domingo, 20 de agosto de 2006

Alguna vez tuve 17 años... y era verano



Dicen que el mal de Alzheimer comienza a manifestarse en que uno olvida o no es capaz de retener en la memoria sucesos de su vida actual y en cambio recuerda perfectamente lo ocurrido en su niñez. No creo que me esté dando ya ese mal (aunque a veces tengo lapsus que me preocupan), pero llevo varios días en los que acuden a mi memoria con cierta insistencia imágenes y recuerdos de hace muchos años.

Tiene su razón de ser, no crean. De un tiempo a esta parte estoy empeñado en reprografiar mi archivo fotográfico para pasarlo a formato digital y quitarme de en medio las carpetas y archivadores en las que guardo más de 40.000 documentos gráficos, entre fotografías, negativos y diapositivas. Como decía aquel viejo bolero, “toda una vida...”. Lo hago en mis pocos ratos libres y ahora, en verano, es cuando de más dispongo.

Decía que tiene su razón de ser ese revival porque estos días he estado copiando las fotos y carretes de los años 60 del siglo pasado, de finales de mi adolescencia y comienzos de la juventud. Pura prehistoria, diréis alguno de los jóvenes lectores de este espacio público.



Me crié en un pueblo de la costa de Valencia de casas bajas y calles la mayoría sin empedrar, situado en medio de una huerta exuberante de un verde lujurioso, cuidada como un jardín en unas tierras fertilísimas. El pueblo se llama Gandía y estaba a tres kilómetros de la que fue una de las playas más hermosas que he conocido (las tropicales aparte).

Por aquel entonces estudiaba bachillerato (de los de antes, de siete años) y durante las vacaciones de verano trabajaba (cuando ya fui algo mayor) de cajero en un supermercado de la Colonia Ducal, en la playa, que sólo abría en época estival. Me ganaba unas perrillas para tirar con mis pequeños vicios el resto del año y, como les relataré en parte, sacaba algo más, no tanto por el mercadeo como por la edad, las hormonas, la playa y otras circunstancias favorables.

Aquellos años fueron el comienzo del boom del turismo extranjero de playa en España. Venían a buscar buen sol, ambiente confortable (aunque un tanto rústico para sus gustos) y comida mediterránea, todo ello tirado de precios para los niveles económicos de sus países. Pronto descubrieron otros alicientes y se lanzaron a su disfrute sin ningún recato. Franceses, alemanes, ingleses y nórdicos (incluyendo a las míticas suecas) comenzaron a poblar con sus looks imponentes y sus extrañas lenguas aquellos parajes virginales a los que, si acaso, aparte de los lugareños del entorno, sólo venían los alcoyanos y algún que otro madrileño. A estos últimos se los distinguía fácilmente porque sus frases siempre comenzaban o terminaban con algún “¡coño!”, interjeción absolutamente desusada por no decir que desconocida en mi tierra.



Imagínense el panorama (si la metáfora no les queda demasiado trasnochada): carne fresca de importación luciendo los primeros bikinis que el forzosamente casto varón hispánico tenía ocasión de contemplar sobre una percha semoviente, jóvenes nativos con la testosterona saliéndosenos hasta por los ojos y, en mi caso, además, con un puesto de privilegio en el único supermercado de la única colonia residencial poblada de extranjeros y con un físico que aparentaba una edad algo mayor que la oficial. Lo que tenía que pasar, pasó... Era inevitable.

Había dos salas de baile en la playa (salas de fiestas, las llamábamos) que abrían hasta la madrugada: Ukako, más corrientucha, y Pepe, muy encopetada. Por allí pasaron el Dúo Dinámico, José Guardiola, Los 5 Latinos, Los Mustang, Los 3 Sudamericanos, Los TNT, Los Pekenikes, Adriano Celentano, Los Sirex, Les Surf, Italo Leone, Domenico Modugno, Marie Laforet, Mina, Ennio Sangiusto, Los Panchos y un largo etcétera. Eran tiempos de los omnipresentes rock&roll y cha-cha-chá y de los nuevos ritmos, el twist, el madison, la yenka, el limbo-rock, la bossa nova... Pero también de las apasionadas baladas italianas: Nata per me, Si e‘ spento il sole, Dio come ti amo, Ciao, ciao bambina, Luna caprese... Combustible muy inflamable empapando cuerpos ya de por sí ardientes.

