miércoles, 5 de julio de 2006

Demasiados demasiados

Claustro del Monasterio de Silos (1974)

Demasiado dolor mordiendo rabioso mi cansado corazón.

Demasiados juicios de valor equivocados pesando sobre mi vieja espalda.

Demasiados adioses apresurados, sin tiempo ni opción para las despedidas.

Bye, dijiste. Sencillamente.

Ya no más llanto.

Es tiempo de silencio y meditación.

Mondo cane. Arrivederci.

19 comentarios:

  1. ¿Así de solitario está siempre?

    ResponderEliminar
  2. Oh, no, Talya. No es soledad. Son otras situaciones las que me golpean ahora.

    ResponderEliminar
  3. Originalmente preguntaba por el claustro, pero disfruto lo suficientemente de la ambiguedad como para obviar el contexto y enloquecer a cualquiera.

    Lo siento por los golpes.

    ResponderEliminar
  4. Hola Talya: Silos es un lugar de gran atractivo turístico. No es fácil retratarlo tan solitario. En aquella ocasión estaba cerrado al público por un tiempo mientras hacíamos un estudio del estado de degradación de la piedra.

    Un saludo desde Madrid.

    ResponderEliminar
  5. ja ja ja me da gusto tenerte entre mis lectores y me da mas gusto saber que le hizo bien, mi señor!

    ResponderEliminar
  6. Como es tiempo de silencio no se si perturbarlo con mis palabras...
    Volveré por estos lares

    ResponderEliminar
  7. Gracias, Marga. Es pasajero, espero.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. No recuerdo haber pasado ninguna crisis especialmente memorable a los 40. No soy yayo de verdad (en el sentido literal del término), aunque podría serlo por la edad. Pero me llama así una persona muy querida y me gusta. Por eso lo he adoptado como identificador cibernético.

    Las crisis llegan cuando llegan. "Errare humanun est".

    Un cordial saludo, Harry.

    ResponderEliminar
  9. Donde abunda el dolor sobreabunda el amor (Jeje, nunca se me había ocurrido). Y ¿Bueno? Ahora tocaría, como tu lo has señalado, un tiempo de purificación. ¡Venga! ¡Mucho ánimo! Que tus palabras en mi blog se han vuelto vida. Gracias por la visita.

    Un abrazo desde México.

    ResponderEliminar
  10. Muchas gracias, Aristóteles, por tus palabras y por la visita. Sí, es tiempo ahora de revisión. De cuando en cuando sucede algún incidente que invita (u obliga) a replantearte tus relaciones con el mundo que te rodea.

    Un abrazo desde Madrid.

    ResponderEliminar
  11. Sí, Jay. Las crisis son situaciones revulsivas que nos obligan a replanteos, en ocasiones vitales. Yo creo que son inherentes al fenómeno humano, visto como individualidad o en sociedad.
    Por cierto, ¿has visitado en Nueva York los "Cloisters"? Supongo que sí. Es toda una experiencia de arte religioso medieval europeo y, en particular, español.

    Gracias por tus palabras. Un saludo muy cordial.

    ResponderEliminar
  12. Si quiere, le presto un blindaje para el corazón y una compañía para el alma.

    ResponderEliminar
  13. Muchas gracias por el ofrecimiento, Papa Pan. De verdad. Pero siempre he vivido sin protección, a corazón abierto, aceptando los riesgos que ello comporta. Y no voy a cambiar a mis años..., aunque, como ahora, haya situaciones dolorosas.
    Un cordialísimo saludo.

    ResponderEliminar
  14. Hola, gracias por la visita! que bueno que mi blog te trajo recuerdos... algún día espero tener recuerdos de esta epoca yo también.

    saludos! y que el silencio y la meditacion te lleven a lo que buscas

    ResponderEliminar
  15. Hola.
    Andaré de puntillas. Es tiempo de silencio interior por ahí y por aquí.

    ResponderEliminar
  16. Esa es la ventaja de ser joven, Trako, que estás estrenando tu vida para llenarla poco a poco de historias para recordar.
    Un cordial saldo.

    ResponderEliminar
  17. Tiempo de silencio y reflexión también para mi. Hace tiempo que creo haber perdido mi alegría, ahora toca volver a encontrarla, descubrir dónde se quedó.

    Meditemos, sí... Tenemos la suerte de saber que, si Dios quiere, podremos salir de esta y "recolocar" nuestras viejas estructuras mentales que parece que quedaron obsoletas...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  18. No lo dudes, Cris. De la meditación surgen siempre nuevas directrices y propósitos. Al menos a mí me sucede.
    Además, cuando uno sabe lo que está buscando (y tú dices saberlo) acaba encontrándolo.
    Un saludo cariñoso.

    ResponderEliminar