viernes, 22 de marzo de 2013

Desde mi higuera (32)

Ha sido un invierno más frío de lo normal. Además, ventoso. Hoy me he acercado a la higuera esperando ver el suelo tapizado de pámpanos secos pero no, el viento se ha encargado de barrer el tapiz de hierba.

También sigue el vendaval de la corrupción de nuestros "probos" gobernantes. Cada día se destapa algún tarro de mierda nuevo y aumenta la nómina (lista o relación) de los sinvergüenzas. La otra nómina, la de los sueldos de los políticos, parece que se mantiene a pesar de la crisis que dicen que hay. Y es que los hay con suerte.

La ventolera independentista catalana, en cambio, parece haber amainado. Al menos los medios de comunicación ya no la tienen en primera plana. Era de esperar. Tampoco es noticia que pueda arrancar pasiones todos los días. Es posible, también, que pasados los arrebatos mediáticos, quien Mas y quien menos esté templando gaitas para que no se acabe de destapar la caja de Eolo y empiecen a aparecer cuentas bancarias acusadoras en todos los paraísos fiscales.

Dicen que hay crisis pero estos días pasados, en el largo fin de semana de las Fallas, en Valencia no cabía una aguja. Imagino que los turistas no serían funcionarios devaluados, esa lacra (dicen algunos hideputas) que esquilma las arcas públicas. La semana que viene es Semana Santa. Ya veremos si es tiempo de cuaresma o de ejercitarse en los pecados capitales. Por lo pronto, las terrazas están diariamente a tope, haga el tiempo que haga.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta la reflexión que haces, sin embargo, estoy tan saturado de esos temas que ya no sé qué creer ni qué pensar. Mientras tanto sigo luchando para sacar adelante mis proyectos con trabajo duro y con un cambio de filosofía de vida.

Como no sé qué pensar, sencillamente me limitaré a mandarte un fuerte abrazo y desearte mucha felicidad, querido Yayo.

Unknown dijo...

Es terrible, de verdad, la situación en la que están uds. los españoles (y por no decir los griegos)Moraleja: cada país está mejor con su propia moneda. Pasate por mi blog: www.conviccionesdeunafecatolica.blogspot.com

D dijo...

Nunca me fui realmente. Me escondía bajo las rocas, a veces salía a ver quién anda, quién escribe. Pasaba por aquí pero no me atrevía a comentar; también padezco el síndrome de no tener nada que decir. Me curo a veces, soy paciente y espero mejorar.