La fiesta terminaba irremisiblemente en la cálida madrugada buscando con cierta premura un lugar apartado donde echar los venenos, en la playa (los fines de semana no era fácil encontrarlo, así que había que compartir espacio con alguna pareja vecina, cada cual a lo suyo) o en los huertos cercanos, acosado por todas partes por alguna celta o vikinga liberada. ¡Ah, la leyenda europea del macho ibérico!... Algo me decía que había que cumplir con ese sagrado deber patrio en pro del turismo como futura riqueza nacional, en una España bastante deprimida que apenas si estrenaba plan de desarrollo a lo López Rodó por aquellos años, aunque ello menguara un poco nuestro capital como reserva espiritual de Occidente. Los preservativos los traían ellas (en mi pueblo no había manera de encontrarlos) y si no, "a pelo" (decían que tomaban la pilule, sustituto que me parecía mano de santo). Allí aprendí a chapurrear algunas lenguas que luego he conseguido hablar con bastante corrección ampliando el vocabulario.

Después, a dormir unas pocas horas... y a la caja. Había días que las teclas se me hacían chiribitas. Mi madre (¡ah, las sagaces madres...!) me llevó al médico a finales de agosto porque, según ella, me veía muy mala cara. El bueno de don Javier, con ese excelente ojo clínico de médico de toda la vida, sonrió al verme y me despachó en dos minutos con varias recetas de preparados polivitamínicos. "Hay que ayudar a la Naturaleza, perillán" -dijo, dándome una colleja cariñosa.

Esa fiebre canicular me duró un par de veranos, con breves correteos intermedios en Semana Santa. Luego surgió Ella y me redujo a la monogamia, afortunadamente.

Es bonito recordarlo por si me diera el Alzheimer.

Sí, alguna vez yo también tuve diecisiete años y era verano...

(PS. Estoy muy agradecido a Ostra por sus acertados consejos para insertar las imágenes prescindiendo de la opción de Blogger, que no me deja, y utilizando photobucket.com. Pido disculpas a los visitantes que no lo vieron ilustrado desde el primer momento)

37 comentarios:

Anónimo dijo...

De pobretona nada. Pero quizás no puedas subir las imágenes porque no están en formato JPG. Comprueba que la extensión del archivo es .jpg.

Un abrazo desde el siglo pasado también.

Montano TV dijo...

Que edad tienes?

Montano TV dijo...

Mi padre tiene 60 y yo 21, por eso no me decepciono.

jejeje

bye

Fernandina dijo...

Deliciosa la forma en que me tomaste de la mano, para conducirme por ese camino en retrospectiva de tu Historia Yayo...

Te agregue, por que eres un Hombre muy valioso para mi, que transmite ideas, conceptos, sentimientos, recuerdos e imagenes que traspasan "el cuerpo de pecado"

Un abrazo tibio y un beso profundo para que no lo olvides auqnue te diera Alzheimer.

eggy dijo...

Yo también los tuve, sé a lo que se refiere. Gracias por el recuerdo, ni falta le hacen imágenes.
En cuanto al problema para subir las imágenes, también lo he tenido, dura hasta que se le pasa, está vivo el desgraciado.
Un abrazo.

M dijo...

Vaya, siento que ya han sido eones desde mis últimas noches ardientes pasadas en vela. Casi 22 años y me pesa ser joven adulto...

Lycan Blackheart dijo...

dicen que mas vale un año bien vivido que mil sin disfrutar o algo asi... jejejeej y pues que bueno que has podido disfrutar de la vida y que tengas experiencias que te alimentan el alma y que a final de cuentas puedes compartir con gusto y satisfacción. Eres un hombre que sabe lo que tiene y no lo presume sino que lo entrega como muestra de que se puede ser feliz si se quiere y que siempre se puede mejorar, si bien recordando el pasado pero viendo a futuro. Enhorabuena y pues gracias por los animos, en estos tiempos las cosas son diferentes,aun y cuando siguen siendo igual que ayer. Lo mismo me dirá alguna persona de mi edad 20 años despues pero pues es parte del circulo de la vida... Hay una serie de fantasía que está muy interesante porque plantea algo similar, se llama The Wheel Of time de Robert JOrdan. No se refiere a viaje en el tiempo, sino como las erasvienen y se van pero se repiten siempre en un ciclo sin terminar.

Eulalia dijo...
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Eulalia dijo...

Ay, yayo.
Yo también fuí adolescente a principios de los sesenta. Conocí las playas del Levante justo en esa época, aunque, como sabes, entonces las chicas andábamos con el dogal al cuello y las madres sujetaban la correa.
Un placer.

CGI MANAGEMENT dijo...

No hacen falta las fotos, leerlo es como ver una peli de las de aquella época, la España "casta" frente a la invasión teutona en bikini.

