi si que me va a matar, me deshace lo que me queda a estas horas...

Anónimo dijo...

No me daré por aludido. Porque no creo que te refieras a mi; pero aunque así fuera que 'hi farem'....
No. La cosa va por otro lado.
Alguien que hace gala de una mente bien amueblada -y no es ironía- ya tendría que haberse percatado para no caer, en la trampa semántica y conceptual de eso de la 'tolerancia'.
Hay que ser tolerante OBLIGATORIAMENTE, lo que resulta ser una contradicción 'in terminis' -se dice así?- porque el que predica la tolerancia en realidad la está exigiendo. Que digo! la está imponiendo bajo pena de excomunión democrática, o de la otra.
Pues no amigo mío, la cuestión no radica en la tolerancia sino en la "justicia". Uno es tolerante con quien elije serlo: con sus hijos, (sobretodo si son pequeños) con los amigos que están pasando un mal trago, con su familia, etc. En definitiva, con aquellos que elige ser tolerante.
Vamos, con quien le pasa por las gónadas.
La TOLERANCIA no es un requisito ni un 'si ne qua non' de nada. Es una elección que se practica con, quien y cuando uno quiere.
Si alguien no nos gusta, si no nos gusta lo que dice, si nos irritan sus posiciones… es un intolerante i punt i s’acabat. Fácil no?
La justicia por contra si es un requisito; un absoluto para regular la relación entre los seres humanos, y solo con la injusticia se puede considerar como condición imprescindible la IN TOLERANCIA.
Sabes una cosa yayo. Los seres humanos vivimos en el lenguaje, un amigo mío -que es escritor, aclaro- va más allá y afirma que vivir en, SOMOS directamente LENGUAJE.
Por eso, la perversión del lenguaje es tan terriblemente obscena, por eso es tan importante dominar el lenguaje para dominar a sus usuarios.
Solo el lenguaje y sus sucesivos meta-meta-meta...lenguajes nos ha posibilitado la creación del mundo simbólico en el que los seres humanos nos relacionamos. Y solo el dominio del lenguaje y la capacidad de enfrentarnos a las trampas dialécticas que se nos tienden nos permite el ejercicio de la libertad. Es la primera frontera de la democrácia.
Cuidado pues con la 'tolerancia' no vayas tu a ser tú su primera víctima.
Respecto del ‘pecado’ mejor no mentarlo porque de entrada ya nos remite al Dogma y ahí si que no tiene nada que hacer el lenguaje.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

YAYO:"...resulta que fumar es un hábito perverso… pobreza de lenguaje… “super”, “mega” y a veces “supermega” lo-que-sea...) …"

MP:¿¿¿¿???? Y que tendrá que ver fumar o no con la pobreza del lenguaje. ¿Sugieres que fumar estimula el intelecto y aumenta el vocabulario?

YAYO: “Ahora “fumar mata”…

MP:No hagas trampas! Fumar mata, en Rusia y en la Mongolia exterior, ahora y hace un siglo. Que se diga o no es otra historia. Precisamente que se haya puesto de manifiesto públicamente y sin genero de dudas su peligrosidad, es una conquista de la que hay que felicitarse.

YAYO: “Los comentarios a mi anterior entrada me han hecho reflexionar,….

MP:¿Te han hecho reflexionar? Pues no se nota nada. Vuelves a las andadas diciendo exactamente lo mismo. O de tu reflexión no se ha derivado ninguna conclusión, o es secreta y la guardas para ti.

YAYO: “Y eso, pienso, es más grave que el hecho de fumar pasivamente.”

MP: No te deslices hacia las opiniones, o al menos no hagas hacia una 'opinión', la tuya que no establece estándar colectivo de ningún tipo. Remítete a la 'episteme' -más genérica- y dejas la 'doxa' para el ámbito privado.

YAYO: “Yo, fumador, nunca he fumado ni fumaré en ambientes protegidos por la ley o en lugares en donde me consta que el humo del tabaco molesta.”

MP: Bien, aunque a continuación la vuelves a estropear:

YAYO: “Es un tanto injusto, pero me aguanto, del mismo modo que tengo que soportar el hedor del sobaco del vecino del metro…; o el penetrante perfume.. algunas damas y caballeros… (por cierto, que los radicales alcohólicos y aromáticos tampoco debe ser nada saludable respirarlos); o el humo de los tubos de escape de los vehículos a motor…¡Olé sus tetas! Pero uno es tolerante...”

