Estamos en Semana Santa y todavía vibra en mis adentros la música monumental del Cantor de Leipzig escuchada con ánimo reverente el pasado Domingo de Ramos. Desde 1970 tengo la costumbre de escuchar la Pasión según San Mateo, BWV 244, de Johann Sebastian Bach por estas fechas. La adquirí en los muchos años en que Rafael Frübeck de Burgos fue director titular de la Orquesta Nacional de España e, invariablemente, el Domingo de Ramos daba en concierto la "Gran Pasion" con la O.N.E., el Orfeón Donostiarra y un escogido grupo de solistas vocales e instrumentales.
Si alguien me pusiera en la tesitura de tener que escoger tres obras entre la prolífica producción bachiana no dudaría ni un segundo: me quedaría con El Clave Bien Temperado, El Arte de la Fuga y, desde luego, la Matthäus-Passion.
Con el paso del tiempo la Pasión... se ha convertido en algo cercano, familar, y aunque la audición la reservo para el Domingo de Ramos, tengo siempre a mano la partitura en mi modesta biblioteca y la abro al azar y leo algunos pasajes de cuando en cuando.
Sobre esta obra absolutamente genial se ha escrito mucho, pero posiblemente nunca se dirá todo porque, como ante tantos otros monumentos sublimes del genio humano, las actitudes personales, las evocaciones, las sugerencias son incontables. A mí me llena de inquietud, de sosiego, de estupor, de melancolía, de esperanza según van discurriendo los pentagramas. Porque en pocas obras como en ésta empleó Bach tan a fondo sus profundos saberes musicales. El músico convierte el constreñimiento de un guión que no puede alterar (el texto de Mateo en el Evangelio luterano) en una historia apasionada y apasionante, narrada en recitativos en los que la música subraya el dramatismo de los distintos pasajes del relato evangélico de la Pasión. Evangelista, Coro y Orquesta nos llevan plácidamente o nos zarandean o nos ponen un nudo en la garganta. ¿Quién no ha sentido el sobresalto cuando en el compás 30 del nº 54 (de la edición de Eulenburg) los dos coros gritan "Barabbam!" y pocos compases después inician una vivaz fuga mientras siguen gritando "Lass ihn kreuzigen!"? ¿Quién no se siente transportado a otra dimensión ante las sentidas corales que, como remansos de paz, jalonan la obra? ¿A quién no se le anuda la garganta con el aria para contralto del nº 47, "Erbarme dich..."? En una ocasión vi cómo se le saltaban las lágrimas a Norma Procter mientras la cantaba. ¿Quién no se siente empequeñecido y hasta ruín cuando, tras el breve recitativo iniciado en el compás 39 del nº 76, que corresponde a las últimas frases del relato evangélico, ve caer la losa sobre el sepulcro del Crucificado y escucha al coro y a los solistas en la tonalidad de Si bemol mayor despedirse del difunto con jaculatorias acabadas con el familiar "Mein Jesu, gute Nacht!".
La apoteosis llega, para mí, con la coral que cierra la obra, la nº 78, también escrita en Si bemol. Las dos orquestas inician un andante sosegado, solemne, con una melodía que presagia altísimos vuelos desarrollada en doce compases como un diálogo entre las orquestas. En la repetición entran los coros con ese impresionante "Wir setzen uns mit Tränen nieder...". En una ocasión asistí a una audición de la Pasión... en el nuevo auditorio de la ciudad de Colonia y me sorprendió ver que, llegados a esta parte de la obra, el público alemán se ponía de pie y cantaba enfervorecido con el coro. El director (nada menos que Karl Richter) había bajado de su podio para dirigir a coro, orquesta y público. Pensaréis que soy un sentimentaloide pero no pude reprimir las lágrimas. Y no era el único, os lo aseguro.
Dejo como ilustración musical precisamente esa Coral del nº 78 de la Pasión según San Mateo, BWV 244, de J. S. Bach. Para escucharla haz clic AQUÍ.