Vaya veranitos te pegaste, Profesor.

:)

cxyboi dijo...

ay yayo! creo tener problemas con la memoria y concentracion y este post me formo una pequeña preocupacion por el asunto!

Anónimo dijo...

Veo que todavía no lo tienes solucionado. Te recomiendo estas páginas para subir fotos, controlas mejor las imágenes que subes (puedes borrar) y como alternativa a blogger te puede venir muy bien:

http://photobucket.com/

http://www.flickr.com/

Una vez subidas a cualquiera de esas páginas, para publicarlas en el blog entras por la otra opción (añadir una imagen de la web) poniendo la dirección de la foto -más o menos como lo que hiciste para poner la foto de tu perfil-. O directamente en el post pones la instrucción HTML: < img src="dirección foto" >

Qiehbdibd dijo...

Que bien, una vida bien recorrida, eso es bueno, lo felicito. Yo también tuve una adolecencia promiscua y la verdad envidio mucho tu caso, pues no tenías que preocuparte del SIDA, a lo mucho de los embarazos y de otras enfermedades (Y creemelo un examen de SIDA es el mejor veneno para la lujuria, jajajaj).

Te agradezco mucho el comentario que pusiste en mi blog, no todos entienden mi sentido del humor; la intención principal no es decir una broma, sino a través de la broma decir una opinión y una crítica.

Eso sí, luego digo muchas groserías, pero bueno...digamos que es una forma de desahogo. Saludos desde la Ciudad de México.

Yayo Salva dijo...

Querido Persio: La vida está hecha de lugares comunes, de etapas por las que todos pasamos con ligeras variantes. Los tiempos cambian, las situaciones socioeconómicas también. Pero ciertos comportamientos tienen más relación con la propia biología que con los condicionamientos culturales. Cambian, quizás, las fórmulas, la manera de saciar los apetitos. Pero los apetitos son los mismos, afortunadamente. Así lo he podido ver en una caterva de sobrinos y ahijados que me ha tocado ayudar a educarse (no he tenido hijos, que yo sepa).
Un abrazo.

Ostra: muchas gracias por tu consejo. Pero son *.jpg. Habrá que tener paciencia. Un abrazo.

Montanito: Curiosón! Sí, tengo más o menos la edad de tu padre. Y, como él, estoy muy atento a lo que nos cuentas. Un saludo muy cordial, muchacho.

Virgen: Muchas gracias por agregarme a tu lista de contactos. Me consta que tu blog es muy visitado. Y más agradecido todavía por pensar que sirvo para algo a través de mis escritos. Un beso con intención de original.

Hola, Eggy: un abrazo. En el fondo, de chavales no somos tan distintos. Mi ventaja es que ya tengo los años suficientes para poder hablar con cierto alejamiento (que no nostalgia) y despreocupación de mis "pecados" de juventud sin ofender ni preocupar a nadie.

Querido Medeo: si me gustaran los trapicheos te diría: "Te los cambio sin mirar...". Tienes 22 hermosos años y te quedan por vivir muchas noches apasionadas. Quizás con menos inocencia que las de antes, pero llenas de pasión. Porque tú eres así, creo, inevitablemente. 22 años no pesan, pasan... Un abrazo.

Own a life: En líneas generales, sí, estoy satisfecho de cómo estoy rodando por la vida (mi viaje a Ítaca) y de las cosas que llenan mi equipaje. Pero siempre hay un punto de insatisfacción, de aliciente, de búsqueda de algo más o más intenso.
Por lo demás, si me necesitas puedes disponer... De verdad.
No he leído a R. Jordan. Trataré de hacerlo porque el tema de los ciclos y las redundancias siempre me ha atraído. Un saludo.

Eulalia: Y tanto que me acuerdo. ¿Que por qué crees que andábamos los chavales como perros encelados tras las extranjeras? Porque las nativas nos tenían a la más estricta y casta de las dietas. Pensarás que soy un machista (creo que entonces lo era), pero pensábamos que la que fuera a ser la madre de nuestros hijos tenía que llegar virgen al tálamo nupcial. Curiosa doble moral, ¿no? Si, eran otros tiempos y otra mentalidad que afortunadamente cambió.

Hola Florecilla: Un par de ellos sólo. No son tantos. Y, ya viste, necesité suplemento vitamínico para el desgaste. Si he de serte sincero, los recuerdo con una sensación de caleidoscopio no exenta de pudorosa vergüenza. No es algo de lo que me quiera vanagloriar, aunque tampoco disculpar. Fueron las circunstancias. Fíjate si soy raro que con varias de aquellas mujeres he seguido manteniendo contacto epistolar hasta hoy. Hubo algo más que puro sexo.
Un beso.