MP: 1º Estableces una jerarquía en la cual a los no fumadores -se supone- no nos moleste la halitosis, la falta de higiene, etc., y a los fumadores si.
2º No es lo mismo oler que inhalar. Pones en pie de igualdad la falta de higiene y la inhalación de nicotina y alquitranes.
3º Si tu toleras a los guarros a tu alrededor es problema tuyo. Yo solo los sufro cuando no tengo más remedio. En cuanto puedo los evito. ¿Será intolerancia?
4º Eso de los tubos de escape y el monóxido de carbono es un clásico. Como nos lo tenemos que tragar, hagámoslo también con el del tabaco….’ Lo mejor es enemigo de lo bueno’ dice el refrán.. Como no podemos establecer lo óptimo quedémonos con todo el paquete DE LO MALO. Pues no. Ni el humo de los coches ni el del tabaco; y si he conseguido deshacerme de uno, eso tengo. Claro y raso: De ninguna de las maneras te niego tu derecho a fumar. Si por mí fuera legalizaría todas las drogas para mejor tener un control social de las mismas y no arrojar a sus usuarios al infierno de la marginación. Además, no es la peligrosidad del humo del tabaco lo que hace reaccionar con irritación a los no fumadores, sino lo desagradable e irritante que resulta. Si además es pernicioso para la salud…pues eso. Una y otra vez te deslizas hacia un argumento que nadie a esgrimido. Tu salud es asunto tuyo y yo no tengo nada que decir al respecto. Soy MUY respetuoso con lo que los otros HACEN con su cuerpo. La libertad es un valor radical que ni por asomo cuestiono, y me pone en pie de guerra cuando la veo peligrar.

YAYO…No estigmatizaría a un amigo por ser fumador ni le reprocharía sus fobias tabaquiles... Ejercería la tolerancia...”

MP: Bien excepto por una cosa. ¿Fobias? A ti e molesta el humo del tubo de escape de los coches y no lo denominas FOBIA, ni el olor a sobaquina, ni los perfumes baratos… Solo a aquellos que nos molesta el tabaco somos potenciales clientes del psicólogo. Entiendo que conoces el término fobia.

YAYO:... Pero la intolerancia es siempre un pecado mortal.”

Nada que añadir si cambias el término intolerancia por el de falta de respeto. No nos perdones la vida ‘plis’.
Au cacau.
Saludos cordiales yayo.
matchpoint47@gmail.com

M dijo...

Un abrazo nocturno desde Ciudad de México

Zorro dijo...

Intolerancia, uno de los nefastos males que abundan en el mundo.

Si se le pudiera dar gusto a cada una de las personas...

Un abrazo Yayo.

Anónimo dijo...

Lo has dicho muy bien Yayo.
No voy a añadir nada más.

Te dejo un gran abrazo!

Recomenzar dijo...

Fumando espero al hombre que yo quiero...lindo texto besos

Mari dijo...

Ahora que pasó el tiempo, y noto esto más calmado, diré:
hay tantísimas cosas que hacemos que son malas para nosotros, no sólo el fumar...

Intento ver qué me hace mal y dejar de hacerlo. No es muy práctico andar diciéndoles a los demás "hagan esto o aquello". Y además es poco respetuoso. Y poco útil.

Besos!

Anónimo dijo...

Fa temps que no passava per aquest racó, i ha estat quasi una casualitat tornar a rellegir els comentaris.
Heus aquí que em trobe amb un tal Gonzalo que jutja el que dic 'amicablement' tractant de pedant la meua prosa i predicant 'la tolerància a les opinions d'un amic'.
A més es pren la llibertat d'afirmar que m'amague darrere un pseudònim; una altra petició de principi de 'la toleràcia'.

Amic Gonzalo, si el blog permet les entrades anònimes, mut i a callar, no ets ningú ni tens cap dret a insultar insinuant que m'amague de no se qui ni de no se que. Es una opció tan legítima com la teua. 'Tolerància' en ma, i 'Opinió per opinió?. No creus?

Amic Gonzalo, si la meua prosa et sembla pedant, que li anem a fer...t'aguantes i punt, però als raonaments es contesta amb altres enraonaments, cas contrari t'arrisques a que jo et diga el que em sembla la teua prosa.

Amic Gonzalo, 'la raja o el que penja' es només assumpte meu i no utilitze el neu nom en và, atès que les reserve per qüestions més nobles que no debats al ciberespai.

Amic Gonzalo, 'opinion' és el que tu vesses al blog -i el yayo i jo i tota la resta- No estem a una revista de pubicació científica, saps?.

Amic Gonzalo, ignore el tu nivell de coneixença del yayo a l'hora de jutjar la manera d'adreçar-me a ell. Jo si el conec, i encara que hi fasa molt temps que no l'he vist hi a coses que no canvien i t'assegure que la polèmica no li fa por, ara be, si tu tu t'estimes més passar-li la ma pel llom, tu sabràs.

Amic Gonzalo, a mi no em cal recorrer a ni a l'insult ni a la grolleria per respondre adequadament.

Au a correr.

Anònim