Si alguien me pusiera en la tesitura de tener que escoger tres obras entre la prolífica producción bachiana no dudaría ni un segundo: me quedaría con El Clave Bien Temperado, El Arte de la Fuga y, desde luego, la Matthäus-Passion.
Con el paso del tiempo la Pasión... se ha convertido en algo cercano, familar, y aunque la audición la reservo para el Domingo de Ramos, tengo siempre a mano la partitura en mi modesta biblioteca y la abro al azar y leo algunos pasajes de cuando en cuando.
Sobre esta obra absolutamente genial se ha escrito mucho, pero posiblemente nunca se dirá todo porque, como ante tantos otros monumentos sublimes del genio humano, las actitudes personales, las evocaciones, las sugerencias son incontables. A mí me llena de inquietud, de sosiego, de estupor, de melancolía, de esperanza según van discurriendo los pentagramas. Porque en pocas obras como en ésta empleó Bach tan a fondo sus profundos saberes musicales. El músico convierte el constreñimiento de un guión que no puede alterar (el texto de Mateo en el Evangelio luterano) en una historia apasionada y apasionante, narrada en recitativos en los que la música subraya el dramatismo de los distintos pasajes del relato evangélico de la Pasión. Evangelista, Coro y Orquesta nos llevan plácidamente o nos zarandean o nos ponen un nudo en la garganta. ¿Quién no ha sentido el sobresalto cuando en el compás 30 del nº 54 (de la edición de Eulenburg) los dos coros gritan "Barabbam!" y pocos compases después inician una vivaz fuga mientras siguen gritando "Lass ihn kreuzigen!"? ¿Quién no se siente transportado a otra dimensión ante las sentidas corales que, como remansos de paz, jalonan la obra? ¿A quién no se le anuda la garganta con el aria para contralto del nº 47, "Erbarme dich..."? En una ocasión vi cómo se le saltaban las lágrimas a Norma Procter mientras la cantaba. ¿Quién no se siente empequeñecido y hasta ruín cuando, tras el breve recitativo iniciado en el compás 39 del nº 76, que corresponde a las últimas frases del relato evangélico, ve caer la losa sobre el sepulcro del Crucificado y escucha al coro y a los solistas en la tonalidad de Si bemol mayor despedirse del difunto con jaculatorias acabadas con el familiar "Mein Jesu, gute Nacht!".
La apoteosis llega, para mí, con la coral que cierra la obra, la nº 78, también escrita en Si bemol. Las dos orquestas inician un andante sosegado, solemne, con una melodía que presagia altísimos vuelos desarrollada en doce compases como un diálogo entre las orquestas. En la repetición entran los coros con ese impresionante "Wir setzen uns mit Tränen nieder...". En una ocasión asistí a una audición de la Pasión... en el nuevo auditorio de la ciudad de Colonia y me sorprendió ver que, llegados a esta parte de la obra, el público alemán se ponía de pie y cantaba enfervorecido con el coro. El director (nada menos que Karl Richter) había bajado de su podio para dirigir a coro, orquesta y público. Pensaréis que soy un sentimentaloide pero no pude reprimir las lágrimas. Y no era el único, os lo aseguro.
Dejo como ilustración musical precisamente esa Coral del nº 78 de la Pasión según San Mateo, BWV 244, de J. S. Bach. Para escucharla haz clic AQUÍ.
23 comentarios:
Soy bastante analfabeta musical, pero me ha encantado este post. Gracias por el enlace.
bach es de mis autores predilectos, siempre me a parecido curioso como usan su musica para algunas peliculas cuando salen el malo o algo malo sucede, cuando en realidad son piezas sacras en su mayoria, exelentisimo post señor, de la semanaa santa me abstengo a comentar algo mejor le mando un afectuoso saludo¡¡¡
Yo hago lo mismo que usted: escucho sus dos pasiones, el Oratorio de Pascua y algunas de sus cantatas. Lo del episodio de Colonia me recuerda que, según he oído, en Inglaterra se ponen de pie cuando se canta el Alleluya del Mesías de Händel. Saludos.