Cxyboi: Siento mucho ser motivo de tu preocupación. Pero, fíjate, estoy casi seguro de que tus problemas de memoria y concentración no tienen relación con el mal de Alzheimer. ¿No serán las hormonas? Jejeje.
Un saludo.

Hola de nuevo, Ostra: Estos segundos consejos que me has dado los pondré en práctica luego. Muchas gracias.

Hola Padrenatas: Tienes razón, entonces no había tanto riesgo de contraer enfermedades. Le entrábamos sin esa preocupación. Además, la seguridad de que en pocos días ella se iría a un país lejano y probablemente no nos volveríamos a ver más acallaba ciertas reservas de mi conciencia.
Yo también te agradezco tus comentarios.
Un saludo.

Zumo de Vidrio dijo...

Lo mas cerca que he estado de España fué cuando aquí en mi país cargé el Santo Patrono el día de la Romería en el Centro Español (Con vestimenta incluida) sin embargo, confieso, hermano Yayo, que me transporté con tú relato y viví imaginariamente tus experiencias,,, que bonito es recordar,,!! y más aún cuando se trata de tan gratos momentos..!!

Te sigo,,
Z de V.

trako dijo...

yo igual te iba a preguntar tu edad, pero ya me ganó montanito... mis papás igual están en sus 60's asi que no se me hace tan antiguo. Me agradan los textos que inician y terminan con la misma frase o lo rematan con el título como tu hiciste, no se... me da la impresion son circulos perfectos.

Que bueno es recordar, no? yo siento que ahora... todo pasa tan rápido que la nostalgia no ataca cada vez más jóvenes, no se si sea solo cosa mía, pero es una idea que siempre he tenido.

bueno, saludos!!!

Horus dijo...

Llegaré a tener la visión para poder escribir de mis veranos? Lo soportaré?

Entre tanto... nuevo post. Y no está "desvestido" de rojo...

foton dijo...

JEJE. Asi es que cumpliste con ese sagrado deber patrio en pro del turismo.....jajaja.
Y esas Suecas tan lindas y libertinas ..no??. Tambien las conoci en mi juventud. Guardo un gratisimo recuerdo de ellas.

Pues na...que veo que la has pasado regio en tu vida. Bien por ti.

Un abrazo.

M dijo...

Completamente de acuerdo con Trako
(desestima el comentario, querido Yayo, que hoy tuve tarde largamente anhelada).

Yayo Salva dijo...

Zumo: De eso se trataba, de comunicar. Me hace feliz saber que mis palabras han servido para poner en marcha en ti el mecanismo de los recuerdos. En cuanto a la lejanía o cercanía, el espacio geográfico se salva con los latidos del corazón.
Un abrazo.

Trako: Otro curiosón, como Montanito. ¿Satisfecha tu curiosidad? Me alegro.
Que no te preocupe volver sobre los recuerdos, aunque sean situaciones vividas hace poco. Es lo bueno de ser joven: todo está cerca y, al mismo tiempo, notas que se está convirtiendo en historia (tu historia). Si, además, hay nostalgia, es que lo recordado fue bueno y es un acicate para mejorar tu presente.
Un saludo muy cordial.

Fotón: Las primeras refriegas se parecen mucho en las personas normales. No es una coincidencia: es la vida misma.
Mi vida, como la de la gente corriente, está llena de claroscuros. Sin ir más lejos, no tienes mas que darte un vuelta por las distintas entradas de mi blog.
Pero, como ya he dicho en alguna apostilla, el saldo es positivo, me satisface.
Un abrazo.

Horus: ¿Por qué no? Seguro que lo soportarás y sacarás su moraleja (término que suena a despectivo pero no lo es en absoluto).
Gracias por ver color en un texto sin más ilustración que las palabras.
Un saludo.

Angélica dijo...

Ayyy los recuerdos hormonales...
y los aquellos que estrechan nuestro propìo ser a la vida misma, aquellos que nos hacen darnos cuenta de la infinita posibilidad del destino.
Qué haría un hombre sin recuerdos?
... vivir pesadamente el eterno presente!

Yayo Salva dijo...

Querido Medeo: ¿Tú ves? Si ya te lo decía yo, sin ser adivino. Me he sentido especialmente feliz al leer tu segundo comentario.
Un abrazo.