He aquí una costumbre distinta (¡Qué maravillad!).
No sería el más indicado para opinar acerca de la magna obra arquitectónica que constituye la Pasión -porque aunque la encuentro una obra estremecedora, inigualable... no es Bach el compositor que más me impacta (y espero que durante bastante tiempo no lo sea) ((de nuevo empecé con mi antipatía, pido perdón))-, calificada en múltiples ocasiones como el vínculo entre el 'hombre' y el cielo. Aún así soy aludido en especial cuando se menciona el 'Erbarme Dich' (aunque esté además tiene una significación adicional y que me hace más susceptible y débil ante este).
Seré sincero, podría arder en deseos de escuchar música sacra de la estilística de Händel o Bach, o quizás relajarme a la 'Gran Misa de Mozart', quizás la Solemnis de Beethoven para estas fechas... pero a mí hay algo imperante que me lleva, me ordena y tortura (con mucho placer por cierto), a elegir una obra un 'tanto más' profana... no se extrañe de mi elección, pero Tannhäuser me hace rendirme en esta ocasión.
Saludos, deseos de Santa Semana.
Pablo
pues que le dire, a mi se me gusta en demasia el trabajo d bach, he tenido la oportunidad de llorar con la pasion tambien, y si estremece...mucho. O mejor dicho apasiona la nostalgia.
Saludos, siempre exelente.
Bellísima y...sin palabras.
La he disfrutado en silencio y tranquilidad.
BESOS.
grandioso el enlace y el contenido de este post, musica para el alma...
saludos!
Oye, Yayo, ¿haz oido o leido algo acerca del supuesto hallazgo del cuerpo de María Magdalena, Cristo y un descendiente de ellos que dice haber encontrado James Cameron (director de aquella película melosa llamada Titanic).
Según este hombre, tiene las pruebas contundentes de que dicha tumba es de ellos 3 y que presentará todo en un documental... ¿que opinas?
Y bueno, yo paso del caracter religioso de estas vacaciones. No es que no me interese, pero tengo 18 años de no ser educado propiamente para las adoraciones y tradiciones de esta fecha, y me temo que este año no será la excepción. Por mi parte, que pases bien estos dias santos.
Acabo de leerme el post de San José, una delicia.
Y ahora nos internamos en este maravilloso mundo bachiano, y en una pieza que reproduce como ninguna todos los tipos de ánimos por los que un ser humano puede pasar.
Conclusión: pasarse por aquí es de las pocas rutinas que me he dado el lujo de elegir y disfrutar.
Un abrazo grande!!
Querido Yayo:
Ante maravilla musical no quedan muchas palabras por decir, más que las tuyas. Excelente como siempre me sorprendes amigo.
Leía y escuchaba la pieza.
Gracias por hacerme disfrutar del compositor que más me apasiona.
Un abrazo grande y que tengas muy feliz Pascuas!
Como mis conocimientos sobre música son casi nulos, mejor escucharé para poder comentar algo sensato.
saludos!
YAYO, COMO ESTÁS?
ES DEMASIADO PARA MI, VOY POR CAMINOS DESCONOCIDOS Y QUEDO ADMIRADO POR TU CONOCIMIENTO.
NADA, SOLO ESCUCHAR
QUE TUS DÍAS SEAN HERMOSOS
ADAL
Júlia: Gracias a ti por venir a visitar mis páginas y dejar tus comentarios.
Xavy: Recuerdo una serie de producciones cinematográficas mexicanas de vampiros, de los años 50 y 60 en las que la Toccata de la BWV 525 estaba siempre presente como fondo cuando aparecía Drácula.
Un saludo cordialísimo.
Fernando: También he oído lo que comentas de El Mesías. Me alegra saber que disfrutas también de la música bachiana.
Saludos.
Pablo: A tu edad también era yo un fanático de Wagner, y el preludio del Tannhäuser era una pieza irreemplazable en los conciertos de la banda de mi pueblo. Tardé bastantes años en conocer la obra completa. Estoy de acuerdo contigo en que es una ópera con fuertes matices religiosos y la crisis del héroe, tras escapar de la explotación sexual a que le tenía sometido la Diosa Venus y enamorarse de Elisabeth, es cantada en bellos coros y arias.
También tardé muchos años en encontrar el regustillo a la música barroca y en meterme de cabeza en Bach. Antes había pasado por los impresionistas, por Strawinsky, Orff y hasta por Schönber y Alban Berg. Así que ten paciencia, y disfruta de la música. De toda.
Viriz: Hay sensaciones que sólo la música puede provocar. Y, ciertamente, la música de Bach es muy provocadora.
Saludos.
Mariluz: Celebro que disfrutaras.
Besos.
Persio: ¡Qué puedo decir! Nadie como tú para saber apreciar la música.
Saludos.
Memo: Sobre el asunto de la tumba esa, vi un corto flash en un noticiario. Dejemos que hablen los expertos, no los cineastas. Pero seguro que los medios le darán bombo. El asunto es claro: según los datos evangélicos no puede estar Jesús enterrado en esa tumba, y si está allí enterrado los datos evangélicos están equivocados.
De todos modos, aunque confieso que no presté demasiada atención a la noticias, me pareció oir que era una tumba colectiva de la Sagrada Familia (¡¡¡!!!). De risa...
En cuanto a la Semana Santa, yo tampoco soy religioso. Pero ello no hace para que disfrute y me conmueva la buena música religiosa.
¡Buenas vacaciones!
Eggy: Me alegra ser motivo de que tus visitas resulten agradables. A mí me pasa lo mismo contigo, ya lo sabes.
Un fuerte abrazo.
Gabrielus: ¡Eres un apasionado! No hay duda.
Un fuerte abrazo.
Politóloga: Lo bueno de este universo bloguero es que cabemos todos y cada cual aporta su granito de arena.
Saludos.
Hippie: Hay sensibilidades y sensibilidades. Sé que tú eres personada de fuerte sentibilidad.
Un abrazo.
De hecho yo, que llegué tres o cuatro décadas tarde, relaciono inconscientemente la Toccata con Drácula. Pff.
Qué emoción!
Qué placer como descifras la música!
Después de varios intentos y prácticas, de niña, he logrado aprenderme "Minué el Sol Mayor", de este genio.
Realmente sentir la música generándose en el cuerpo es milagroso.
Un abrazo, Yayo!
Desde la primera vez que la escuche en "Casino" quede impactado con la pasión de mateo, podría decir que la puedo poner al mismo nivel que la lacrimosa de mozart
nunca me convencio este tipo de temas...:S no se, soy una ereje de lo peor :P
Pero espero leerte en mejor momento. Saludos!
Escucho mientras te escribo.
Vos sabés que la música "clásica" (no sé cómo llamarla) la aprendo de vos. Gracias por eso.
Esta vez elijo quedarme sólo con la música y dejo el texto, si uso la cabeza para leerte no podré sentirla.
Un beso y feliz Paso.
Cada dia se aprende algo nuevo, y mas con estos post tan interesante Yayo.
Sr. Yago
ha pasado un año desde su comentario, no se si aun esta pagina es vigente; pero al igual que Ud, "sy adicta" a esta excelente obra en fechas grandiosas como es la Semana Santa.
Una pregunta:¿Sabria Ud., donde puedo conseguir el libreto en español? Asi podré seguir la obra en todo su esplendor y grandeza.
Muchas gracias, Martha
Qué curiosa coincidencia, el comienzo de la entrada bachiana en nuestros blogs. Qué consuelo saber que esa gran música revive en tantos puntos del planeta por esas fechas.
El genio de BACH traspasa los límites humanos, nadie como él antes, nadie como él despues. A su derecha Mozart y a su izquierda Beethoven en el Olimpo de la música eterna. La Pasión según San Mateo posee una belleza inconmensurable, a veces me pregunto como es posible que un hombre por genial que pudiera ser fuera capaz de crear ese milagro musical. La mayor creación musical de la humanidad.
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