Beatriz Valenzuela dijo...

te imagino... cuentame algo: que haces metido como debajo de una mesa con esa imagen antigua, me refiero a tu foto del perfil... anda, animate y visitame.. abrazos desde el pacifico... chico del mediterraneo

Almendra dijo...

orales, que chido relato, como dicen que recordar en volver a vivir, y cuando a uno le toca, pues que mas le toca.

Anónimo dijo...

Me alegro que lo hayas conseguido, las imágenes son estupendas. Un fuerte abrazo.

Swirlies dijo...

Esto no difiere mcuho de la realidad actual °_°. bueno, por supuesto que ya no se oye rock&roll o bossanova, pero solo difiere un poco.

Y esas fotos se ven bien *_* siempre me han gsutado ese tipo de fotos antiguas (y no tan antiguas) en las que parece que era otro mundo, una Tierra diferente a la de hoy, pero que sigue siendo la misma.

saludos.

Horus dijo...

Excelentes fotos! Y se me hace que la primera te va a traer muchas admiradoras Yayo...

Anónimo dijo...

Tiene razón Horus... muy interesante esa foto de adolescencia... =D

Pero creo, Yayo, que todo lo que tenés de interesante y bello por dentro no estaba en ese momento (sólo en potencia)

Yayo está muy bueno por dentro (y si lo está por dentro, eso sale hacia afuera) Sí! Es un piropo.

Besos

Marcos dijo...

El relato es muy entretenido, y la contextualización que hace de la historia que narra lo hace muy interesante. Siempre es grato recordar buenos momentos...

Saludos, que estés bien

Raúl Leonel dijo...

HOla Yayo, gracias por pasar por mi blog , es esa foto tienes casi mi edad =P jejeje
Lo que escribí en teatro no los escribí en media hora, si no que tenía que hacerlo en media hoja, y pues creo que eso lo escribí en menos de 8 minutos jajaja..

Yayo Salva dijo...

Angélica: totalmente de acuerdo. Los buenos recuerdos son todo un capital, sobre todo a mi edad. Y uno percibe con claridad por dónde ha ido discurriendo la vida, los planes que pudieron ser realizados y los que se quedaron en el camino o hubo que modificar.

Beatriz: ¿quién se resiste a tan sugerente invitación? Te visité y descubrí un trabajo sorprendente. Allí te expliqué lo de la foto.

Lady Manson: En cierto modo sí, recordar es volver a vivir un poco. Pero procuro no perder de vista la realidad.

Ostra: De nuevo gracias. Un abrazo.

Swirlies: Tú mejor que nadie para valorar hasta qué punto han cambiado las cosas. Estás entrando en la fiesta. Me alegro de que te gusten las fotos de època. Tienes sensibilidad y sentido de la percepción.

Gracias Horus: "El que tuvo retuvo...", dice el refrán.

Hola Mari: Te digo lo que a Horus. Tu piropo me ha hecho sonrojar, como si fuera adolescente.
Besos.

Hola Marcos: Recuerdos, sólo recuerdos de situaciones vividas muy intensamente. Saludos.

Hola Raúl: En la foto, apenas 17 y.o., casi los tuyos. Pero me gustaría que los tuyos fueran mejores. En tu blog ya te expliqué el lapsus.
Un saludo.

Yanosoy dijo...

Que tal, aqui devolviendo la isita y agradeciendo el comentario, la verdad es que ese post no me dejo conforme pero si feliz. En otras palabras, esperaba mucho más de él pero aun asi me gusto mucho. Puedo agradecer al poco tiempo que tengo para publicar, pues escribo en la oficina y en los ratitos libres.

Pero bueno, interesantes sus posts, pero tambien debio decir quie apenas he podido ver superficialmente el primero... último. en fin regreso despues :D

Anónimo dijo...

Yayo, me has hecho quedarme muda con tu comentario en mi blog. Estamos a mano, je

Fernando Hurtado dijo...

jaja ke sexy

Yayo Salva dijo...

Seraphim: Los agradecimientos son mutuos. Siento que te decepcionara un poco mi entrada pero, ya sabes, uno escribe conforme le van saliendo las ideas, sin mucha premeditación. Tampoco me gusta ser demasiado explícito en las partes escabrosas del relato. Cierto pudor educacional me autorregula.
Un saludo.

Mari: Sin comentarios. Besos

Luis Creek: Algunos atractivos debía tener, sí. Saludos.

Anónimo dijo...

Mate. Este blog es increíble. ¿Cómo puedo hacer que se vea así de bien?

Anónimo dijo...

hola, Chicos, He querido publicar algo como esto en mi sitio web y esto me dio una idea. Saludos.